Darío Benedetto muere con las botas puestas. Así como en Madrid festejó su gol sacándole la lengua a Gonzalo Montiel y luego River dio vuelta el resultado en aquella histórica final de Copa Libertadores, este domingo en Córdoba volvió a burlarse de su rival. Eso sí, algo aprendió: es que ahora lo hizo con el resultado puesto: el triunfo de Boca de remontada en el estadio Mario Alberto Kempes.

«Mirá, enfocá para allá, están todos muertos«, dijo Benedetto cuando se retiraba de la cancha y señalaba a la tribuna que aún tenía a los hinchas del Millonario.

El Pipa ingresó a los 73 minutos por Edinson Cavani, que había anotado el segundo gol del Xeneize. No tuvo mucha intervención en el partido, salvo un rechace en el primer palo después de un córner, y un intento de remate desde más de 60 metros cuando el arquero Franco Armani estaba adelantado.

En un contexto de algarabía, cuando los jugadores de Boca estaban dirigiéndose al vestuario para la parte íntima del festejo y dejando atrás a los 26.000 hinchas que se acercaron a alentarlos a Córdoba, Benedetto no pasó desapercibido para las cámaras.



Fuente Clarin

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