Para destrabar un partido cerrado, complicado, se necesita un truco de magia. Y en esos momentos, no hay mejor receta que el talento argentino. Alexis Mac Allister se vistió este domingo de asistidor para que el egipcio Mohamed Salah marcara el gol de la victoria con remontada del Liverpool sobre el Brighton (2-1), que le permitió mantenerse como líder de la Premier League, a ocho partidos del desenlace de la temporada.
El pampeano se puso el esmoquin para dirigir a los Reds hacia un triunfo sufrido contra su ex equipo, en el que ingresaron en el segundo tiempo los juveniles albicelestes Facundo Buonanotte y Valentín Barco -que tuvo su debut oficial en Premier League-. Mac Allister dio una exhibición de principio a fin.
Así, el campeón del mundo en Qatar 2022 agrandó su figura para barrer los contragolpes del Brighton y para dirigir al equipo dirigido por Jurgen Klopp como una máquina perfectamente engrasada para llevarse los tres puntos. Culminó su actuación con una asistencia descomunal a Salah, que rompió definitivamente el empate en la segunda parte.
Después del empate frente al Manchester City (1-1) antes del freno por la fecha FIFA, el Liverpool no tenía margen de error en la pelea encarnizada por el título que mantiene con el equipo de Pep Guardiola y con el Arsenal. Los tres, en un pañuelo, agotan las jornadas y ninguno cede en una lucha muy igualada.
El Brighton no era precisamente el rival más fácil para sumar los tres puntos. El conjunto dirigido por Roberto De Zerbi aún tiene opciones de alcanzar Europa y cuenta con una nómina de jugadores muy verticales y peligrosos capaces de complicar a cualquiera.
Uno de ellos, Danny Welbeck, tardó exactamente 1 minuto y 27 segundos en sorprender al Liverpool. A la carrera, en un contragolpe lanzado por Pascal Gross, el jugador del Brighton se encontró con la pelota al borde del área y lanzó un derechazo imparable para Caoimhín Kelleher. En un suspiro, al Liverpool le tocaba remar contracorriente.
Los hombres de Klopp no se amilanaron. Todo lo contrario. Consiguieron estrangular al Brighton durante el resto de la primera parte. Con Alexis Mac Allister imperial en el centro de campo y con Mohamed Salah muy insistente, el Liverpool no frenó en su empeño hasta dar en la tecla.
Pudo marcar Salah con un lanzamiento de rosca muy envenenado que lamió el poste del arco de Bart Verbruggen, pero fue Luis Díaz quien se encargó de igualar el marcador prácticamente a la media hora. Salah, de cabeza, remató un córner desde fuera del área. La pelota cayó en los pies de Joël Veltman, que erró despejando hacia su arco y por allí apareció el delantero colombiano para marcar el empate.
El tanto del Liverpool dio un respiro al Brighton. El ciclón ‘red’ bajó su intensidad para tomar carreraa y regresar con fuerza en la segunda parte. El acoso, tras el paso por vestuarios, fue total. Klopp adelantó líneas, los robos en campo contrario fueron constantes y las transiciones en ataque fluyeron como el agua.
Avisaron Mac Allister y Szoboszlai con disparos desde fuera del área que rozaron el gol. También Darwin Núñez, que se encontró con el cuerpo de Verbruggen en un remate a bocajarro. Y, finalmente, Salah rompió definitivamente la incertidumbre con un remate elegante desde dentro del área.
Pero más de medio gol fue de Mac Allister, que se sacó de la galera una asistencia de muchos quilates. Con un toque al borde del área, rompió todas las líneas para dejar a Salah cara a cara ante Verbruggen. El atacante egipcio no falló y el Liverpool respiró a 25 minutos del final.
Sin embargo, el Brighton no había dicho su última palabra. Aún tenía tiempo y armas para asustar al Liverpool y estuvo a punto de sorprender con un cabezazo de Lewis Dunk que salvó Kelleher con una mano providencial y con un remate de Adam Lallana que rozó el empate.
Ese fue el último susto del Liverpool, que al final mostró un atisbo de vulnerabilidad. Al final, la sangre no llegó al río y el Liverpool respiró aliviado.