El exárbitro chileno Carlos Chandia reveló recientemente que favoreció a Lionel Messi durante la semifinal de la Copa América 2007 entre Argentina y México. En una confesión que ha generado controversia, Chandia explicó que, en el transcurso del partido, eligió no sancionar una jugada que pudo haber resultado en una tarjeta amarilla para Messi, que ya estaba amonestado y debía ser expulsado, para quedarse con su camiseta. El árbitro justificó su decisión por la admiración que tenía por el joven talento de Messi y su capacidad para influir en los partidos.
El partido, que se celebró el 11 de julio de 2007 en Venezuela, terminó con una victoria contundente de Argentina por 3-0. Uno de los momentos más recordados de aquel encuentro fue el gol de Messi, que marcó el 2-0 con un sutil toque de vaselina sobre el arquero Oswaldo Sánchez, en una de las tantas jugadas que evidenciaban el enorme talento del astro argentino.
Chandia reconoció que se dejó influir por el impacto que Messi ya comenzaba a generar en el mundo del fútbol a sus cortos 20 años. Al ser consciente de la figura que representaba Messi, el árbitro admitió haber actuado con mayor «flexibilidad» hacia él. Según Chandia, en situaciones de presión, los árbitros suelen tomar decisiones difíciles en cuestión de segundos, y en esa ocasión, su admiración por Messi pudo haber condicionado su juicio.
“Messi de la nada levanta una pelota y la corta con la mano, pero en mitad de cancha. Ninguna posibilidad de gol del equipo mexicano ni nada por el estilo”, relató el árbitro. Según Chandía, la decisión fue tomada para permitir que Messi pudiera disputar la final de la Copa América.
La situación ocurrió en los últimos minutos del partido, cuando Argentina ya ganaba 3-0 y el resultado parecía inamovible. “Ocurre que le dije: ‘Esta jugada es amarilla, pero te va a costar la remera (camiseta)’. Y no le mostré la amarilla, quedaban dos minutos y medio”, detalló el árbitro. De haber mostrado la tarjeta, Messi se habría perdido la final del torneo.
A pesar de la polémica decisión, Chandía afirmó que Messi cumplió su parte del trato. “La camiseta me la fue a dejar al camarín (camerino) después. Incluso, se la quería sacar en la cancha y le dije: ‘No, no, no; llévamela al camarín’. Y llegó con la camiseta al camarín, me la fue a dejar allá”, concluyó el árbitro.