A 79 días de la ceremonia inaugural de París 2024, la llama olímpica desembarcó en suelo francés. El fuego llegó al puerto de Marsella después de haber viajado desde Grecia en un farol a bordo del Belem, un majestuoso velero de tres mástiles, y fue recibida por unas 150 mil personas, que asistieron a una fastuosa ceremonia para darle la bienvenida.

Luego de pasarse durante toda la jornada por las costas marsellesas, el velero -que pasó doce días en altamar tras partir el 26 de abril desde El Pireo, en Atenas- entró al atardecer en el Viejo Puerto de esa ciudad, ubicada sobre el mar Mediterráneo, al ritmo de La Marsellesa, himno nacional francés, y acompañado de un imponente espectáculo de fuegos artificiales.

Aviones de la fuerza aérea de Francia sobrevolaron y dibujaron en el cielo los cinco anillos olímpicos y luego los colores rojo, azul y blanco de la bandera nacional. Y fue el nadador Florent Manaudou, dueño de cuatro medallas olímpicas, entre ellas el oro de los 50 metros libre de Londres 2012, quien descendió el barco con la llama, cerca de las 19.30 local.

Manaudou, originario de Marsella, se convirtió así en el primer relevo de la antorcha en Francia y le entregó luego el fuego a la campeona paralímpica de atletismo Nantenin Keita, hija del músico maliense Salif Keita, quien a su vez se la pasó a una estrella francesa del rap, el marsellés Jul, para que encendiera el pebetero situado en el mismo puerto.

«París 2024 eligió a un atleta olímpico y una paralímpica para la llegada de la llama a Marsella para simbolizar la ambición de aproximar y unir los Juegos Olímpicos (que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto) y los Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre)», subrayó el Comité de Organización.

Jul, que cantó luego en el escenario, fue el invitado sorpresa del acto, para el que se desplegó un importante dispositivo de seguridad y al que asistieron el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, en compañía de su esposa Brigitte, y Tony Estanguet, presidente de París 2024.

“Con el arribo de la llama, el país se abre a los Juegos», anunció Macron y deseó que París 2024 suscite «un momento de unidad» en su nación.

«El regreso de los Juegos a nuestro país será una celebración fantástica. Como ex deportista, entiendo cuán importante es el inicio de una competición. Fue por eso que escogimos a Marsella, porque es sin duda una de las ciudades más enamoradas con el deporte», comentó Estanguet, triple campeón olímpico de canotaje.

Grecia había realizado la entrega de la llama olímpica a Francia el 26 de abril en el Estadio Panatinaico del centro de Atenas, donde tuvieron lugar en 1896 los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna.

El encendido de la llama se había producido el 16 de abril en Olimpia, delante de las ruinas de 2.600 años de antigüedad del templo de Hera, siguiendo un antiguo ritual.

Antes de embarcar en el Belem, un histórico navío francés construido en 1896 y el más antiguo velero de tres mástiles en estado de navegación en Europa, el fuego olímpico había hecho un recorrido de 5 mil kilómetros por Grecia, con 600 relevistas y visitas a lugares emblemáticos como la Acrópolis de Atenas, donde pasó una noche junto al Partenón, y el santuario de Delfos y Maratón.

El relevo de la llama por territorio francés comenzó este miércoles y acabará el 26 de julio en París, al término de la ceremonia de inauguración.

Hasta entonces, recorrerá en las manos de 10 mil portadores unas 400 ciudades, a través de 65 regiones. Pasará, por ejemplo, por las playas del desembarco de Normandía, el Monte Saint-Michel, los Alpes y varios lugares turísticos de París. Y visitará también seis territorios galos de ultramar, como las Antillas, la isla de Reunión, la Polinesia y Nueva Caledonia.

Los primeros relevos, por las calles de París, estarán a cargo este jueves de algunas importantes personalidades deportivas como los jugadores de básquetbol Tony Parker o Nando de Colo, los futbolistas Didier Drogba, Jean Pierre Papin, Éric di Meco y el actual capitán del Olympique de Marsella, Valentin Rongier, los nadadores Fabien Gilot y Frédérick Bousquet y la esgrimista Pascale Trinquet-Hachin.

«Es algo por lo que llevamos mucho tiempo esperando. Cien años después de los últimos, los Juegos vuelven a casa», aseguró Estanguet.

Con información de agencias.





Fuente Clarin

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