El torneo masculino de básquet regaló este martes uno de los partidos más emocionantes de los Juegos Olímpicos de París 2024. Francia, el anfitrión y uno de los aspirantes firmes a ganar una medalla, enfrentó a Japón, la cenicienta del certamen. Y, además de lo deportivo, se gestó una de las imágenes más impresionantes de la máxima cita del deporte, ya que se cruzaron el jugador más bajo y el más alto de esta edición.
El equipo oriental tiene en sus filas a Yuki Togashi, que con su 1,67 metros de altura se enfrentó a la difícil tarea de marcar a Víctor Wembanyama, de 2,24 metros. Con 57 centímetros de diferencia a su favor, el galo de los San Antonio Spurs dominó la batalla y logró registrar un total de 18 puntos, 11 rebotes, 6 asistencias, 2 bloqueos y 2 robos. En tanto, aunque su equipo no ganó, el japonés se destacó por su valentía a la hora de afrontar el desafío que le suponía marcar a una de las figuras de la NBA.
Así y todo, los locales tuvieron que sufrir para llevarse un partido crucial en su lucha por clasificarse en el primer puesto, teniendo en cuenta que su próximo enfrentamiento será ante Alemania. El drama se resolvió con un triple milagroso (más falta) de Matthew Strazel para empatar a 12 segundos del cierre y con el partido 84-80 a favor de la visita, que se quedó a las puertas de hacer historia.
Tras ese momento, Japón quedó golpeado y fue ahí cuando Wembanyama se puso en modo NBA: anotó ocho puntos consecutivos que aseguraron el triunfo por 94-90 y dejaron a Francia con un récord de 2-0 en sus dos primeros partidos en Lille. Con esta victoria, quedó como líder del Grupo B con 4 puntos, al igual que Alemania, que venció a Brasil a último turno.
«El público me da muchísimo cariño y yo deseo devolvérselo; así que cuando voy a lanzar un tiro libre y me cantan lo de ‘MVP’ lo mínimo que puedo hacer es encestarlo», dijo Wembanyama, que aplaudió la acción de su compañero Strazel.
En la visita se destacó Yuki Kawamura, el segundo jugador más bajo del torneo, con 1,72 metro. Y es que se lució con 29 puntos, siete rebotes y seis asistencias, cargando en su espalda a una selección que no gana un partido olímpico desde 1972, cuando superó a Senegal 70-67 en las semifinales por la decimotercera posición. Ahora, tendrán que esperar unos días más para intentarlo nuevamente, esta vez contra Brasil.