Iker Muniain lo entendió todo. Este miércoles por la mañana, el español que fuera símbolo del Athletic Club de Bilbao apareció caminando por la puerta corrediza del sector «Arribos» del Aeropuerto de Ezeiza: lucía unos jeans gastados, un cangurito Adidas con los colores de San Lorenzo combinados en sus mangas y lentes con cristales azules. Puro carisma. Con ese guiño al Ciclón, el español dejó en claro que, tras el breve paso por la Argentina de la semana pasada, ahora regresa al país para convertirse en nuevo jugador del equipo de Boedo.
El futbolista de 31 años es histórico en el Athletic de Bilbao ya que hasta ahora fue un ‘one club man’ y estuvo toda su carrera representando al conjunto del País Vasco. Jugó 579 partidos, anotó 79 goles y dio 54 asistencias. Muchos de ellos bajo la dirección de Marcelo Bielsa. Pero en junio se le terminó el contrato y el hombre que logró el ascenso en la temporada 2008-2009, ganó dos Supercopas de España y una Copa del Rey en el club vasco, decidió no renovar y se fue en condición de libre.
El nacido en Pamplona, al norte de España, se convirtió en una de las novelas que se adueñó de la escena durante gran parte del mercado de pases. Desde hace muchos años que sigue al fútbol argentino y si bien siempre se mostró muy identificado con el Millonario, arribó a Buenos Aires para acelerar las negociaciones con San Lorenzo y vestir la camiseta en el Nuevo Gasómetro.
El volante que es un ídolo en el rojiblanco, un verdadero ícono en la historia del Athletic Club. A lo largo de su carrera desestimó varias ofertas importantes de los gigantes europeos para continuar en el club de sus amores. Sin embargo, este año le puso un punto final a su estadía en Bilbao y sueña con cumplir su objetivo: jugar en el fútbol argentino.
Hace algunos años, el pamplonés expresó: «Considero que la liga Argentina es muy competitiva, con mucha pasión por el fútbol. Yo soy fanático de River». De todas maneras, el presente lo acerca a San Lorenzo, que busca convertirlo en el sexto español en la historia azulgrana tras los pasos de Ángel Zubieta, Isidro Lángara, José Irarágorri, Emilio Alonso Larrazabal y Javier Artero.
Hace una semana, Muniain hizo un viaje relámpago a la Argentina. Llegó con siete valijas, lo que hizo que muchos especularan con que ya se mudaba al país. Cuando se fue, se dio la situación contraria: «Se llevó todas las valijas, no vuelve», siguieron los pronósticos. Lo cierto es que el español llegó con una comitiva de cinco personas (entre ellos su pareja), por lo que la cantidad de maletas no definía su situación.
Lo que sí la definió fue la reunión que tuvo con Moretti. Allí, la propuesta de San Lorenzo tuvo un plus: el DT del equipo, Leandro Romagnoli, se sumó al encuentro y entonces el español pudo hablar de para a par con Pipi, con toda una trayectoria como futbolista, incluida la obtención de la Copa Libertadores, el trofeo más importante en la historia del club azulgrana.
El técnico escuchó al jugador y hasta le preguntó en qué posición se vía a esta altura de su carrera. De los números y de la propuesta económica, se encargó Moretti. Aunque, desde Boedo aclararon: «San Lorenzo no está en condiciones de pagar un contrato de un jugador europeo, eso está claro».
Muniain estuvo un par de días más en la Argentina y cada vez que se cruzó a un hincha de San Lorenzo que lo reconocía en la calle lo alentaba para ponerse la camiseta del Ciclón. Ese afecto, más sus ganas por vivir el fútbol argentino desde adentro y la charla con Pipi hicieron que lo económico fuera un tema secundario (según hicieron trascender, tenía ofertas desde Arabia) y finalmente decidió subirse a la aventura en nuestro país.
¿Quién es Iker Muniain?
El oriundo de la Comunidad Foral de Navarra, al norte de la península ibérica, nació el 19 de diciembre de 1992. A sus 12 años comenzó a jugar en las categorías menores del Athletic Club y desde ese entonces no se despegó del rojiblanco. Realizó todo el proceso formativo en una de las canteras mejor reconocidas del fútbol español, hasta debutar profesionalmente.
Aunque comenzó a entrenar con el plantel de Primera División de manera prematura, tuvo su debut oficial a los 16 años en un partido de UEFA Europa League. El crack demostró sus capacidades técnicas desde muy chico y por eso se adueñó de dos récords históricos del club: ser el futbolista más joven en debutar y en convertir un gol con la camiseta del Athletic Bilbao.
Luego desarrolló toda su carrera con el conjunto vasco, en el que disputó 16 temporadas como jugador profesional. Su enorme lealtad lo convirtió en el capitán del equipo y además empezó a portar la número 10 en su espalda. Con su fidelidad y nobleza se metió en el corazón de los hinchas rojiblancos y es considero uno de los ídolos que tuvo el club a lo largo de su historia.
Con la casaca del Bilbao, el volante creativo de 31 años disputó 579 partidos, en los que anotó 79 goles y dio 70 asistencias. Además, estuvo presente y fue fundamental en los últimos tres títulos que conquistó el club. Muniain ganó la Supercopa de España (2015, 2021) y Copa del Rey (2024) y cortó así la larga sequía de 31 años sin salir campeón que atravesaban los vascos.
Sin embargo, su último año deportivo no fue el mejor. El emblema perdió mucho terreno y empezó a correr de atrás en la consideración de su entrenador Ernesto Valverde. De los 25 encuentros que jugó, solo fue titular en 9 y apenas convirtió tres tantos. Por ese motivo, se tomó la decisión de no extender el contrato y ponerle un punto final a la historia entre Iker Muniain y Athletic Club.