la estrategia de Gallardo para ser competitivo al cuadrado

“Me gustan estos desafíos. Son parte de los que nosotros deseamos vivir”.

Con esa frase, mencionada luego de la goleada contra Atlético Tucumán, Marcelo Gallardo se metió de lleno en una semana trascendental para River, que comenzará este martes a la noche en Santiago de Chile, donde la delegación ‘millonaria’ llegó este lunes por la tarde, acompañado por una buena cantidad de hinchas, pese a que no podrán estar presentes en el estadio de Colo-Colo por decisión de la seguridad de ambos países.

La serie de encuentros decisivos se inicia contra los trasandinos por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores, seguirá el sábado en la Bombonera contra Boca y culminará tres días más tarde en Núñez, donde definirá qué equipo avanza a semifinales del torneo continental.

A la hora de inmiscuirse en estos duros y -a la vez- claves choques, Gallardo le bajó a sus jugadores ese mismo mensaje que él dio en su última conferencia de prensa. De tratar de disfrutar y de vivir con pasión estos momentos, más allá de la dificultad y lo complejo que pueden ser. De saber y estar preparados para sufrir, también. Porque muchas veces así se presentan este tipo de partidos. Y de tener claros los conceptos futbolísticos que vienen trabajando.

En ese sentido, a Gallardo le dio tranquilidad que el equipo empezó a captar sus mensajes en la goleada en el Monumental contra Atlético Tucumán, donde se vio otra energía, tanto en los futbolistas como en la gente. Hubo, el viernes a la noche en Udaondo y Figueroa Alcorta, una atmósfera que invitó a la esperanza y a la ilusión. Es que el equipo mostró una versión mejorada en el campo de juego y los hinchas se encendieron a puro canto.

Gran parte de lo que los jugadores exhibieron sobre el césped del Monumental ante el conjunto tucumano es lo que Gallardo pretende para ser competitivo y pelear por todos los torneos que le restan en la temporada. Un equipo que sea protagonista, que tenga dinámica y movilidad, que arriesgue, que tenga compromiso, que presione y que juegue. Fue, al fin y al cabo, una buena muestra para encarar una semana vital y determinante.

De cara al primer duelo con Colo-Colo, Gallardo introducirá un cambio seguro, que es el regreso de Paulo Díaz a la zaga en lugar de Leandro González Pirez y habrá que ver si hace algún retoque más, pero en líneas generales quedó conforme con lo hecho por el equipo el viernes.

Después cómo encarará el partido contra Boca será otro tema, porque el Superclásico le queda en medio de la serie de cuartos de final, algo que no le había pasado en otro momento. Sí tuvo que enfrentar a Boca días antes del inicio de una serie de Copa Libertadores.

Sucedió en los octavos de 2015, donde se midió al Xeneize también en la cita continental y para las semifinales de la edición de 2020, que se disputó los primeros días del 2021. En aquel enero, jugó contra Boca antes de chocar con Palmeiras.

En los dos Superclásicos mencionados por torneos locales, el del 3 de mayo de 2015 y el del 2 de enero del ’21, puso mayoría de titulares. Ahora, esa decisión dependerá de otros factores, entre ellos el resultado de la ida con Colo-Colo y las condiciones físicas en las que queden sus futbolistas tras el duelo en Santiago de Chile.

En el estadio Monumental pero de la capital chilena, donde Colo-Colo acumula siete triunfos consecutivos, se espera una batalla futbolística. Puede presentarse un partido áspero, ante un equipo que no tiene nada que perder y que en su casa se siente fuerte. Además, la cancha estará ocupada en su totalidad por sus hinchas, dado que, por disposición de los organismos de seguridad, no habrá visitantes. Lo mismo, pero a la inversa, sucederá en Núñez.

Colo-Colo viene haciendo milagros en esta Libertadores, en la que avanzó a octavos de final con apenas 6 puntos y logró la clasificación por los goles de visitante (hizo 3, uno más que Cerro Porteño). Luego, en octavos de final, eliminó a Junior de Barranquilla, al que le ganó los dos partidos.

Entre sus filas cuenta con el experimentado -y polémico- Arturo Vidal, su máxima figura. Pero perdió a Vicente Pizarro, una de sus joyitas, quien sufrió una fractura mandibular jugando para Chile contra Bolivia por Eliminatorias. Y Carlos Palacios, otro destacado futbolista, se recuperó rápidamente, tras terminar ese mismo encuentro con la selección trasandina con molestias físicas.

Su técnico, el argentino Jorge Almirón, que viene de ser subcampeón con Boca en la última edición, volverá a estar frente a River, con el que el año pasado perdió los dos Superclásicos que disputó. En total, de 8 partidos ante el Millonario en diferentes clubes, perdió 5 y ganó 3. Pero cuenta con un antecedente copero favorable, cuando lo eliminó con Lanús en la recordada semifinal de 2017.

Colo-Colo, además, llega descansado porque el clásico que debía jugar ante Universidad Católica el viernes pasado por el torneo chileno fue suspendido por cuestiones de seguridad.

River arranca una semana tremenda. Esas que tanto le gustan afrontar a Gallardo y compañía.