La escandalosa pelea entre jugadores y técnicos de Minnesota Timberwolves y Detroit Pistons sacudió la NBA y dio la vuelta al mundo. Entre los siete expulsados, estuvo Pablo Prigioni, asistente de los Timberwolves y entrenador de la Selección Argentina a tiempo compartido. Más allá de la decisión de los jueces del encuentro, el cordobés recibió un fuerte respaldo del coach principal Chris Finch.
«No vi nada que hiciera Pablo que mereciera la expulsión», lo defendió Finch, en declaraciones posteriores al encuentro, que siguió como si nada después del anuncio por los micrófonos del árbitro principal. «Él estaba intentando mantener una conversación con el árbitro sobre uno de sus jugadores, que es propenso a estas situaciones», agregó.
«Su banquillo, especialmente J.B. (Bickerstaff, DT de Detroit), tuvo un problema con eso e intercambiaron palabras», explicó.
El argentino apareció efectivamente en un video discutiendo con el staff de entrenadores de Pistons y ese habría sido el motivo por el que los jueces del partido decidieron enviarlo a los vestuarios en forma temprana.
Donte DiVincenzo congratulates his coach Pablo Prigioni for getting kicked out with him 🤣
Prigioni had words with JB Bickerstaff who was surprised he got tossed too
Wolves win 123-104 pic.twitter.com/XnmamZNs1A
— New York Basketball (@NBA_NewYork) March 31, 2025
«Su entrenador asistente dijo algunas cosas… Vamos a defendernos. No voy a permitir que se hable mal de mis chicos», argumentó Bickerstaff más tarde, apuntándole a Prigioni.
En otro video se observa que el cordobés sigue todo desde la periferia, curiosamente con una pelota bajo el brazo. Lo que le reprochan desde Pistons es que le habló mal o le gritó a alguno de sus jugadores.
Uno de los árbitros se encargó de dar la lista de los expulsados a través del micrófono y la reacción de Prigioni fue sonreírse mientras su jugador DiVincenzo pareció felicitarlo porque también lo habían expulsado. Los siete se retiraron de la cancha en fila.
Extended look of the end of the fight between the Pistons & Timberwolves players showing Donte DiVicenzo & Isaiah Stewart still going at each other, 3 Pistons players being required to hold back Ron Holland, & JB Bickerstaff exchanging words with Pablo Prigioni for yelling at… pic.twitter.com/gNodnA1hJL
— MrBuckBuck (@MrBuckBuckNBA) March 31, 2025
¿Qué pasó? En el arranque del segundo cuarto, los Pistons hacían pata ancha en tierra de los Wolves, ganaban por 10 y eran superiores a los dirigidos por Chris Finch, un exbasquetbolista que dirigió a la selección de Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y hace cuatro años desembarcó en esta franquicia para marcar su debut en la NBA, asistido por Prigioni.
En este caso, los muchachos de Minnesota no fueron ningunos «señoritos ingleses» ante los de Detroit, ésta última franquicia famosa en los años ochenta por su juego rudo, un aura de rudeza que también se respira en la ciudad de las automotrices, castigada cada tanto por las recesiones económicas.
Pues bien, los de blanco perdían por diez y el número 11 Naz Reid inició una carrera hacia una bandeja cómoda pero en el medio fue interrumpido por un manotazo al límite de Ron Holland, el 00 de los de azul. Los árbitros marcaron falta pero el jugador de los Wolves no se la bancó y fue a pedirle explicaciones a su rival. Ahí estalló todo.
Es que en el medio apareció otro jugador de Minnesota, Donte DiVincenzo, que de la nada dirigió su antebrazo directo al cuello de Holland, mientras jugadores, árbitros, asistentes, personal de seguridad y todos los que pasaban cerca empezaban a quedar como imantados por el tumulto. En esa hecatombe se encontraba también Prigioni.
Varios intentaron separar pero otros se preocuparon por revolear los puños, haciendo que en ese manojo de seres humanos no se llega a distinguir quiénes fueron víctimas y victimarios. Para peor, un camarógrafo de esos que filman desde abajo del aro terminó dando vueltas como si una ola gigante lo hubiera encontrado distraído en la orilla.
El plano general se abrió y la imagen fue muy bizarra: DiVincenzo, el 0 de los Wolves, que había sido de los primeros en pegar, apareció sentado en una butaca de la primera fila mientras los jugadores de Detroit trataban de conectarle alguna trompada.