Nadie duda de que el nombre de Rodrigo De Paul aparecerá en la nómina de convocados para los próximos partidos del seleccionado argentino, frente a Paraguay y Perú por la clasificación para el Mundial de 2026, como ha aparecido en cada lista confeccionada por Lionel Scaloni desde que está al mando del combinado nacional, en el que el mediocampista es un hombre clave. La relevancia que tiene cuando viste de albiceleste contrasta con el rol secundario que está cumpliendo en Atlético de Madrid, con un rendimiento que dista de ser óptimo y con la reprobación que recibe de una porción de los simpatizantes del club español.

De Paul, quien está transitando su cuarta campaña en el conjunto madrileño, no consigue hacer pie esta temporada y se ve relegado por el capitán Koke Resurrección, un intocable, y por el joven Pablo Barrios. El exjugador de Racing fue suplente en seis de los 14 partidos que disputó. Y cuando le tocó arrancar, casi siempre fue una opción de recambio para Diego Simeone: solo completó dos de los 14 encuentros que jugó. Pero el problema mayor no ha sido el tiempo sobre el césped, sino la labor que realizó en ese tiempo. O, al menos, así lo ven algunos simpatizantes del Colchonero.

La primera demostración de rechazo se produjo el 19 de septiembre, el día en que el conjunto rojiblanco debutó en la fase de liga de la Champions League frente al Leipzig alemán en el Metropolitano. De Paul fue titular esa noche y fue reemplazado por el inglés Connor Gallagher en el segundo tiempo. Cuando abandonaba el terreno, se oyeron algunos silbidos en las tribunas del estadio. Tras ese encuentro, que su equipo ganó 2 a 1, Simeone decidió no incluirlo en la lista de convocados para el siguiente compromiso, ante Rayo Vallecano por la sexta fecha de la Liga de España.

“Desde que llegó, no ha podido darnos lo mismo que ha dado en la Selección Argentina. (Con la Selección) Ganó un Mundial y dos Copas América. Acá no le ha tocado ganar. Ha tenido momentos importantes, pero esa estabilidad de la selección no ha podido fortalecerla acá”, analizó Simeone el 9 de octubre, cuando De Paul estaba en Maturín a la espera del partido ante Venezuela por la clasificación mundialista. “Es un jugador muy importante para nosotros, nos ayuda a tener una visión de juego diferente al resto, pero en la gente hay una exigencia a un campeón del mundo que él mismo se impuso”, añadió.

El director técnico resaltó que De Paul era “un chico extraordinario” y consideró que el rol que le tocaba desempeñar en el Atlético podía influir negativamente en su rendimiento. “En la selección argentina juega en un lugar diferente al de acá: como cuarto de la derecha con dos mediocentros que lo acompañan y le dan más contundencia, con (Lionel) Messi cerca. Acá a veces lo ponemos de doble medio, donde el trabajo no es el mismo”, explicó.

Diego Simeone respaldó a Rodrigo De Paul, quien fue silbado por algunos simpatizantes de Atlético de Madrid. Foto: Rodrigo Jiménez / EFEDiego Simeone respaldó a Rodrigo De Paul, quien fue silbado por algunos simpatizantes de Atlético de Madrid. Foto: Rodrigo Jiménez / EFE

Más allá de esos razonamientos, los hinchas no depusieron su actitud en el siguiente partido del Atlético en el Metropolitano, el 20 de octubre frente a Leganés por la 10ª fecha de la Liga. A los 12 minutos del segundo tiempo, cuando su conjunto perdía 1 a 0, Simeone mandó a la cancha a su hijo Giuliano, a Julián Álvarez y a De Paul. Los dos primeros fueron recibidos con aplausos; el tercero, con silbidos y abucheos. Finalmente, el Colchonero terminó imponiéndose 3 a 1.

Este domingo, en el choque frente a Las Palmas en el Metropolitano por la 12ª fecha del certamen doméstico, la escena se repitió. Tras el entretiempo y cuando el local ganaba 1 a 0 con un tanto de Giuliano Simeone, De Paul saltó a campo en reemplazo de Pablo Barrios. Otra vez algunos abucheos resonaron en las tribunas.

Durante los 45 minutos en que estuvo en el campo, De Paul aportó su habitual vigor y también un par de pases de alta calidad. El primero, a los 11, dejó a Nahuel Molina cara a cara con el arquero Jasper Cillessen, pero el lateral cordobés no logró definir y golpeó en la cabeza al guardavalla neerlandés, quien debió retirarse del terreno de juego.

El segundo pase de De Paul generó el segundo tanto de su equipo: desde su campo, el exjugador de Valencia y Udinese envió un balón largo para el noruego Alexander Sørloth, quien controló y definió con un zurdazo cruzado y alto. El escandinavo se llevó una buena dosis de abrazos, pero otros fueron para el argentino.

Después del encuentro, el capitán Koke destacó la tarea de De Paul y pidió clemencia a los hinchas. “Rodri es importante. Hay que respetar al aficionado, pero debemos apoyarnos entre nosotros. No es plato de bueno gusto que tu afición te pite, hay que apoyarlo”, pidió el experimentado mediocampista. Habrá que ver si el público del Atlético responde a su solicitud.





Fuente Clarin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *