Aquella polémica etapa que tuvo como protagonista a Juan Román Riquelme antes y después de la derrota en la final de la Copa Libertadores 2012 frente a Corinthians, no había sido aclarada por ningún jugador hasta la fecha. Walter Erviti, parte del plantel que cayó por 2 a 0 en el Pacaembú de San Pablo, rompió el silencio y sentenció que “no sabíamos nada antes de la final”.
La tirante relación entre Riquelme y el entonces DT de Boca, Julio César Falcioni es conocida. Sin embargo, desde lo deportivo no les fue mal con el título invicto en el Torneo Apertura 2011 y con grandes actuaciones de Román, aunque llegó lesionado a la recta final. Pero lo que detonó la convivencia del plantel (jugadores y cuerpo técnico) fue cuando horas antes de la revancha frente al Timao en Brasil (había sido 1-1 en la Bombonera) el enganche declaró que sería su «última final», y daba a entender que se iría del club.
Después de 12 años, Erviti expuso en diálogo con ESPN: “Nosotros no teníamos ningún tipo de información ni él había hablado con nosotros” y agregó sin rodeos: “Estábamos acostumbrados a los rumores que corrían, corren y correrán siempre alrededor de Román por lo que él significa para Boca”.
En aquél momento se especulaba con una interna en el plantel que dividía a los jugadores. Estaban los que les eran fieles a Riquelme y los que estaban del lado del entrenador. La versión se había instalado en los medios de comunicación, pero los protagonistas siempre lo desmintieron.
“Boca siempre tiene rumores. Nosotros ya lo habíamos aprendido y éramos conscientes, pero a nosotros no nos afectaron en lo que tuvo que ver con los 90 minutos. Te soy sincero, he hablado muchas veces de Román y lo hago con mucho respeto porque siempre las cosas que digo, se las dije a él”, expresó Erviti.
Asimismo dejó en claro que cualquier otra especulación no iba a entorpecer la actuación del equipo, menos en una final de América. “Román, previo a los partidos, es una persona muy particular cuando empieza a vivirlo y sentirlo. La manera en que te lo transmite, la manera en que lidera, la manera en que es la voz de mando dentro del vestuario y hablar al salir a la cancha… y era el mismo de siempre, entonces no había manera de suponer que estaba pasando algo raro”, detalló el ex futbolista marplatense.
Falcioni ya había contado que “esa final la perdimos antes de jugarla, hubo muchas cosas en la previa” y metió el dedo en la llaga. “Nosotros jugamos esa final con la convicción de que estábamos a la altura de competir contra un gran equipo”, destacó Erviti.
“Por un lado le doy gracias a Dios por permitirme la posibilidad de haberla jugado, porque es una gran experiencia; por otro, le preguntó por qué me permitió que la perdiera, cuál es la enseñanza que me quiere dar. Es una de las sensaciones más finas que tuve de estar tan cerca de algo y a la vez tan lejos”, amplió sobre el recuerdo del recordado enfrentamiento ante Corinthians.