París vivió su primer día post Juegos Olímpicos 2024. Después de siete años de preparación -fue anunciada como sede en julio de 2017- y 19 días de competencia, esa cita ya es historia y el mundo mira hacia Los Ángeles 2028. Y en la capital francesa las cosas empezaron a volver a la normalidad: este lunes amaneció menos «sitiada» y con un despliegue de seguridad mucho menor al de las últimas semanas. Aunque a solo dos semanas del inicio de los Paralímpicos -que usarán muchos de los mismos escenarios de competencia- y a apenas horas de la ceremonia de cierre del domingo, aún había bien entrada la tarde sectores en los que seguía presente el espíritu del olimpismo.

Los signos de que la ciudad había sido sede del evento deportivo más importante del mundo aparecían aún en cada rincón. Frente a la famosa Pirámide del Museo de Louvre, que había visto pasar las pruebas de ciclismo de ruta y las de maratón, brillaban los cinco anillos y la gente aprovechaba para sacarse alguna foto con ese símbolo y el majestuoso edificio de fondo.

Desde la Plaza del Carrusel, a pocos metros de la pirámide, se podía ver el globo aerostático que hasta el domingo elevaba al aire cada noche las llamas olímpicas del pebetero. Este lunes estaba apagado, reposando en medio del Jardín de la Tullerías, uno de los sitios que seguía vallado y con entrada restringida.

También la Plaza de la Concordia, que había sido escenario de la inolvidable consagración del cordobés José Torres en el BMX Freestyle, estaba cerrada. Es que el park donde el Maligno ganó el oro, al igual que el de skate y la cancha de básquetbol 3×3 y el breaking, seguía en pie y se veía a personal de seguridad custodiando un predio prácticamente vacío. Aunque probablemente desaparecerán en algunos días, porque esa será una de las sedes que no albergará competencia paralímpica.

El parque de la Plaza de la Concordia empieza a ser desarmado. 
Foto: EFEEl parque de la Plaza de la Concordia empieza a ser desarmado.
Foto: EFE

Los escenarios que sí tendrán acción en los Juegos que se celebrarán del 28 de agosto al 8 de septiembre serán muchos. La imponente Defense Arena, el Palacio de Versalles, la Arena Campo de Marte, el Centro de Tiro Chateauroux, el Stade de France, el Grand Palais, el Estadio Naútico Vaires-sur-Marne, Roland Garros, los Inválidos, el París Norte Arena y el Sur Arena, el Velódromo Saint-Quentin-en-Yvelines, el Bercy Arena y el Porte de La Chapelle Arena. También el hermoso Estadio Torre Eiffel, que se instaló en la explanada detrás de ese monumento, y el Puente Alexander III.

Todos esos lugares seguirán «vestidos» con los colores y el logo de París 2024 a la espera de los atletas paralímpicos. Por eso, en ese mítico puente aún estaba firme la tribuna desde donde la gente había observado las competencias del triatlón olímpico, aunque ya no había vallas que restringían el paso de un lado al otro por el sector sin gradas.

Las que sí habían comenzado a desaparecer eran las tribunas tubulares que se armaron en las márgenes del Sena para la fiesta de apertura, que se desarrolló a lo largo de seis kilómetros del recorrido del río.

Los anillos seguirán vistiendo la Torre Eiffel hasta el fin de los paralímpicos.
Foto: EFE/EPA/MARTIN DIVISEKLos anillos seguirán vistiendo la Torre Eiffel hasta el fin de los paralímpicos.
Foto: EFE/EPA/MARTIN DIVISEK

En la zona de la Torre había menos calles cortadas, al igual que en La Concordia y en el Arco del Triunfo. Y los turistas -que aprovecharon el descongestionamiento olímpico y recuperaron los espacios que les habían arrebatado los atletas, periodistas y voluntarios y los duros operativos de seguridad- podían moverse con más libertad. Aunque seguían sin poder ir desde ese lugar a la Escuela Militar, por la presencia del estadio que cambiará la arena del beach volley por el césped del fútbol para ciegos.

Y tampoco se podía cruzar el Puente d’Iéna hasta los Jardines del Trocadero, donde desde lejos se veía el movimiento de los trabajadores que empezaban a desmantelar el escenario y las gradas que habían sido testigos de algunos momentos de la inauguración y los Desfiles de Campeones.

Otro signo de que París 2024 ya era historia fue el éxodo de los atletas. Los que todavía estaban en la ciudad comenzaron este lunes a regresar a casa. Y muchos, especialmente los medallistas, fueron recibidos por multitudes.

Había pasado hacía unos días con Las Leonas, que regresaron a Argentina el día después de ganar el bronce. Pasó también con la boxeadora Imane Khelif, una de las grandes protagonistas de los Juegos, en los que pasó de la polémica por su hiperandrogenismo a colgarse un oro y hacer historia para Argelia, donde le dieron la bienvenida desde sus compatriotas hasta el ministro de Deportes del país. Y también con Novak Djokovic, que llegó a Belgrado junto a varios compañeros de la delegación serbia y causó una revolución.

Se terminaron los Juegos Olímpicos. Y mientras la Villa de Saint Denis se va vaciando y empiezan a desaparecer algunos escenarios que vibraron con los mejores atletas del mundo, París empezó a volver a la normalidad. Hasta que llegue la fiesta de los paralímpicos, al menos.



Fuente Clarin

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