San Telmo no tiene paz. Más allá del buen presente futbolístico que lo mantiene en la lucha de arriba en la Zona B de la Primera Nacional, el club está viviendo momentos de mucha tensión. En este caso, tras un polémico arbitraje de Lucas Comesaña que terminó en derrota 2-1 contra Defensores de Belgrano, la barra se cruzó con la policía, tiraron gran cantidad de piedras a los efectivos y la situación se desmadró en la Isla Maciel.

La polémica comenzó cerca del inicio del encuentro, cuando el juez cobró un penal a favor del Dragón. La falta no existió, aunque Comesaña sancionó falta. ¿Qué sucedió? Brian Bustos le atajó el tiro a Gonzalo Aquilino. Después, Brian Gómez y Agustín Benítez convirtieron para la visita en los primeros minutos del complemento, mientras que Diego Diellos descontó cerca de la culminación del duelo.

Una vez finalizado el partido, la tensión se trasladó a una de las puertas de acceso a la platea del Osvaldo Baletto. Gran cantidad de barras empezaron a tirar cascotes contra los efectivos policiales que continuaban en las inmediaciones del estadio.

Esta situación se dio poco más tarde de que los fanas del Candombero tuvieran que cumplir cuatro fechas sin poder ir a la cancha. La bomba de estruendo que detonó en la puerta del vestuario visitante en la previa al partido con Aldosivi, correspondiente a la fecha 19 del campeonato de la Primera Nacional, y que terminó afectando al técnico Andrés Yllana, llevaron a que el Tribunal de Disciplina impusiera el descuento de tres puntos en la tabla de posiciones y una multa económica superior a los 22 millones de pesos.



Fuente Clarin

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