Boca tuvo su mejor partido en los últimos meses y lo hizo en un contexto adverso. El gol tempranero de Godoy Cruz inquietó aún más a los muchos que estuvieron en la Bombonera. Pero tuvo temple primero el ‘Xeneize’ y después buen juego para golear al elenco de Mendoza y prenderse en la tabla anual.
«A pesar de cómo arrancó el partido, no se modificó el plan de juego y eso es muy importante para que tomen confianza los chicos. Necesitábamos este buen resultado», dijo Fernando Gago tras la victoria. Y agregó: «El partido en líneas generales fue muy bueno, se asemejó a lo que pretendo. Si bien hay que corregir cosas, el equipo me gustó».
Tuvo muchos picos altos Boca y casi ninguno bajo. En el podio hay que colocar a Marcelo Saracchi, a Edinson Cavani y a Aaron Anselmino. Los que dejaron algunas dudas fueron Ignacio Miramón, que erró pases fáciles, y Juan Barinaga, desbordado en varias oportunidades por Santino Andino.
El mejor de la noche fue Saracchi. Gago se la jugó por él y relegó a Lautaro Blanco, uno de los más parejos en lo que va del año. Pero no habían sido buenos los últimos rendimientos del ex Rosario Central y el entrenador apostó por el uruguayo, que no defraudó: hizo un gol y participó de otro. Saracchi, a diferencia de Blanco, aporta más variables en ofensiva porque puede llegar al fondo o internarse en el área con diagonales a lo Juan Pablo Sorín. Lo de Blanco es más rústico y simple: va por banda y manda centros.
«El caso de Marcelo nos da mucha amplitud, tiene un nivel físico muy bueno desde los numeritos que analizan los preparadores físicos. Es muy bueno tener un jugador de esa característica. También la tienen Lautaro (Blanco) y Frank (Fabra). Saracchi entiende el juego asociado. Es un chico que entrena con Bielsa, eso facilita ciertas cosas a lo que pretendo yo. Me gusta que tiene juego asociado y que no finalice siempre por banda, sino que se meta por dentro«, contó Gago.
Es un privilegio ver en una cancha a Edinson Cavani porque evidencia su jerarquía cada vez que toca la pelota y porque corre como un juvenil hambriento. Ante el Tomba fue el mejor en la etapa inicial: participó del primer gol y anotó el segundo. El Matador es un delantero ideal para jugar con extremos porque tiene presencia física y porque puede tirarse atrás para generar espacios.
El tercero en el podio fue Aaron Anselmino, cada vez más afianzado. Al juvenil lo sienta bien jugar con un zurdo de compañero de zaga. La salida de Boca fue limpia, más allá de algunos errores. El jugador que fue comprado por Chelsea tiene un buen pase largo: ante el Tomba dejó mano a mano con una habilitación digna de un central europeo.
«Nadie tiene el puesto asegurado. En mi manera de trabajar todos necesitan jugar y se tienen que ganar la oportunidad en los entrenamientos. No sacó a un jugador por un rendimiento, pero sí lo pongo. A partir de eso, trato de que los jugadores tengan la motivación de que se tienen que ganar el puesto en el día a día», explicó Gago luego de la noche en la que pareció, por fin, arrancar su Boca.