¿Golazo? Go-la-zo de Julián Álvarez, el segundo de la Scaloneta en la versión «austera» sin Lionel Messi y con el retiro consumado de Ángel Di María, que terminó asegurando el partido con una ventaja de dos goles a siete del final.

Fue el décimo gol con la Selección en una cancha donde supo meter muchos con la camiseta de River. Ahí en el Monumental, habían pasado dos años desde el último.

El de la Eliminatoria ante Chile fue un gol en dos actos. Porque con todo el equipo en ataque, el delantero no tenía la pelota pero cubría su posición. Tras un rebote y recuperación de Enzo Fernández, Gio Lo Celso se la punteó.

Dos cosas hizo entonces Julián: acomodó la pelota con la derecha dejándola correr unos metros hacia adelante y a unos cinco metros de la línea del área grande, sacó un misil zurda que mandó la pelota derechito a la cara baja del travesaño para cruzar la línea de meta y picar antes de tocar la red. Gabriel Arias no tuvo reacción.

«Medio como que me caí y vi que pegó en el travesaño. Pensé que se había ido afuera. Me di cuenta por la reacción que había entrado», reconoció después del partido después de que terminaron los festejos por la obtención de la Copa América.

El festejo, entonces, comenzó desde el suelo y con los brazos en el alto con ambas manos repitiendo el gesto con el que el Hombre-Araña tira la tela, su superpoder. A diferencia del personaje de Marvel, el delantero del Atlético de Madrid, hace la diferencia con los pies.

¿Por qué fue posible el gol? Porque no fue reemplazado. A los 31 minutos estuvo a punto de ser reemplazado, corrió desde su sector hasta el medio junto a los bancos para que ingresara Alejandro Garnacho. Sin embargo en el banco cambiaron y el que salió fue Lautaro Martínez.

Con una agenda cargada, que incluyó Copa América y Juegos Olímpicos y en su trascurso un cambio de club, Julián Álvarez no se siente extenuado. «Fueron muchas cosas, pero es lo que toca, uno siempre tiene que estar preparado», distinguió.

Mudado de Manchester a Madrid, Álvarez admitió que palpitó el cambio de camiseta con entusiasmo, ya que es el sexto argentino en el Colchonero, donde es compañero de Juan Musso, Nahuel Molina, Rodrigo de Paul, Ángel Correa y Giuliano Simeone.

«Hablé con ellos, los días previos cuando estaban las negociaciones. Siempre es lindo compartir con argentinos. En el (Atlético de) Madrid me trataron muy bien, me dieron todas las herramientas para que mi sienta cómodo y todavía me estoy acomodando», admitió.

La próxima parada por Eliminatoria será en Colombia, donde enfrentará al mismo rival que venció en la final de la Copa América disputada en Estados Unidos.

«Sabemos que va a ser difícil, más después de la final y ahora ir a jugar a su cancha, así que va a ser un lindo partido», presagió el delantero que no detiene su marcha.



Fuente Clarin

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