El tenis italiano vive en este 2024 su mejor momento en mucho tiempo. No se trata solamente del gran presente de Jannik Sinner, que se clasificó para las semifinales de Roland Garros con un ritmo arrollador y se aseguró destronar a Novak Djokovic para convertirse a partir del próximo lunes en el primer singlista de su país en llegar a la cima del ranking. Detrás suyo aparece Matteo Arnaldi, protagonista de la primera gran sorpresa del cuadro masculino al eliminar en tres sets (7-6, 6-2 y 6-4) al ruso Andrey Rublev en la tercera ronda, y el talentoso Lorenzo Musetti, quien exigió a Djokovic y lo llevó hasta el quinto set en esa misma instancia.
Y entre las mujeres, además de la buena actuación de Elisabetta Cocciaretto -llegó por primera vez a los octavos de final en un Grand Slam-, Jasmine Paolini dio la nota este jueves al eliminar por por 6-3 y 6-1 a la ascendente Mirra Andreeva (17 años) para citarse con Iga Swiatek (6-4 y 6-2 a Coco Gauff) en la gran final del sábado. Previamente había tumbado a Elena Rybakina, la número 4 del mundo. De esta manera, por primera vez en la Era Abierta llegan, como mínimo, a las semis de un Major tenistas italianos en la rama masculina y en la femenina.
Y se suman Simone Bolelli y Andrea Vavassori, finalistas en dobles -enfrentarán al ganador de Zeballos/Granollers vs. Arévalo/Pavic-, y la dupla de Paolini con la experimentada Sara Errani, quienes se medirán a la rumana Ruse y a la ucraniana Kostyuk este viernes en una de las semifinales de la modalidad de parejas.
Hay que viajar en el tiempo para encontrar a uno de ellos consagrarse en un torneo de esta categoría en singles, lo que logró Sinner, de 22 años, en el pasado Abierto de Australia y lo que sueña Paolini (28) ahora mismo. En este siglo únicamente lo consiguieron Flavia Pennetta en la final 100% italiana ante Roberta Vinci del US Open 2015 y Francesca Schiavone en París en 2010. Luego, hay que retroceder a los títulos de Adriano Panatta (1976) y Nicola Pietrangeli (1959 y 1960), también en el polvo de ladrillo parisino. Jannik, presente y futuro del tenis masculino, llegó para tomar la posta de aquellos grandes campeones. Pero no está solo.
Italia, el vigente campeón de la Copa Davis -la segunda Ensaladera de Plata tras la de 1976- y finalista de la última Billie Jean King Cup, tiene hoy a nueve singlistas en el Top 100 del ranking ATP (Sinner, Musetti, Arnaldi, Luciano Darderi, Lorenzo Sonego, Flavio Cobolli, Luca Nardi, Fabio Fognini y Matteo Berrettini), la tercera marca más alta detrás de los diez de Francia y Estados Unidos. Y siete de ellos son menores de 24 años. En tanto, cinco italianas figuran en ese selecto grupo: Paolini, que se estrenará en el Top Ten el próximo lunes, Cocciaretto, Errani, Lucía Bronzetti y Martina Trevisan..
No es una casualidad, sino que hay un importante trabajo detrás. Fue en 2023 el país en recibir más Challengers, los torneos que catapultan a las grandes promesas hacia la élite profesional: un total de 23, por encima de los 22 de Estados Unidos y los 16 de España y Francia. Son dos Challengers 175 (Cagliari y Turín), cinco Challengers 125 (San Remo, Perugia, Montechiarugolo, Génova y Olbia), tres Challengers 100 (San Benedetto del Tronto, Trieste y Verona), 12 Challengers 75 (Rovereto, Barletta, Roseto degli Abruzzi, Roma, Francavilla al Mare, Vicenza, Modena, Milán, Cordenons, Todi, Como y Bérgamo) y el Challenger 50 de Ortisei.
Además, cuentan con el Masters 1000 de Roma, el tradicional Foro Itálico que hace unas pocas semanas conquistó Alexander Zverev y que vio aparecer a la leyenda de Rafael Nadal, campeón 10 veces allí.
La apuesta por el tenis en Italia es grande y está potenciada especialmente por la figura del extenista Andrea Gaudenzi, presidente de la ATP desde 2020 y reelecto el año pasado. La disputa del Torneo de Maestros en Turín como mínimo hasta 2025 y de las Next Gen ATP Finals en Milán entre 2017 y 2022 apuntan en esa misma dirección.
Además, este presente luminoso se debe, en gran parte, al proyecto federativo iniciado en 2001 por el extenista y presidente de la Federación Italiana de Tenis Ángelo Binaghi, quien se dedicó a fortalecer las categorías formativas. Binaghi también fue clave para aumentar el número de Challengers, promoviendo de esta manera el ascenso de las jóvenes talentos al circuito grande. Y hay una mayor atención de los medios masivos de comunicación que hace crecer la ola.
Sinner apunta a ser el mejor que vieron los tanos en su historia. Detrás vienen sus escuderos.