En noviembre de 2019, en una cancha dura bajo techo de Milán, un Jannik Sinner con cara de niño daba su primer golpe de efecto en el tenis profesional. Con apenas 18 años y tras haber ingresado al certamen como invitado especial de la organización, quien era el 95° del ranking sorprendía al conquistar el Masters de la Next Gen. El mundo empezó, entonces, a hablar de ese jovencito diestro, alto y delgado, que se había destacado en esquí cuando era pequeño y que había terminado eligiendo la raqueta por sobre ese deporte de invierno. Muchos se animaron a asegurar que estaba destinado a hacer grandes cosas. El tiempo se encargó de darles la razón. Y muy rápido, porque en apenas cinco años, el nacido en San Candido se convirtió en uno de los mejores exponentes del tenis y el domingo, también en un court de cemento indoor de su país, gritó campeón en las ATP Finals de Turín, se transformó en el primer italiano en levantar el trofeo de “Maestros” y le puso el broche de oro a una temporada histórica.
“Fue un año increíble. Muchas victorias, muchos títulos. No se podría haber cerrado mejor. Estoy muy feliz”, reconoció Sinner, tras arrasar por un doble 6-4 al estadounidense Taylor Fritz en la final del certamen.
“Este un evento muy especial, puede que el más especial de todos. Fue un torneo de muy alto nivel por mi parte. Por momentos, no podría haber jugado mejor, así que estoy muy contento. Este título significa mucho para mí”, reconoció.
Lo qué pasó sobre la cancha del Inalpi Arena fue otra demostración de lo dominante que es hoy el tenis de Sinner. Fritz, que buscaba ser le primer estadounidense en ganar el certamen desde Pete Sampras en 1999, jugó un gran partido, pero no estuvo ni cerca de la victoria. ¿Por qué? Porque su rival estuvo intratable, sobre todo con su saque y con su derecha, y mostró una convicción impresionante para elevar la presión sin piedad cuando lo consideró necesario y salir airoso de los pocos momentos en los que se vio en problemas.
“Estoy sorprendido conmigo mismo, esto no es normal”, había dicho en la previa de la final. Ese pensamiento pasó por la cabeza de todos los que disfrutaron del show de Sinner en Turín, que tendrá un capítulo especial en los libros grandes del tenis.
Jannik, de 23 años, fue el primer jugador en ganar el torneo que cierra cada temporada sin ceder ningún set desde Ivan Lendl en 1986. Fue el primero nacido en los años 2000 en levantar ese trofeo y el primero en hacerlo en su país desde Andy Murray en la edición 2016 que se jugó en Londres.
Como campeón invicto, se llevó el premio más alto de la historia del circuito masculino, 4.881.500 dólares. Un monto que equivale a algo más de un tercio de lo que había acumulado en el resto del año (unos 12 millones). Pero que, curiosamente, no superó los seis millones que embolsó hace unas semanas por ganar, con tres victorias, el 6 Kings Slam, la millonaria exhibición que se disputó en Riad, organizada por el gobierno de Arabia Saudita.
Tan apabullante como su paso por Turín fue su 2024, en el que brilló en las citas importantes del calendario y firmó una campaña para la historia.
Australian open 🇦🇺
Rotterdam 🇳🇱
Miami 🇺🇸
Halle 🇩🇪
Cincinnati 🇺🇸
US Open 🇺🇸
Shanghai 🇨🇳
Nitto ATP Finals 🇮🇹@janniksin 2024 season was one to remember! 👏 pic.twitter.com/OcJAgnvT8E— Tennis TV (@TennisTV) November 17, 2024
Sinner -que irá ahora a Málaga para las Finales de la Copa Davis, en las que liderará el equipo que debutará ante Argentina y buscará revalidar la corona- cerró el año con 8 títulos (lleva 17 en su carrera) y 70 victorias (solo seis derrotas), más que nadie en este 2024. La última vez que un jugador había conseguido números de ese calibre había sido en 2016, cuando Murray sumó 9 trofeos y 78 triunfos.
Además de Turín, se coronó en el Australian Open y el US Open -igualando un logro de Guillermo Vilas, el último que había ganado sus dos primeros “grandes” en una misma temporada, en 1977-; los Masters 1000 de Miami, Cincinnati y Shanghai; y los ATP 500 de Rotterdam y Halle.
El festejo en las ATP Finals lo transformó en apenas el tercer jugador en conseguir tres títulos más importantes en canchas duras en una misma temporada. ¿Los otros dos en lograrlo? Roger Federer y Novak Djokovic. El suizo ganó Australia, Flushing Meadows y el Masters en 2004, 2006 y 2007. El serbio logró ese triplete en 2015 y 2023.
Su implacable rendimiento en las canchas se reflejó en el ranking. El 10 de junio, días después de caer en las semis de Roland Garros ante Carlos Alcaraz (el único rival que pudo vencerlo más de una vez -3- en el año), se trepó al primer escalón del ranking, posición que no abandonó más y que conservará, al menos, hasta el primer Major de 2025. Fue el primero en llevar la bandera italiana hasta la cima.
La única mancha de este año fue su doble positivo por clostebol en dos controles antidoping que le realizaron en marzo. Su absolución tras demostrar que fue por un descuido de su equipo generó polémica y fuertes críticas (incluso de algunos de sus colegas) por considerar injusto el tratamiento que recibió su caso. Él logró abstraerse del escándalo -aún inconcluso, luego de que la Agencia Mundial Antidoping apelara la decisión de la ITIA (Agencia de Integridad del Tenis) y pidiera una suspensión de al menos un año- y enfocarse en jugar.
Sus récords y sus números de este año asombran, pero que no son el motor que mueve a un imparable Jannik.
“No me interesa ser el primero en una u otra cosa, son solo estadísticas”, afirmó. “Este año no había un objetivo específico de ganar un Grand Slam o ser el número uno o lo que sea. La mentalidad con la que encaramos todo el 2024 fue tomar lo que podíamos tomar, intentando subir mi nivel en momentos concretos, y del resto, aprender. Yo siempre intento mejorar como jugador y entender qué puedo hacer mejor”.
Con esa cabeza competitiva y ese hambre por seguir creciendo que parece insaciable -quizás las principales razones de su enorme presente-, afirmó: “Todavía hay margen para mejorar, aunque sean pequeños detalles. Cuanto más alto jugás, más detalles marcan la diferencia”.
Y cuando tuvo que proyectar su próxima temporada, no quiso apurarse.
“La afrontaré de la misma manera que esta, manteniendo la calma, teniendo mi conexión con mi equipo, tomándomelo en serio pero también relajado, en ambos sentidos. Será un año de muchas primeras veces. Pero no importa si es un Grand Slam o algo más. Solo tienes que ser tú mismo como jugador. Luego veremos cómo va. Siempre digo que el tenis es impredecible, nunca sabes lo que puede pasar”, reflexionó Jannik Sinner, el primer “Maestro” italiano. El hombre récord del circuito en 2024. El nuevo emperador en el tenis mundial.