En un US Open cargado de sorpresas, que se quedó muy rápido sin varios de sus máximos favoritos, y en medio de la polémica que generó su caso de doping, a Jannik Sinner no le tiembla el pulso. El italiano, número uno del mundo, sigue avanzando firme sobre el cemento de Flushing Meadows y con su victoria en tres sets ante el local Tommy Paul se aseguró un lugar entre los ocho mejores y se citó con Daniil Medvedev en un duelo de cuartos de final con gusto a final anticipada. Y de paso volvió a hacer historia y anotó su nombre en un selecto grupo que integran, entre otros, las leyendas del Big 3.
Es que el nacido en San Candido se convirtió en el octavo jugador en alcanzar esa instancia en los cuatro Grand Slams en una misma temporada desde el año 2000. Fue campeón en Australia, donde levantó su primer trofeo en esta categoría, semifinalista en Roland Garros, alcanzó los cuartos en Wimbledon y ahora la misma instancia en Nueva York.
Así, igualó lo que consiguieron ocho veces Novak Djokovic (2010-2015, 2021 y 2023) y Roger Federer (2005-2012), en cinco ocasiones Rafael Nadal (2008, 2010, 2011, 2018 y 2019), en cuatro Andy Murray (2011, 2012, 2014 y 2016), en dos temporadas David Ferrer (2012 y 2013) y en una Stan Wawrinka (2015) y Andre Agassi (2001).
Y con 23 años y 17 días, se transformó en el tercer jugar más joven de la Era Abierta en lograr ese póker de cuartos en Majors en un mismo año, detrás de Pete Sampras, que lo hizo en 1993 con 22 años y 18 días, y Rafa, en 2008 con 22 años y 83 días.
Este miércoles deberá ratificar su buen camino en un duelo que -por los nombres que quedan en el cuadro- tendrá sabor a definición. Enfrentará a Medvedev, quinto favorito. Y sin desmerecer el gran presente de Paul, el ruso, que también llegó a esta instancia con solo un set perdido (en primera ronda), será la primera gran prueba para el italiano.
El moscovita es el otro jugador de cuartos que ya sabe lo que es ganar un «grande», ya que fue campeón en este torneo en 2021. Y además lidera el historial de enfrentamientos con Sinner con siete victorias en doce partidos. Este año jugaron tres veces, dos en Grand Slams. El italiano se impuso en la final en Australia, tras perder los dos primeros parciales. Y Medvedev se quedó con un durísimo choque también a cinco sets en los cuartos de Wimbledon.
«Un duro desafío», anticipó el número uno, posición que tiene asegurada al menos hasta el ATP de Beijing, que se disputará del 26 de septiembre al 2 de octubre. «Habrá puntos largos, así que espero estar preparado. Será un partido físico, pero también mental. Le gané en Australia y él me venció en Wimbledon. Así que espero que sea un buen partido. Intentaremos hacer lo mejor posible en la pista y veremos cómo va».
«Trataré de pensar en más en el que jugamos en Londres que en el de Melbourne», bromeó Medvedev, que viene de vencer por 6-0, 6-1 y 6-3 al portugués Nuno Borges. «Con Jannik siempre tuvimos choques duros. Siento que conocemos nuestro juego y sabemos qué trataremos de mostrar en la cancha. Probablemente tendremos un gran partido. Sé que si quiero vencerlo tengo que jugar en mi mejor nivel», agregó.
Sinner arrancó su camino en el último «grande» del calendario con más presión que nunca. Y no por su condición de número 1 del mundo y por las enormes expectativas provocadas por su enorme 2024, en el que lleva ganados cinco títulos (más que ningún otro jugador). En los primeros días de acción del torneo todos hablaban sobre su absolución tras haber dado positivo por clostebol en dos controles realizados en marzo. Muchos consideraron injusto el tratamiento que recibió su caso y la falta de suspensión por la ingesta de una sustancia prohibida, que él y su equipo probaron que fue por un descuido.
El tema sigue caliente y en las últimas horas se escucharon las opiniones de dos de los mejores de la historia.
«Yo al final confío en la buena fe de la gente y no creo que Sinner se haya querido dopar. Tampoco creo que la justicia nos tenga que gustar sólo cuando se resuelve de la manera que nosotros pensamos. Confío totalmente que si no lo han sancionado es porque los que han tenido que juzgar este caso han visto de una manera muy clara que lo que había no era sancionable. No me creo que porque sea Sinner no le vayan a sancionar y si fuese otro, sí», analizó Nadal en una entrevista con el programa español El Hormiguero.
En tanto, en su paso por el show estadounidense Today, Federer reflexionó: «Creo que todos confiamos en que Jannik no hizo nada, pero la inconsistencia de que no fuera provisionalmente sancionado mientras no estaban cien por ciento seguros de lo que estaba pasando, esa es la pregunta que necesita respuesta. Entiendo la frustración de decir ‘¿Lo han tratado igual que a los demás?’. Y creo que ese es el punto de la discusión. Pero es lo que es y tenemos que confiar en el proceso así como en cualquiera de los implicados aquí».
En el vestuario hubo críticas mucho más duras, como las del australiano Nick Kyrgios y el canadiense Denis Shapovalov, que calificaron de «privilegiado» el trato que se le dio al caso. Sinner aguantó los golpes –«En mi mente sé que no he hecho nada malo y estoy satisfecho por cómo manejé la situación», afirmó- y se enfocó en jugar. Y dentro de la cancha, dejó claro por qué es hoy el mejor jugador del circuito.
En lo que va del torneo perdió solo un set, el primero del duelo que le ganó al estadounidense Mackenzie McDonald en el debut. Luego cedió apenas seis games ante otro local, Alex Michelsen, y otros siete frente al australiano Christopher O’Connell.
Paul, 14° favorito y en el mejor momento de su carrera, lo hizo trabajar y lo forzó a levantar una desventaja de dos quiebres en el parcial inicial. Pero Sinner volvió a mostrar una enorme mentalidad ganadora y se llevó la victoria por 7-6 (7-3), 7-6 (7-5) y 6-1 para sumar su octava victoria al hilo y extender la racha ganadora que arrastra desde el Masters 1000 Cincinnati, donde conquistó el título.
Así, confirmó que es más que nunca el gran candidato a coronarse en Nueva York, sobre todo tras las despedidas anticipadas de Djokovic y Carlos Alcaraz, sus más grandes amenazas, en tercera y segunda ronda, respectivamente.
Si supera ahora a Medvedev, llegará a su novena semifinal de un año, en el que lleva disputados 12 torneos (este incluido) y está mostrando una enorme regularidad, a pesar de haber tenido que lidiar con una lesión de cadera y una gripe que lo hicieron perderse o mostrar un bajo nivel en algunas citas importantes.
En semis iría por el pase a la final ante el ganador del choque entre Alex De Miñaur, 10° preclasificado, y Jack Draper, 25°. Mientras que en la otra mitad del cuadro, el candidato para llegar al duelo decisivo era Alexander Zverev, 4° y finalista en Flushing Meadows en 2020. Sin embargo, el californiano Taylor Fritz, número 12 de la ATP, lo eliminó con parciales de 7-6 (7/2), 3-6, 6-4 y 7-6 (7/3).
Con un tenis de altísimo nivel y una fortaleza mental que le permitió sobrellevar sin problemas los días difíciles tras conocerse su positivo, y con un camino allanado por la caída sorpresiva del número dos y el tres del mundo, Sinner se coló otra vez entre los ocho mejores de un «grande» y está a tres victorias de la gloria en Nueva York. ¿La alcanzará?