Hay una preocupación central por estos días en Independiente. Ya resuelto el tema del nuevo entrenador y con Julio Vaccari ya en funciones, ahora la dirigencia roja se mueve para tratar de abrir el candado de las inhibiciones para poder salir al mercado y cumplir con algunos pedidos del flamante entrenador. No es nada fácil porque tiene deudas que superan los 5 millones de dólares en total. Sin embargo, el presidente Néstor Grindetti y compañía aceitan el mecanismo para tratar de levantar la barrera que lo frena en cada receso.
El ingreso de dinero fresco le permite al club de Avellaneda empezar a ver algo de luz al final del túnel. La venta de Ayrton Costa al Royal Antwerp de Bélgica le dejó casi 2 millones de dólares netos y, si bien no cobró todo junto, esto le da una herramienta más a la hora de negociar con los acreedores.
Además, la venta de abonos marcha con un gran ritmo. Los hinchas superaron los 10 mil abonos adquiridos, lo que equivale a una entrada de más de 2 millones de dólares (a tipo de cambio oficial) y contando. Por otro lado, se ultiman detalles para acceder a un préstamo con el Banco Nación por otros dos millones de dólares.
Con todo esto sobre la mesa, Grindetti y sus pares avanzan con las negociaciones para levantar cada una de las inhibiciones. Son cinco en total. Tres de ellas, de sencilla resolución. Menos de 2.000 dólares exige Edgar Elizalde, casi 100 mil dólares debe cancelar al Mazatlán por Sebastián Sosa y 460 mil de la moneda estadounidense corresponden al Xolos de Tijuana por Facundo Ferreyra.
Estas deudas son «pagables» y no son el principal dolor de cabeza. Hay otras dos que son mucho más abultadas y concentran el mayor problema. Se trata de los reclamos de Fernando Gaibor y de Gastón Silva.
El ecuatoriano debe cobrar 2.379.000 dólares por una deuda salarial. A este monto se suma un interés del 5 por ciento anual que está corriendo desde febrero del 2023. Existen conversaciones avanzadas con su representante, José Chamorro, quien podría viajar al país en estos días para tratar de llegar a un acuerdo por un plan de pagos, previo pago inicial.
La postura más rígida la tiene el uruguayo Silva, cuya deuda asciende a 2.276.000 dólares, que son el resultado del 1.650.000 que Silva reclamó en un principio correspondientes a su sueldo, 296.000 de intereses que corrían desde 2022, y 330.000 de multa por no haber cumplido con el pago inicial.
La cuestión es que al charrúa ya le incumplieron con varios planes de pagos que aceptó con buena voluntad, el último ya con la gestión actual de Independiente. Por eso ahora busca cobrar todo junto, aunque en el Rojo continúan trabajando para intentar destrabar la situación.
El mercado de pases invernal es extenso en el fútbol argentino (quedan dos meses más) y esto le da más margen a los directivos del Diablo para maniobrar. Vaccari quiere un defensor central zurdo, un extremo y un lateral derecho (en caso de que rescinda Mauricio Isla). Pero sabe que recién podrá incorporar cuando Independiente levante hasta la última inhibición.