Cuando Los Pumas y Nueva Zelanda den comienzo el sábado a la edición 2024 del Rugby Championship, jugarán con algunas modificaciones en el reglamento. La World Rugby intenta darle una dinámica uniforme a las distintas competencias que se organizan bajo su ala y llega entonces la posibilidad de reemplazar a un jugador expulsado a los 20 minutos de la sanción original.
De esta manera la Sanzaar –la organización deportiva que nuclea a las federaciones de Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia y Argentina– incorpora la norma que estrenó el Super Rugby.
La principal idea detrás de esta modificación es equilibrar el castigo. El jugador que reciba una roja será expulsado y no podrá volver a la cancha y luego será castigado por un tribunal disciplinario. Sin embargo 20 minutos después de la tarjeta, podrá ingresar un sustituto.
Este cambio busca que el equipo afectado “no sufra una desventaja desproporcionada, promoviendo un juego más fluido y justo”, según lo fundamentó la propia Sanzaar en un comunicado. La mecánica tiene una raíz en la tarjeta amarilla, que deja al equipo con uno menos durante 10 minutos, cuando expira el castigo y puede reingresar.
Sin embargo, hay una restricción para esta innovación que aplica para situaciones de juego como un tackle alto. Si la expulsión se debió a juego sucio deliberado, allí no hay regla de 20 minutos y el equipo que perdió un integrante jugará con uno menos hasta la finalización del partido.
Otra innovación para esta edición del Championship es la regla del bunker que debutó en el Mundial de Francia 2023: cuando un árbitro le muestra una tarjeta amarilla a un jugador, mientras este espera que expire la penalización, el TMO tiene 10 minutos para analizar la jugada de la infracción y convocar al referí desde el bunker –de ahí el nombre de la regla- y determinar la expulsión por la gravedad de la infracción.
De acuerdo con los resultados, el Consejo de World Rugby tomará una decisión sobre su implementación global en noviembre. Además, están en estudio otras particularidades reglamentarias.
No será posible habilitar a un jugador en juego cuando un contrario atrape la pelota y corra cinco metros, o lo pase. Los jugadores en offside deben intentar retirarse de tal manera que el equipo contrario tenga espacio para jugar. De esta manera la organización pretende reducir la cantidad de patadas de un lado al otro.
Tampoco será posible elegir un scrum a partir de un free-kick: estos deben ser jugados o pateados. La acción de girar o quitar a un jugar de pie en la zona del tackle será sancionada con penal.
A partir del sábado, cuando un jugador sea expulsado en el Championship, también tendrá tabulada la suspensión automática correspondiente: Aquellos que la hayan recibido por juego sucio tendrán dos semanas, si falta la se debió a errores en la técnica. En cambio, se ve agravado por tratarse de una acción altamente imprudente o ilegal (un tackle sin brazos, por ejemplo, la pena será de un mes.