Un nuevo doping sacudió al mundo del tenis. Iga Swiatek, número dos del mundo y ganadora de cinco Grand Slams, reveló que recibió una suspensión de un mes tras dar positivo por trimetazidina en un control realizado fuera de competencia en agosto pasado. La polaca, que en ese momento lideraba el ranking, demostró que ingirió la sustancia por error, al tomar un medicamento que es legal en su país pero que estaba contaminado, por lo que la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) determinó que su culpa estaba “en el extremo más bajo del rango» y le aplicó una sanción de 30 días, que finalizará el 4 de diciembre.
Es el segundo positivo de alto perfil de la temporada tenística que está terminando. Jannik Sinner, número uno del ranking ATP, también dio positivo por clostebol en dos controles de marzo. A diferencia de la polaca, tras probar que la sustancia llegó a su cuerpo por un descuido, el italiano no tuvo que cumplir una suspensión, aunque la Agencia Mundial Antidoping apeló en septiembre su absolución, una instancia que aún está en revisión.
«He librado la batalla más dura de mi vida», comentó Swiatek en un video que compartió en sus redes, en el que contó finalmente todo lo que vivió. «Enterarme del positivo fue un golpe enorme para mí, estaba en shock y toda esta situación me generó mucha ansiedad. Al principio no podía entender cómo todo podía ser posible y tampoco de dónde venía. Al parecer, en el test se revelaron niveles muy bajos de TMZ, una sustancia sobre la que nunca había escuchado en mi vida y ni sabía ni que existía, con la que jamás he tenido contacto, ni yo ni la gente que me rodea. Así que tuve un gran sentimiento de injusticia», completó.
Según el comunicado de la ITIA, Swiatek falló el test que le realizaron el 12 de agosto, justo antes del WTA 1000 de Cincinnati, en el que llegó a semifinales. La jugadora recibió la notificación sobre su violación el 12 de septiembre, tuvo que devolver el premio en dinero que había ganado en aquel certamen estadounidense (158.944 dólares) y desde ese día comenzó a cumplir una suspensión provisional de un mes. La ex número 1 apeló el castigo dentro de los diez días después de ser notificada, por lo que el caso no se divulgó públicamente, y comenzó a trabajar en su defensa con su equipo.
«Las primeras semanas fueron caóticas. Reaccionamos de inmediato y actuamos de acuerdo con lo que nos decía la ITIA. La concentración detectada era extremadamente baja y sugería (o más bien dejaba claro) que o bien la muestra estaba contaminada o bien un suplemento o medicamento que estaba tomando estaba contaminado. Por eso nos concentramos en estudiar todos los alimentos y todas las medicinas que tomo», explicó Swiatek, bronce olímpico en singles en París 2024.
Finalmente, la polaca descubrió que la culpable había sido la melatonina, un medicamento de venta libre en su país que utiliza regularmente para tratar el jet lag y los problemas para dormir que sufre en los viajes. «El lote que llevaba encima y había utilizado antes del torneo de Cincinnati se había contaminado durante su fabricación», explicó.
Y luego de hacer su descargo, la ITIA aceptó su explicación y acordó levantar la suspensión provisional el 4 de octubre, mientras continuaba la investigación.
Durante esa inactividad de 22 días -que desde su entorno, dijeron, respondía a «motivos personales»- Swiatek se perdió tres torneos importantes, el 500 de Seúl y los 1000 de Beijing, donde defendía el título, y de Wuhan. En total no pudo revalidar 1.100 unidades (contando otras 100 que había ganado en esas semanas el año pasado en Tokio). Luego, decidió bajarse también de los 500 de Ningbo y de la capital japonesa, a fines de octubre. Y sin chances de alimentar su ranking, terminó cediendo el número uno en manos de Aryna Sabalenka.
Tras su apelación, Swiatek -ganadora este año en Doha, Indian Wells, Madrid, Roma y Roland Garros– pudo volver a jugar. Disputó las WTA Finals en Riad, en las que no pudo superar el round robin, y las Finales Copa Billie Jean King Cup en Málaga, en la que Polonia llegó a semis y perdió con Italia, luego campeón. Y tras aceptar el miércoles su negligencia y la suspensión de un mes, terminará de cumplir los ocho días que le quedan pendientes y quedará habilitada para regresar a competir tras el 4 de diciembre.
«Una vez que se estableció la fuente del TMZ, quedó claro que este era un caso muy inusual de un producto contaminado, que en Polonia es un medicamento regulado. Sin embargo, el producto no tiene la misma designación a nivel mundial y el hecho de que sea un medicamento regulado en un país no puede ser suficiente por sí mismo para evitar cualquier nivel de culpa”, explicó Karen Moorhouse, directora de la ITIA.
Y concluyó: «Teniendo en cuenta la naturaleza del medicamento y todas las circunstancias, sí coloca esa culpa en el extremo más bajo de la escala. Este caso es un recordatorio importante para los tenistas sobre la naturaleza de responsabilidad estricta del Código Mundial Antidopaje y la importancia de que los jugadores consideren cuidadosamente el uso de suplementos y medicamentos».
La WTA reconoció en un comunicado la determinación de la ITIA y, al mismo tiempo, respaldó a Swiatek, «quien ha demostrado constantemente un fuerte compromiso con el juego limpio y la defensa de los principios del deporte limpio».
«Este desafortunado incidente pone de relieve los retos a los que se enfrentan los atletas en el uso de medicamentos y suplementos», destacó la asociación que rige el circuito femenino. Y llamó a sus jugadoras a «tomar todas las precauciones para verificar la seguridad y la conformidad de todos los productos que utilizan, ya que incluso la exposición involuntaria a sustancias prohibidas puede tener consecuencias importantes».
Swiatek, por su parte, aseguró: «Lo más importante para mí fue demostrar mi inocencia. Ahora que todo está llegando a su fin, me han impuesto una suspensión simbólica de un mes. Ya he cumplido 22 días, me quedan ocho más. Eso significa que puedo empezar la temporada 2025 limpia y me centraré en lo que siempre he hecho, simplemente en jugar a tenis. Esta experiencia es la más difícil de mi vida, pero me ha enseñado mucho. Volver a jugar y competir en las WTA Finals y la BJK me dio muchas emociones positivas y me permitió disfrutar de mi juego otra vez».
«Todo esto se quedará conmigo por el resto de mi vida, hizo falta mucha fuerza para volver a entrenar después de esta situación que casi me rompe el corazón. Hubo muchas lágrimas y muchas noches sin dormir. La peor parte de esto fue la incertidumbre, no sabía qué pasaría con mi carrera, no sabía cómo terminaría la situación o si no podría seguir jugando tenis. Por eso, estoy muy agradecida a mi familia y a mi equipo, a todos los que se quedaron a mi lado sin importar qué había sucedido», reflexionó la jugadora.
Y cerró: «Admito que esta situación me golpeó duro porque toda mi vida me esforcé por tener una carrera que pudiera ser un ejemplo para las futuras generaciones. Una carrera que fuese justa, que demostrara que siempre lo he sido, que demostrara todos los valores que deberían tener los deportistas. Tengo la sensación de que esta situación puede lastimar la imagen que he estado construyendo durante años. Por eso, espero que entiendan lo que sucedió, que no tenía control sobre esto y que no podía hacer nada para evitar este desafortunado acontecimiento. Espero que me sigan apoyando, porque no estoy segura que sin mis fanáticos pueda encontrar la fuerza para seguir adelante y seguir luchando».
Swiatek y el caso Sinner
El caso de Swiatek puso otra vez en boca de todos el de Jannik Sinner, que en marzo dio positivo en dos controles por clostebol, un esteroide anabolizante que se halla en el listado de drogas prohibidas. Tras probar que la sustancia había ingresado a su organismo por un descuido de su fisioterapeuta, quien había utilizado un aerosol de venta libre para tratarse un corte en un dedo y luego había contaminado al tenista al aplicarle masajes, fue absuelto en agosto, justo antes del inicio del US Open, en el que conquistó su segundo Grand Slam del año y de su carrera.
El único castigo que recibió Sinner fue la pérdida de los puntos y los premios que ganó en Indian Wells, el torneo en el que fue tomada la muestra que arrojó el primer positivo, el 10 de marzo, y en el que alcanzó las semifinales.
Luego de que la polaca revelara lo que vivió y que la ITIA publicara su comunicado al respecto, las redes sociales se llenaron de mensajes de fanáticos del tenis que volvieron a señalar la disparidad del tratamiento que suelen recibir este tipo de casos. La pregunta que muchos plantearon fue ¿por qué Swiatek fue suspendida y Sinner no?
Según señalaron los expertos la principal diferencia entre los dos positivos es que la polaca admitió haber tomado melatonina, sin saber que estaba contaminada, y aceptó su negligencia y, eventualmente, la sanción.
El italiano, en cambio, demostró que su positivo se dio por una contaminación transdérmica que fue responsabilidad de un miembro de su equipo -no suya- y apeló la sanción provisional de la ITIA, que decidió absolverlo.
La situación del nacido en San Candido, igual, podría cambiar si el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) da lugar a la apelación de la Agencia Mundial Antidoping (WADA) de rever la decisión de la ITIA y aplicarle una suspensión de entre uno y dos años.
La resolución del caso Sinner fue para muchos injusta y desde fanáticos hasta otros jugadores reclamaron abiertamente que hubo otros tenistas en el pasado que fueron suspendidos por situaciones similares y que el italiano, quizás por su condición de número 1, recibió un trato preferencial. Y la noticia del positivo de Swiatek, que sí recibió un castigo (aunque mínimo), no hizo más que volver a alimentar la polémica en torneo al doping del líder de la ATP.