Marcelo Gallardo tiene una pasión desenfrenada por la Copa Libertadores. Tanto que, con 99 partidos, se convirtió en el entrenador argentino que más dirigió en el certamen y, en el que más mano a mano superó con un club. El Muñeco, tras su llegada, y luego de haber pasado a Talleres de Córdoba, revivió la ilusión de los hinchas de River, que sueñan con estar en su estadio el 30 de noviembre cuando se juegue la final del torneo continental.
A la par de haber disfrutado los triunfos contra los cordobeses y el pasaje a los cuartos de final, y de sentir alegría por pasar su primer gran desafío en su segundo ciclo como entrenador del club, Gallardo, fiel a su estilo, no se relaja y ya piensa en lo que viene. Después de la urgencia y del morbo que había en el ambiente antes de esta serie de octavos de final, buscará ahora intensificar el trabajo para ir dándole al equipo su impronta y construir una identidad futbolística.
De todos modos, en estas dos semanas y media de trabajo que lleva, ya se vio algo de lo que pregona Gallardo. El equipo intentó ser más intenso, tener más dinámica, mayor rigor físico y presión. Se vio otra actitud en los jugadores. Y eso llevó a que River sea “serio”, tal como destacó el técnico y los futbolistas que hablaron (Miguel Borja, Matías Kranevitter y Maxi Meza) tras lograr la clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Es más: se ve otro ánimo en los jugadores y con algunos de ellos ya se ven signos de recuperación, como son los casos de Santiago Simón (jugando en su posición, como “8”) y Kranevittter, dos de los mejores en la victoria por 2 a 1 sobre Talleres. Y también sumó jerarquía, claro. Fabricio Bustos, Germán Pezzella y Maxi Meza ya la exhibieron en el campo de juego. Y ahora falta el debut de Marcos Acuña, que ya está listo para jugar y será anotado en la lista de la Copa para los cuartos de final.
¿Pueden llegar todavía más jugadores? No se descarta. Aunque Gallardo bajó la espuma de la efervescencia que se había generado a partir de las llegadas de las figuras mencionadas.
«No hay una búsqueda de algo específico. Entiendo que nosotros hemos podido puntualizar sobre el mercado en jugadores de una jerarquía importante. Pero de ahí se hizo una bola importante que no tiene sentido. A partir de ahora queremos conformar el mejor plantel posible para competir en los frentes que tenemos», afirmó el Muñeco. Y agregó: “Si realmente vemos que necesitamos algo, lo vamos a hacer».
Marcelo Gallardo le cambió el humor a los hinchas de River. Foto: EFE/Juan Ignacio RoncoroniGallardo, a su vez, afirmó que no habló con James Rodríguez. El colombiano, de todos modos, estuvo en el radar, pero su intención era volver a Europa. Y está por arreglar su vinculación con Rayo Vallecano de España.
El entrenador del Millonario tenía la intención de incorporar un volante ofensivo. Pero solo llegará alguien si aparece alguna oportunidad específica, tal como manifestó el propio técnico. Eso sí, la búsqueda tiene que estar centrada en el mercado local ya que para fichajes internacionales cerró este jueves a la noche. Sin embargo, por el momento, no hay un jugador que seduzca como para traer ahora en el ámbito del fútbol argentino.
Mientras tanto, Gallardo también estará enfocado a terminar de definir su plantel. Hoy cuenta con 35 futbolistas pero ese número podría reducirse en los próximos días. En las últimas horas del jueves, Felipe Peña Biafore fue anunciado como nuevo refuerzo de Lanús.
Y hay, en principio, otros tres jugadores que dejarían el club. Uno de ellos es Franco Carboni, quien rescindirá su contrato, volverá a Inter de Italia y será cedido a Venezia. Otro puede ser Federico Gattoni y el restante sería Nicolás Fonseca.
Son futbolistas que llegaron en los últimos dos mercados de pases. El uruguayo, en el verano y los otros tres el mes pasado. No estaba aún Gallardo, claro. Además, los juveniles Daniel Zabala e Ian Subiabre podrían ser cedidos a préstamo para foguearse en otros clubes. En tanto, Estudiantes quiere a Sebastián Boselli y Rayados de Monterrey a Pablo Solari.
De todos modos, la intención del Muñeco no pasaría por desprenderse ahora de muchos futbolistas, sino de algunos casos puntuales.