A Norberto Menutti no lo sorprende el llamado periodístico y enseguida se muestra dispuesto a charlar sobre su trayectoria futbolística, aunque sabe, en el fondo, que hay dos momentos destacados después de 16 años defendiendo el arco de Lanús, Los Andes, Flandria, Rosario Central, Deportivo Cali, Junior de Barranquilla y otra vez Los Andes. El 24 de diciembre pasado cumplió 81 años, sigue viviendo en Lanús, como casi toda la vida, ya dejó de entrenar arqueros en Arsenal, algo que hizo durante 14 años, que se lastimó la cadera, que lo operaron, que por suerte tiene un hijo médico, que se ladea un poco para la izquierda pero que físicamente está igual. “80 kilos, como siempre, como cuando atajaba”, afirma.

Menutti es un apellido conocido para los más veteranos, los más memoriosos, pero un auténtico desconocido para las nuevas generaciones. También para el corrector automático del editor de textos de Clarín, que da como opciones Menotti (el Flaco, César Luis) o Munutti (Carlos, otro arquero de la década del 70). Pero tiene algo que no lograron ni el Pato Fillol ni el Loco Gatti ni el gran Amadeo Carrizo. Es protagonista de uno de los cuentos más famosos de la literatura deportiva argentina: 19 de diciembre de 1971, escrito por Roberto Fontanarrosa y que rememora el triunfo de Central sobre Newell’s en la cancha de River por la semifinal del Nacional de 1971, el día de la famosa palomita de Poy.

Norberto Menutti, el primero de arriba, arquero de Rosario Central campeón de 1971Norberto Menutti, el primero de arriba, arquero de Rosario Central campeón de 1971

“Decí que ese día, Dios querido, yo no sé qué tenía el Flaco Menutti que sacó cualquier cosa, sacó todo, vos no quieras creer lo que sacó ese día ese flaco enclenque que parecía que se rompía a pedazos en cada centro. Le sacó un cabezazo de pique al suelo a Silva que lo vimos todos adentro, hermano, que era para ir todos en procesión y besarle el culo al Flaco ése ¡Qué pelota le sacó a Silva! Ahí nos infartamos todos, faltaban cinco minutos y si nos empataban, te repito, éramos boleta en el suplementario”, escribió el escritor rosarino, reconocido hincha de Central.

La famosa palomita de Aldo Pedro Poy, que le dio el triunfo a Central 1-0 sobre Newell's, el 19 de diciembre de 1971. La famosa palomita de Aldo Pedro Poy, que le dio el triunfo a Central 1-0 sobre Newell’s, el 19 de diciembre de 1971.

“Fontanarrosa era un fenómeno, un tipo bárbaro”, le dice Menutti a Clarín y recuerda algo que sucedió el día que lo fue a ver a una obra. “Se dio cuenta que estaba yo, me hizo subir al escenario. Y hablaba de la palomita de Poy, pero decía que ese día había estado Dios del lado de Central y le decía a la gente que yo era Dios”, relata entre risas y nostalgias.

No fue lo único que sucedió en aquella famosa semifinal, que le permitió al Canalla jugar la final con San Lorenzo en la cancha de Newell’s y coronarse por primera vez campeón desde su incorporación a la AFA en 1939. “Estábamos concentrados en el Monumental. Me levanto al baño y escucho unos llantos. De pronto lo veo a Coco Pascuttini (Aurelio José, el marcador central) y me sorprendí, porque él era una tromba, una máquina, era raro que estuviese llorando”, cuenta el Flaco.

Se entusiasma y agrega detalles: “Le pregunto qué le pasaba y me dice que en Rosario había un quilombo bárbaro, que el presidente de Central (Víctor Vesco) había ido a hacer un trámite al banco y el cajero le dijo que desde el banco había salido un millón para el arquero y otro para el dos. Llamó a una reunión urgente de Comisión Directiva. Coco no quería jugar. Le dije ‘¿confías en mí’?, vamos a jugar que el señor está con nosotros’. Yo soy muy creyente y me dice, ‘sí, pero vos vivís en Buenos Aires y yo en Rosario, si perdemos me matan’. Los dos jugamos bárbaro, Además, Labruna (Ángel) nos dio todo su respaldo”.

"El bochorno de Lomas", fue título en la tapa de la revista Nuestro Ascenso de 1976, referencia al 3-3 entre Los Andes y Almagro.«El bochorno de Lomas», fue título en la tapa de la revista Nuestro Ascenso de 1976, referencia al 3-3 entre Los Andes y Almagro.

Esa semifinal ante Newell’s fue uno de los partidos más importantes de su extensa trayectoria y además hay una jugada que no olvida, la que relata justamente Fontanarrosa. “Patea el Mono Obberti, toco la pelota para atrás y me caigo dentro del arco, hay un rebote en el travesaño, entra Silva para cabecear, me rehabilito y se la saco. Esos recuerdos quedan, te marcan”, enfatiza.

El Flaco Menutti cuenta que siempre fue arquero, desde chico, en el barrio, en la calle, donde terminaba siempre lastimado porque se tiraba como se tiró y reaccionó en esa semifinal. Que vivía en la calle Guidi, que antes se llamaba General Acha y que todo derecho, a diez cuadras, terminaba la cancha. “Otra época, iba solo a entrenar”. Llegó a la Primera de Lanús, fue campeón y ascendió a Primera División. Pero el arquero titular era Rolando Irusta y muchas chances no tenía.

“Además, tuve una discusión con un dirigente y me dio el pase. Me fui un año a Flandria y entonces, mi gran amigo, Abel Da Gracca, quien jugaba en Los Andes, les dijo a los dirigentes que me contrataran. Armamos un equipo bárbaro, en la delantera jugaban Obberti y Da Gracca, y ascendimos a Primera. El técnico era Jim Lopes, un tipo muy serio”.

El primer gol de Almagro ante Los Andes, marcado por Luciano Figueroa, en agosto de 1976.El primer gol de Almagro ante Los Andes, marcado por Luciano Figueroa, en agosto de 1976.

De Los Andes pasó a Rosario Central. “En el último partido de 1969 fuimos a jugar a Rosario. Jugaban Bóveda, Poy y Gramajo. Empatamos 0-0, no me pudieron hacer un gol. El técnico era el Cabezón Enrique Omar Sívori. ‘Traigan a ese arquero’, dijo, y me contrataron”, explica.

Menutti en el piso, no pude evitar el tercero de Almagro, anotado por Gerónimo Luis Gigliani.Menutti en el piso, no pude evitar el tercero de Almagro, anotado por Gerónimo Luis Gigliani.

Luego de tres temporadas en el equipo rosarino, se fue a jugar a Colombia. “Otra vez Da Gracca fue el puente. El técnico era el Polaco Cap (Vladislao), se lesionó el arquero titular y fui para allá. Perdimos el campeonato por un punto. Anduve bien, pero el Polaco me dijo ‘vuelve Pedro Zape, que es el arquero de la Selección. Si no lo pongo me van a volver loco’, y me fui a Junior de Barranquilla. Un calor, mi mujer no quería saber nada. ‘Si querés quedate, yo me vuelvo’, me dijo. Y volvimos a la Argentina”.

El telón fue en Los Andes en 1976. Y resultó de película. No se retiró como lo hacen la mayoría de los jugadores. El 29 de agosto de 1976, por la 26a. fecha del torneo de Primera B, jugaban en el estadio Eduardo Gallardón, el Milrayitas y Almagro. La visita ganaba 2-0 con dos gritos de Luciano Figueroa, pero a los 41 minutos ya estaban 2 a 2 luego del penal convertido por Enrique Lanza y Juan Carlos Molina, de tiro libre. Ahí empezaron los problemas. Tras ese último gol, el árbitro Bísero echó a tres de Almagro por protestar: Figueroa, Hugo Piazza y Serafín Flotta. A los 13 de la parte final, vio la roja Daniel Cantero en el local y a los 18, con dos jugadores menos, el Tricolor aumentó a través de Gerónimo Luis Gigliani. Diez contra ocho, Los Andes llegó al 3-3 a través de Hugo Aimetta, a los 36 minutos del segundo tiempo con un gol olímpico. Un partido frenético. De película. Pero Menutti ya no estaba en la cancha.

La primera parte de la cobertura del diario Crónica del empate entre Los Andes y Almagro en 1976.La primera parte de la cobertura del diario Crónica del empate entre Los Andes y Almagro en 1976.

Relata la cobertura del diario Crónica: “La función finalizó a los 30 minutos del complemento. Fue el último acto. La hinchada local que aplaude cuando las cosas salen bien, se las tomó con Menutti. Cuando fue a recibir la pelota (en el primero y el tercero la pelota se le escapó) fue silbado. El “1” tuvo un ataque de nervios y se fue de la cancha. Tiró la cinta de capitán y los guantes (le colocaron una inyección para que se calmara) y su lugar lo ocupó Juan José López. Todo muy lamentable”.

La segunda parte de la cobertura del diario Crónica del empate entre Los Andes y Almagro en 1976.La segunda parte de la cobertura del diario Crónica del empate entre Los Andes y Almagro en 1976.

¿Fue tan así? Responde Menutti. “Sí, fui a buscar al árbitro y le digo: ‘¿Escuchó eso? ¡Me están gritando vendido!’. Podía soportar que me digan burro, desastre, pero vendido no. Me saqué los guantes y me fui. Estaba sacado, es verdad que me dieron una inyección para calmarme. No fue toda la gente de Los Andes, así que se armó una pelea a trompadas en la tribuna. No jugué nunca más al fútbol. Y no me arrepiento de lo que hice.

El empate de Los Andes, el 3-3 ya sin Menutti en la cancha, logrado por Aimetta, olímpico.El empate de Los Andes, el 3-3 ya sin Menutti en la cancha, logrado por Aimetta, olímpico.



Fuente Clarin

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