Franco Colapinto no se quiso conformar con solo avanzar a la Q3 de la clasificación para la Sprint Race de la Fórmula 1 en Austin: buscó más y cometió un error del que se lamentó apenas se bajó del FW46. Aunque el box todo de Williams festejaba por su gran resultado en su primera vez en el Circuito de las Américas -que encima fue reasfaltado, lo que le dio menor agarre-, el argentino de 21 años llegó al paddock con bronca. «No estoy contento, cometí el mismo error que en Baku», dice y recuerda aquella clasificación en la carrera en la que obtuvo los cuatro puntos que ostenta con orgullo en el campeonato, con los que encima se convirtió en el primer piloto argentino en puntuar en 42 años, desde Carlos Reutemann en 1982.
¿Qué fue lo que pasó en Texas, sede del Gran Premio de Estados Unidos? La historia hay que comenzar a contarla desde el principio, cuando en el único entrenamiento de la fecha 19, en un circuito desconocido hasta este viernes para él y con un auto con modificaciones por la actualización en la suspensión delantera, el pilarense fue uno de los pilotos que más giró -dio 27 vueltas, solo por detrás de Liam Lawson, que volvió a la F1 para ocupar el lugar que dejó vacante Daniel Ricciardo en RB-. Aunque el cronómetro le haya devuelto uno de los peores tiempos (fue 19° y quedó entre los Sauber de Valtteri Bottas y Guanyu Zhou), lo que hizo quien hasta julio corría en la Fórmula 2 fue acumular experiencia y datos para el plato fuerte del día.
Tenía solo 12 minutos para demostrar que podía avanzar más allá de la Q1 y, con neumáticos medios por primera vez, en su primera salida igualó el tiempo de Alex Albon, que en Austin disputa su GP número 100: 1m35s054. En su segundo intento, hizo un primer parcial flojo, incluso levantando tierra por pisar los pianos, pero mejoró y cerró con un registro casi medio segundo más veloz (1m34s606) para quedar transitoriamente 11° a la espera de lo que pasara con el resto. Entre esos otros pilotos estaba su compañero Albon, que exigido por el nivel del argentino hizo un trompo en la curva 19 y perdió la vuelta. «Perdón», dijo el tailandés, que quedó 18°. La máxima sorpresa, sin embargo, fue la eliminación de Oscar Piastri con el McLaren.
En la Q2, Williams no se demoró en mandarlo a girar, para evitar que tuviera que luchar con el tráfico, como finalmente le tocó en el desenlace de esos 10 minutos, cuando tuvo un encontronazo con Piere Gasly («¿Qué carajo hace? Casi chocamos», se quejó por la radio cuando el francés lo bloqueó). Colapinto siguió mejorando, aprovechando que la pista también lo hacía, y con un tiempo de 1m33s952 se puso séptimo.
Pero siete de los 15 pilotos seguían sin tiempo, ya que habían apostado a una única salida. Uno a uno, en un final que se vivía como una definición por penales, fueron quedando debajo suyo: primero Checo Pérez -que quedó entre los cinco eliminados como Gasly, Lawson y los Aston Martin de Alonso y Stroll- y luego Yuki Tsunoda, que pudo avanzar a la Q3 pero desde el décimo lugar.
Fue entonces, en la definición de la clasificación, cuando cometió el error que luego explicó: «Pedí más carga aerodinámica adelante, cometí el mismo error que en Baku. Se ve que no aprendí de ese error en la Q3 en Bakú. Estoy un poco frustrado con eso». Williams cumplió con su pedido milimétrico y además lo sacó rápido, solo con los Mercedes, para que pudiera tener un giro limpio con el neumático rojo. Pero el FW46 se pasó de agarre y provocó el trompo en la curva 12 que arruinó esa vuelta y la siguiente (en la que hizo el crono final de 1m34s406), porque el error lo sufrió la goma blanda.
«Hice un buen trabajo en la Q1 y en la Q2. Se ve que no aprendo porque el mismo cambio que hicimos en la Q3 en Bakú y volvió a no funcionar. Patiné en la 1, traté de recuperar en la 3, 4, 5 y 6, que metí mucha velocidad y fui muy rápido, y llegué a la 7 con la goma sobrecalentada, volví a patinar. No volvió a funcionar lo que hicimos, salí patinando de la 9. Traté de recuperar el tiempo como pude pero ya fue demasiado. No aguantaba el auto. Un error que tengo que aprender a controlar un poco más. Saber entender dónde está el límite de la goma y no llegar a ese punto. Pero yo siempre quiero más, más carga, más carga y a veces hay un punto en el que el auto dice basta», analizó.
La revancha para el piloto nacional llegará este sábado, en la Sprint Race en la que largará décimo («Hay una buena oportunidad de sumar puntos mañana», reconoció ya que debe terminar en el top 8) y luego en la clasificación para la carrera del domingo. «Comienza todo de cero, es verdad. Tengo ganas de clasificar de vuelta, me quedé caliente», dijo con la ambición de demostrar -y vaya si lo está haciendo- que se merece estar en la F1.