La sonrisa, al fin, aflora. ¿Cómo no sonreír si acaba de bajarse de un auto de Fórmula 1 y lo único que se escucha a su alrededor son personas gritando su nombre? ¿Cómo no permitirse una alegría en un fin de semana que comenzó con una de las tristezas más grandes? ¿Cómo no entregarse al cariño de los privilegiados hinchas que pagaron una de las entradas más caras o consiguieron una invitación para verlo pasar por el paddock? Atrás quedó el dolor, ese que dejó que lo atravesara el viernes, cuando llegó al Autódromo José Carlos Pace, aquí en San Pablo, cabizbajo y solo habló con la transmisión oficial del canal de F1, algo a lo que está obligado como piloto. «Me hicieron sacar una sonrisa y… -cuenta tras ser 12° en la Sprint Race y hace explotar al público del paddock club que se coloca justo arriba del corralito de prensa- Gracias».
Como había ocurrido el jueves, Franco llegó temprano a Interlagos: 8.15 acompañado por su hermana Martina, su mánager María Catarineu y su psicólogo Gustavo Ruiz pero ya sin el escudo protector de personal de Williams que necesitó el día anterior. Incluso, una fanática -que en el paso apurado dejó caer su celular- logró llevarse su autógrafo antes de que se metiera en el hospitality de la escudería británica, que modificó su apariencia este sábado: se le armó un corralito, un personal de seguridad se apostó en su puerta y los vidrios aparecieron esmerilados para impedir miradas curiosas o fotos y videos de lo que ocurre adentro.
«Fue un día muy difícil ayer. Estaba bastante triste. Hoy estoy mucho mejor, me levanté con buen ánimo, mucha gente alentando y me da un poco de energía. Es una lástima que me haya pasado todo esto este fin de semana porque lo quería disfrutar de verdad, pero me está costando», relató el piloto de 21 años que el jueves a la noche se enteró de que su abuelo paterno, Leónidas, había muerto en Bahía Blanca.
En su primera actividad del día, la carrera a 24 vueltas, Colapinto largó 14° pero en la primera vuelta avanzó un puesto, tras una lucha mano a mano con Valtteri Bottas y un adelantamiento a Lewis Hamilton, quien en la previa le aconsejó que hiciera «todo lo que pueda» por quedarse con un asiento para 2025.
Mientras tanto, la lucha adelante involucraba las quejas de Lando Norris al jefe del equipo McLaren, Andrea Stella, para que ordenara que Oscar Piastri -el poleman de la miniclasificación– lo dejara pasar y Max Verstappen se le acercaba a Charles Leclerc en la lucha por el tercer lugar. «No estoy seguro de qué estoy haciendo acá, pensé que habíamos hablado de esto anoche ya», reclamaba el británico, que le lucha al tricampeón neerlandés el título, a 45 puntos.
Si bien esas peleas llamaban la atención del público, los argentinos seguían lo que pasaba más atrás, con Albon cayendo al 12° lugar, justo delante de Colapinto, que en la vuelta 9 giraba una décima más rápido y se ponía a medio segundo, con DRS. Justo delante de ellos, Checo Pérez -señalado como el hombre a reemplazar por Franco en Red Bull- ganaba posiciones hasta llegar a los puntos, desplazando a Liam Lawson, con quien se peleó en México.
Mientras Norris seguía reclamando el adelantamiento porque sin DRS se le acercaba Leclerc, Colapinto se defendía de Hamilton a diez vueltas del final. «Estamos contentos si podemos mantener estas posiciones hasta la última vuelta», aclaraban en McLaren, en comunicaciones por radio cada vez más calientes. «Si Lando se acerca no se lo hagas muy complicado», agregaban.
En la vuelta 19, justo después de que Verstappen se ganara la ovación del público con su adelantamiento a Leclerc, Colapinto perdió la posición con Hamilton. Entonces, lo imprevisto sucedió: del Haas de Hulkenberg, que venía perdiendo posiciones, comenzó a salir humo justo delante de Franco, que aprovechó para pasarlo antes de que los comisarios sacaran la bandera amarilla porque el auto estaba inmóvil a la salida de la curva 10.
Sin embargo, tras la carrera, la FIA dio a conocer una sanción sobre Verstappen por no respetar el tiempo delta tras la bandera amarilla para atacar a Piastri por lo que recibió 5 segundos de penalidad. De esta manera, el neerlandés cayó al cuarto lugar y Leclerc se quedó con el tercer puesto del podio. Además, al campeón del mundo la quitaron un punto en su superlicencia (lleva 7 puntos de 12 posibles en el año) y ya arrastraba un castigo por cambiar el motor de su Red Bull que lo obligará a retroceder 5 posiciones en la carrera de este domingo.
Con riesgo de que un safety car complicara la estrategia, McLaren ordenó el cambio de posiciones para que Norris ganara su primera carrera sprint, mientras que Colapinto aprovechó la bandera verde en la última vuelta para sobrepasar a Bearman y terminar 12°. «Gracias a todos los fans que vinieron por apoyarme tanto, están empujando muchísimo, es algo muy lindo. Es una locura, están locos, boludo. Gracias por venir, es algo muy lindo el apoyo que estoy recibiendo. Gracias a ellos estoy acá, así que agradecerles, están por todos lados», se alegró el argentino, que a las 15 tendrá su último