River volvió de Paraguay con la tranquilidad que fue a buscar. No se trataba solo de conseguir un triunfo para quedar en lo más alto del Grupo H de la Copa Libertadores, sino también de encontrar un bálsamo que curara las heridas que quedaron de la eliminación con Boca en la Copa de la Liga. Como para apaciguar las aguas, acomodar de nuevo el barco y bajar el ruido mediático.

Sin embargo, Martín Demichelis parece empecinado en complicarse solo. Sus palabras aumentan el sonido externo, que muchas veces se transforman en estruendos. En cada conferencia de prensa deja frases, análisis o comentarios que invitan a la polémica. Y en Asunción no fue la excepción.

Ante una pregunta acerca de su futuro, el entrenador se extendió largamente en la respuesta y si bien afirmó que piensa cumplir su contrato, al mismo tiempo fue ambiguo y dejó algunas dudas. Evidenció un cierto desgaste en esa silla estresante sobre la que se sienta cada día.

Mastantuono salvó a River. Mastantuono salvó a River.

El interrogante que le introdujo un periodista fue acerca de un supuesto rumor sobre que Micho dejaría su cargo a fin de año, sin importar el resultado final en la Copa Libertadores, sea o no sea campeón.

«Me estás llevando muy pero muy lejos en lo que te obliga la vorágine del día a día. Hay que vivir el día a día. Estoy eternamente agradecido a la institución. Cuando lo normal en el fútbol argentino es que a los entrenadores les hagan un año más uno, a mí me ofrecieron tres. Y soy inmensamente feliz dadas las circunstancias que a veces toca atravesar, como lo fue una adversidad como la del otro día (el domingo ante Boca), un golpe”, empezó respondiendo el entrenador.

Y siguió: “Pero los contratos están para cumplirlos. No es fácil en Argentina a la hora de conservar todo lo que se dice, para bien o para mal. Dios dirá, estoy predispuesto para dar lo mejor de mí”.

Hasta ahí, nada extraño. Sin embargo, en lo que siguió de su alocución, dejó algunas huellas que suenan a alerta hacia lo que puede esta sintiendo internamente el cordobés de Justiniano Posse.

El día que no pueda más, seré el primero en levantar la mano independientemente si me quedaba contrato o no. Así lo fui como jugador, y también lo seré como técnico. Cuando note que la situación no esté para más, voy a levantar la mano. No me ato a los contratos, las ganas las voy a tener siempre porque amo a esta institución, la defiendo como entrenador, que se queden tranquilos que siempre que esté trataré de estar al 100%”, manifestó.

Y añadió: “Estoy entero. Los chicos se entregan y a pesar del otro día salieron e hicieron un grandísimo primer tiempo. Sino, me levanto. Pero mientras tanto tengo muchísimas ganas y el apoyo de los chicos, el haber demostrado estar de pie a pesar del cimbronazo».

Es el propio Demichelis el que pone en el tapete las dudas sobre su continuidad hasta el final de su contrato, el cual vence en diciembre de 2025. Porque él mismo hace referencia a que si siente que no encuentra respuestas, será el primero en tomar una decisión. Y dos veces en la misma contestación hace referencia al “otro día”, el del duelo perdido con Boca.

Evidentemente, la derrota y eliminación con el eterno rival le pegó muy fuerte y por eso el encuentro del miércoles ante Libertad era importantísimo para él. Más allá del resultado. Necesitaba encontrar respuestas de los jugadores. Y, según comentó, las tuvo.

De todos modos, al margen de lo futbolístico y de cierta confusión que pudo haber generado en los jugadores con los constantes cambios de nombres y sistemas en lo que va del año, el día a día y las relaciones humanas siguen siendo el Talón de Aquiles de Micho. Es que, tal vez sin quererlo, o por pasarse de sincero, sigue dejando expuestos a sus jugadores.

El miércoles pasó con Franco Mastantuono. “Hablo de la honestidad del análisis que hago para con el fútbol con mi equipo, para con el jugador y sus individualidades, estuvo muy errático. Hizo el gol y es importante porque nos dio los tres puntos pero que las noticias sean lo justo y necesario», comentó.

Y el domingo, en Córdoba, en referencia a la visita al vestuario de los árbitros, afirmó que había ido a pedirle disculpas “por si los chicos se habían pasado en las protestas”. Le respondieron que no había sido así y que estaba todo bien. La supuesta postura de los futbolistas enojó a los hinchas, enardecidos por no encontrarse defendidos ante una situación en la que consideraban que habían sido perjudicados por el gol anulado.

Por eso, quizás, Demichelis remarcó en Paraguay, que mientras él sea el técnico, defenderá a la institución siempre. Lo que no quedó claro es si tendrá la fuerza suficiente para hacerlo hasta el final de su contrato, por más que tenga el deseo y la convicción de cumplirlo.





Fuente Clarin

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