Nicolás Otamendi disfruta desde otro lugar. Todavía no lo ha dicho abiertamente como sí lo hizo Ángel Di María, pero es muy probable que esté jugando su última Copa América con la Selección Argentina. A sus 36 años, el marcador central fue citado para participar por primera vez de unos Juegos Olímpicos en París 2024, y más allá de su nivel preponderante, sabe que por edad el camino empieza a llegar al final. Pero el destino, muchas veces injusto, lo puso el último jueves en el momento y lugar indicado: ejecutó con suficiencia el penal que le dio la clasificación a la Albiceleste para las semifinales frente a Ecuador.

Fue una especie de revancha inmediata para el surgido en Vélez, porque se había quedado con la bronca de ver cómo delante de él Kevin Rodríguez había peinado la pelota que iba a rechazar a los 91 minutos, para vencer a Emiliano Dibu Martínez.

«Estaba muy tranquilo, sabía que tenía una responsabilidad en el pie, me sentía muy tranquilo. Leo (Scaloni) estaba entre González y yo, y yo se lo pedí para poder patearlo, y se dio que tuve la chance de poder definirlo para clasificar, que era el objetivo claro. También recalcar lo que es el Dibu dentro del arco, facilitó todo, él aparece en los momentos clave y decisivo de los partidos, es un arquerazo», le reconoce a Clarín, en la zona mixta del estadio NRG, un rato después de ese derechazo, seco y cruzado, en el quinto remate de la frenética definición.

En la temporada que pasó, fue uno de los 26 convocados que más partidos jugó (51, sin contar los de la Albiceleste), con cuatro goles y dos asistencias como caudillo del Benfica, que «solo» ganó la Supercopa de inicio de curso. Fue el tercero con más intercepciones defensivas en la Liga de Portugal.

De todas formas, el genial cierre de Lisandro Martínez lo obligó a Scaloni a tener que elegir, y en ese contexto Otamendi tuvo que pasar a ocupar otro lugar, sin el protagonismo de otra época.

Fue Otamendi uno de los ‘sobrevivientes’ del cambio generacional que impulsó Lionel Scaloni cuando asumió en 2018. El Comandante no hizo el recorrido ‘lógico’ de llegar a la Mayor desde las juveniles, sino que apareció directamente citado por Diego Armando Maradona para la previa del Mundial 2010 y, en Sudáfrica con 21 años, quedó marcado por haber tenido que ocupar el lateral derecho en los cuartos de final contra Alemania, ante la falta de un jugador natural para ese puesto.

Encapuchado el Comandante. Otra secuencia del festejo de Otamendi. Foto: AFPEncapuchado el Comandante. Otra secuencia del festejo de Otamendi. Foto: AFP

Le tocó mirar desde lejos el proceso de Alejandro Sabella, jugó apenas seis encuentros con la camiseta albiceleste entre agosto de 2010 y octubre de 2014, cuando la llegada de Gerardo ‘Tata’ Martino lo recuperó, ya ahora como marcador central.

A partir de ahí se hizo líder, más allá que puertas para afuera no sea de muchas palabras. Su voz dentro de la concentración tiene ascendencia, significa una guía por entender lo que representa ponerse la camiseta de la Selección Argentina.

«Obvio que es un momento diferente, el no estar desde el inicio, hacía mucho que no me tocaba jugar, desde mi posición trato siempre de poder ayudar, de ser decisivo, tratar de aconsejar para bien a los más jóvenes. Se dio la chance de patear un quinto penal en una instancia decisiva y gracias a Dios se dio», destacó el surgido en Vélez Sarsfield.

Y habiendo pasado aquella época de críticas (muchas despiadadas, rozando lo personal), memes y duros resultados deportivos, Otamendi tiene en claro cuál es su objetivo para esta Copa América. «Estoy feliz, disfrutando el momento. Uno nunca sabe cuándo va a acabar todo, es importante estar bien fuerte, disfrutar el día a día con la Selección».

Son 115 partidos vistiendo la camiseta albiceleste para Ota, que tiene en su haber el golazo de cabeza para enmudecer el estadio Maracaná hace un par de meses atrás, cuando la Argentina le sacó el histórico invicto que Brasil tenía jugando como local en las Eliminatorias sudamericanas.

Otamendi intenta bloquear el avance de Jordy Caicedo. Foto: EFEOtamendi intenta bloquear el avance de Jordy Caicedo. Foto: EFE

Pero en esta Copa América solo fue titular contra Perú, cuando se decidió la rotación en el equipo con la clasificación ya asegurada a los cuartos de final.

Por eso, Otamendi es la bandera de los que menos minutos han tenido en este torneo. Esos que son muy valorados en cada intervención ante la prensa por Lionel Scaloni. «Los que entrenan el día después de cada partido», es la frase que suele utilizar para agruparlos.

«Muchos años en la Selección, hoy me toca no estar de inicio en un momento diferente para mí. No voy a mentir que es complicado, pero con la mentalidad siempre positiva. Desde el momento que pueda ayudar al equipo lo voy a hacer. Hay que disfrutar el momento, es un grupo impresionante», insistió en sus declaraciones. Si los que forman parte de ese grupo, en el que también está Ángel Di María, los ven a ellos ser los primeros que empujan, no les quedará otra que hacer lo mismo.

El sueño de un cierre a toda orquesta, en esta Copa América y como capitán en los Juegos Olímpicos, será uno de los mayores deseos deportivos de Otamendi.



Fuente Clarin

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