No hay ajedrecista aficionado o profesional que no esté conmovido por la hazaña de Faustino Oro, el prodigio argentino que el domingo pasado se convirtió en el maestro internacional más joven de la historia, con 10 años, 8 meses y 16 días. Todas las plataformas, sitios, foros y streamings de ajedrez están en shock y Fausti es el tema de conversación. No es para menos ante semejante récord mundial de precocidad para lograr el segundo título en importancia, después del de gran maestro.
Por eso vale la pena hablar con los que más saben de este juego-ciencia para valorar en palabras lo hecho por este genio en envase chico.
En esta producción especial, ocho grandes maestros argentinos y las dos mejores ajedrecistas nacionales de la historia analizan con alegría y asombro la proeza de Faustino, a quien definen como “un talento incomparable”, “un caso increíble”, “descomunal”, “impresionante”, “sin puntos flojos” y «un genio que se divierte jugando», entre otros elogios.
Es tiempo de disfrutar las palabras de Sandro Mareco, Alan Pichot, Fernando Peralta, Diego Flores, Federico Pérez Ponsa, Leandro Krysa, Tomás Sosa, Pablo Zarnicki, Carolina Luján y Claudia Amura para entender por qué Faustino Oro es un fenómeno distinto a los niños de su edad, qué lo hace diferente y por qué hay que esperar mucho más de él.
Que hablen los que entienden, viven, disfrutan y también sufren este juego con mucho de arte.
Un talento fantástico
Diego Flores es heptacampeón argentino y está a un título del récord del legendario Miguel Najdorf. Sabe lo que es jugar contra Fausti porque entabló con él en el ITT Copa Ciudad de Comodoro Rivadavia donde el pibe logró en septiembre pasado su primera norma de maestro internacional. ¿Qué piensa del prodigio? “Hace tiempo que somos varios los que pensamos que es un talento incomparable. En Argentina está lejos de todo lo que vi -resalta-. Si bien no estuve en las entrañas del semillero de Rusia ni estoy en el de India, a nivel mundial se lo puede poner a la par porque salta etapas a una velocidad increíble. Este logro confirma la hipótesis de que es uno de los grandes talentos de la historia”.
Fernando Peralta, pentacampeón argentino radicado en España, no tiene dudas: “Lo de Faustino es espectacular y me alegra mucho. Es el logro más importante del ajedrez argentino en las últimas décadas”. Y Federico Pérez Ponsa, campeón nacional en junio de 2022, suscribe: “A veces uno se pregunta si alguien nace o se hace. Bueno, Faustino tiene un don especial. Es una locura. Es impresionante lo que hace para la edad que tiene. No me sorprende que sea el maestro internacional más joven del mundo porque tiene un potencial impresionante”.
Sandro Mareco es el número 1 del país, fue campeón argentino en 2015 y entrena a jóvenes y a consagrados. “Faustino me parece muy bueno e impresionante para su edad porque progresa y evoluciona rápidamente. Todo indica que va a llegar muy lejos”, avisa. Y Alan Pichot, campeón mundial Sub 16 en 2014, ex número uno nacional y hoy bajo bandera española, añade desde Europa: “Estuve siguiendo sus partidas y Faustino es muy duro y muy bueno para la edad que tiene”.
Pablo Zarnicki, campeón mundial juvenil en 1992, está chocho de la vida y emocionadísimo por lo hecho por Faustino: “Es un caso increíble. Un logro sin precedentes para la historia del ajedrez argentino. Todo lo que pueda decir de Fausti queda chico. Sé cómo entrena y de sus habilidades extras. La energía, la memoria, la pasión, el esfuerzo, la dedicación, la familia mudándose a España para brindarle oportunidades…”.
En este aspecto coincide Leandro Krysa: “Me parece bien la decisión de la familia de darle la posibilidad al pibe de explotar al máximo su talento, con el riesgo de que como es un niño, puede pasar que en dos o tres años no tenga más ganas y haga otra cosa. Lo ideal es que tenga ese contexto para que pueda llegar si tiene un talento diferente”.
Las damas olímpicas argentinas no pueden más de la felicidad. “Fausti es impresionante, asombroso, increíble. Su comprensión del juego, cómo procesa las posiciones… Llevo 30 años jugando al ajedrez y nunca vi alguien como Faustino Oro”, sentencia la pentacampeona nacional Carolina Luján.
En tanto, la legendaria gran maestra femenina Claudia Amura deja en claro un concepto clave: “Sin perder la infancia, Fausti es un genio que se divierte jugando al ajedrez. No la pasa mal. Los que lo vimos en vivo nos damos cuenta de que para él es un juego. Todos esperaremos si hace más récords, si llega a ser el gran maestro más joven, si sube el ELO, lo que sea… Pero me parece que lo más importante es que es feliz jugando al ajedrez. Es un juego, aunque para él sea un trabajo”.
Y en esta idea coincide Tomás Sosa, uno de los entrenadores de Faustino, con quien trabaja cara a cara porque reside en Barcelona. “Quiero que disfrute, porque también como jugador se sufre mucho. Espero que entienda que es un juego. Hoy lo entiende porque es un niño y él me transmite eso. Se lo toma como un juego, pero a la vez con la seriedad y profesionalismo como un maestro. Porque es un maestro”.
Sosa, quien logró ser gran maestro cuando decidió irse a España en pos de su futuro, suma una idea clave pensando en el futuro, ahora que Fausti ya es maestro internacional y quedó en la historia. “Más allá del récord que da la vuelta al mundo, como casi todo lo que hace él, creo que obtener este título le va a sacar un peso de los hombros -explica-. Fausti maneja bastante bien la presión, pero no deja de ser un niño meteoro y la gente habla todo el tiempo de él. Eso puede pesar y sacarse presión puede liberar mucho más su ajedrez”.
Fausti, el distinto
“Fausti es un mini Capablanca. Tiene un estilo de juego muy maduro para su edad, con comprensión de jugadas y tomas de decisiones. Más allá del mérito de los entrenadores que acompañan su estilo, su talento está ahí. Hace muy simple lo difícil que es al ajedrez actual. Nació con esta capacidad, pero sus logros se deben al esfuerzo, al talento y al trabajo”.
Hay mucho para analizar en esta definición de Amura, pentacampeona argentina. José Raúl Capablanca fue un Dios del tablero. No por nada apodaron como “el Mozart del ajedrez” al cubano campeón mundial entre 1921 y 1927, cuando perdió el título ante Alexander Alekhine en Buenos Aires en la mesa que se puede ver en el primer piso del Club Argentino de Ajedrez. Su estilo posicional y su capacidad para encontrar la mejor jugada sobre el tablero siguen siendo estudiadas. Por eso asombra que el estilo de Faustino Oro haga recordar a Capablanca.
“Son muchas las cosas que llaman la atención de su juego. Siempre me asombró su increíble comprensión del ajedrez a tan temprana edad, su increíble capacidad para moverse en posiciones de todo tipo, diversas aperturas y diversas características del juego”, destaca Flores. “Para hacer una analogía con el tenis, es un fenómeno sobre polvo de ladrillo y sobre césped. Uno ya ni se sorprende y casi que da por hecho que asuma este tipo de desafíos. ¿Cómo puede ser posible si tiene apenas 10 años? No lo sé”, agrega.
Peralta se suma: “Con 10 años me sorprende la madurez que tiene, la capacidad para jugar todo tipo de posiciones y que no tiene puntos flojos. Es un jugador muy completo. Lo que es evidente es su capacidad para mejorar rapidísimo y cómo salta etapas”. Y Mareco coincide: “Lo que es muy inusual para tener 10 años es la comprensión general que tiene del juego. Es muy claro que es un genio y su talento lo va a llevar a alcanzar cierto nivel con facilidad”.
¿Por qué destacan los grandes maestros la virtud de Fausti de jugar con templanza en distintas posiciones sobre el tablero? Porque generalmente el juego de los ñiños apela al cálculo y a los golpes tácticos.
Así lo distingue Pichot: “Me llama la atencion que su estilo es diferente al de los otros niños que juegan bien, porque tiene un juego posicional más profundo en comparación con el que suele usar la mayoría, más basado en el cálculo”.
En la misma línea piensa Krysa: “De las pocas partidas suyas que vi, me sorprende el entendimiento del juego. Veo seguido a muchos pibes que por estar todo el tiempo con la computadora son puro cálculo. Es tremendo. Pero a Faustino lo diferencia el entendimiento de qué hacer en cada posición. Eso me parece fabuloso. No es que juega una cosa sola sino varias diferentes y no se pierde. Eso me llama muchísimo la atención. ¿En qué momento lo aprendió?”
Y también coincide Pérez Ponsa: “Lo que más me llama la atención es cómo puede jugar todo tipo de posiciones, porque uno a esa edad puede calcular muy bien, pero él es parejo en todo. Posicionalmente es muy bueno y a la edad que tiene es súper difícil que alguien tenga ese entendimiento. Todos los chicos que llegaron a grandes maestros de niños son muy fuertes en el cálculo, pero posicionalmente fallaban bastante más. Faustino es impresionante”.
Desde Madrid se suma el maestro internacional español David Martínez, difusor del ajedrez, entrenador y streamer junto a Pepe Cuenca en Chess.com, quien festejó el título de maestro internacional de Faustino. “Lo veo con un juego muy maduro, sólido y con capacidad tanto de defender posiciones inferiores como de ganar posiciones dinámicas. Es muy completo”, analiza. Y deja una reflexión para el asombro: “Ni de cerca vi alguien similar a Fausti. Solo con Abdusattorov pensé a sus 10 años que llegaría a ser de los mejores del mundo”. Habla del prodigio uzbeco que hoy es el sexto del ranking. Pavada de comparación.
¿Hay maneras de explicar a este genio? Obvio que fue clave que mamá Romina y papá Alejandro hayan renunciado a sus trabajos y se hayan afincado en España, centro neurálgico de torneos de alto nivel que necesitaba su hijo. Lo mismo que hoy tenga cinco entrenadores en diferentes aspectos del juego, gracias a un mecenazgo anónimo. Pero hablar de Fausti es hablar de un pibe con un don y de un nene que disfruta jugando.
“Es cierto que hoy hay un acceso más rápido al conocimiento y si antes se era maestro internacional a los 14 años y hoy se es a los 10 es porque hay otros jugadores de esa edad con la misma fuerza de Fausti. Pero creo que no hay una explicación razonable ni entendible sobre por qué tiene esta habilidad y madurez a su edad -es tajante Zarnicki, a punto de recibirse de psicólogo-. Cuando le ganó online a Magnus Carlsen, se dijo que fue porque era una partida a un minuto. Bueno, después fue y batió los 3.000 puntos de ranking en partidas a tres minutos. Y ahora estaba la duda flotando de si será tan bueno en ajedrez pensado. Bueno, sí”.