Norberto Fontana es uno de los 23 argentinos que corrieron en la Fórmula 1. Tuvo que esperar dos años como piloto tester de Sauber hasta hacer su debut, el 29 de junio de 1997, y disputó cuatro carreras como reemplazante de Gianni Morbidelli. Veintisiete años después está en Interlagos como espectador: mira con asombro el crecimiento de la F1 y analiza el presente de Franco Colapinto, el primer piloto nacional en la categoría después de 23 años. Él, como lo hicieron Lewis Hamilton y Max Verstappen aquí en San Pablo, también pide un lugar para el pilarense: «Creo que llegó para quedarse, seguramente tendrá que ver dónde. Pero creo que se ha ganado un lugar».
«Lo venía siguiendo a él y a los chicos que corren afuera. Franco hizo los pasos justos, step by step como dicen los europeos, escalón por escalón. Fue subiendo de categorías y se le dio esta posibilidad y no la desaprovechó. Creo que anduvo mejor de lo que todos esperaban, porque se metió a la Qualy 3 dos veces, hizo muy buenas maniobras, hizo muy buenas carreras, empujó. Y, bueno, se mostró y llamó la atención de la Fórmula 1″, resalta el piloto de Arrecifes.
Fontana llegó al Autódromo Carlos Pace, y especialmente al box de Williams, en un día muy movilizante para Colapinto, quien acababa de enterarse de la muerte de su abuelo paterno, Leónidas. «Justo lo quise saludar pero no me conoció. Venía de frente, con la gorra baja y no lo quise molestar porque, yo no sabía lo que había pasado, pero mis condolencias para él y toda su familia. Hay que respetarle su momento», pide.
Conocedor del mundo de la Fórmula 1, en la charla con Clarín, Fontana avisa sobre los rumores que ponen a Colapinto en el equipo Red Bull: «Hay que ver, buscar una buena fuente y ver si realmente es verdad todo lo que se dice. Y hacer en base a eso. Porque por los rumores uno nunca sabe».
Lo que sí valora es el mensaje que bajaron el jueves en las conferencias de prensa oficiales Lewis Hamilton y Max Verstappen, quien apoyaron una continuidad del argentino de 21 años en el gran circo. «Eso es importante. Son los dos referentes de la Fórmula 1 en este momento, los dos últimos campeones. Que hayan dicho eso, que es lo que pensamos todos, tiene mucho más peso al ser ellos», focaliza.
Norber recorre el paddock acompañado por uno de sus amigos del automovilismo, el brasileño Rubens Barrichello, se reencuentra con Jos Verstappen -papá de Max- en el hospitality de Red Bull y se muestra «contento de estar acá». «Hace mucho que no venía. Estuve varios años en boxes de piloto tester de Sauber y ahora hacía un montón que no venía por acá. Un placer. Ha cambiado mucho la Fórmula 1 y más que nada muy contento de tener a un argentino corriendo. Está funcionando realmente muy bien, es la revelación de este año de la Fórmula 1 y me pone muy contento», afirma.
Tras aquel debut en Francia, donde abandonó tras 40 vueltas en el Sauber, Fontana logró dos novenos puestos en Gran Bretaña y Alemania, que sin embargo no le dieron puntos por el sistema de aquellos años que solo repartía diez unidades entre los seis primeros. Tuvo su despedida en la última carrera de aquella temporada 1997, el Gran Premio de Europa disputado en Jerez de la Frontera, donde cruzó la meta en la 14° posición en un GP recordado porque bloqueó a Jacques Villeneuve -según contó después- por orden de Jean Todt, el entonces jefe en Ferrari. Unos años después, y tras una extensa trayectoria en el exterior que incluyó un paso por Japón, Norber regresó a la Argentina y fue campeón de TC y TC2000.