Para entender qué fue a buscar Javier Mascherano cuando llamó a Nicolás Otamendi para que se sume a la Selección Sub-23 hay que poner la lupa en los partidos que Argentina disputa en los Juegos Olímpicos de París 2024. Aquí algunas postales que se observaron en el duelo ante Irak: primero, luego de realizar el sorteo de capitanes, el zaguero de Benfica fue a chocar las manos con cada uno de sus compañeros; segundo, no tuvo problemas en acercarse hasta el banco de suplentes para pedir que cambien al lesionado Lucas Beltrán; tercero, se lamentó como si hubiese perdido una final cuando Aymen Hussein le ganó en el salto para el empate parcial de los árabes.
«Es importante transmitir la pasión por la Selección», le reconoce Otamendi a Clarín desde el Parc des sports Courtois Fillot en la agreste comuna de Lomonest, el sitio donde entrena la Sub-23, ubicado a 20 kilómetros del centro de Lyon. Y sigue: «Con Javier tenemos una muy buena relación. Ni lo dudé cuando me preguntó si me interesaba venir a los Juegos. Después, consulté en el club porque ellos son los que finalmente tienen que dar el okey. Por suerte Rui Costa (presidente de Benfica) lo entendió. Él sabe lo que representa la Selección para mí y también era consciente que por un tema de edad no iba a poder estar en otros Juegos. Así que soy agradecido».
Es líder entonces Otamendi, el gran referente del equipo que comenzó con el pie izquierdo en la escandalosa caída ante Marruecos y que se recuperó con la victoria a Irak. Ahora, este martes, la Selección clasificará a cuartos de final si se impone frente a Ucrania en esta misma ciudad. «Estamos muy ilusionados y soñando con la dorada, la que me queda pendiente. Los chicos me adaptaron de la mejor forma, a algunos ya los conocía. Hay que tener fe; hay que ir por ese camino. Sabemos que es difícil porque todos quieren el mismo premio», asegura Otamendi, quien acumula 117 partidos y 6 goles en la Selección Mayor y suma 4 títulos (Mundial 2022, Copa América 2021 y 2024 y Finalissima 2022).
-¿Te preparás para ser líder o te sale natural?
-Me sale natural. Yo soy competitivo: busco dar siempre el máximo. Es importarte transmitir la pasión por la Selección, la responsabilidad que requiere ponerse la camiseta de Argentina. Acá soy uno de los referentes de los chicos y trato de ayudarlos en lo que sea. Intentó que tenga la mentalidad competitiva que yo tengo. Yo nací para competir y no me importa el torneo que sea. La Selección representa mucho para mí. Acá se viene a disfrutar, a competir y a intentar ganar todo lo que se juega.
-¿Qué es la Selección para vos?
-Es pasión. Cuesta mucho llegar, entonces hay que esforzarse para rendir y mantenerse la mayor cantidad de tiempo posible.
Hace apenas uno días, Lionel Andrés Messi tuvo un gesto que jamás olvidará Otamendi, quien, vale recordar, lleva tatuado al rosarino en su cuerpo. Un Leo eufórico y sonriente, invitó a Ángel Di María y a Ota para que los tres juntos levanten la Copa América de Estados Unidos luego del triunfo en la final contra Colombia. «No me sorprendió su gesto porque lo conozco mucho y sé la excelente persona que es. Desde 2009 que estoy en la Selección con él, más allá de que no me tocó ir al Mundial 2014. Él y Ángel pudieron ganar los Juegos en 2008 y se conocen desde antes. A Leo esas cosas le salen natural y quedó a la vista de todos. Nos va a quedar para siempre ese recuerdo”, cerró el capitán argentino de 36 años.