Lionel Messi hace de cada partido con el Inter Miami una función especial. No importa tanto el resultado -al menos para el afuera-, sino ver cómo disfrutan los que llenan estadios en la MLS para poder disfrutarlo en vivo y en directo. Y, a la luz de los números, el rosarino no los está defraudando. Podrán hablar de los niveles de dificultad, del ritmo de juego que se presenta en Estados Unidos, pero la influencia de la Pulga cada vez que toca una pelota es innegable. Este sábado, el campeón del mundo dio otra muestra en el electrizante empate 3-3 contra St. Louis City SC, que significó su último encuentro antes de sumarse el lunes a la Selección Argentina, para iniciar la preparación de la defensa del título en la Copa América.

La estadística marca que, cuando Messi estuvo dentro de la cancha, el Inter Miami sólo perdió dos partidos esta temporada: la revancha contra el Monterrey de México por la Champions de la Concacaf y el del miércoles pasado contra Atlanta United (ambos fueron 1-3). De todas formas, fue un empate con sabor a derrota. Porque los de rosa sumaron un punto de seis como locales en las últimas dos jornadas y tienen a Cincinnati, a dos puntos con dos partidos menos, en el espejo retrovisor de la tabla de la Conferencia Este de la MLS.

Por más que esté a punto de cumplir 37 años y que tenga la cabeza puesta en la Copa América -se podría perder hasta siete partidos de la MLS si Argentina llega a la final- el rosarino es imparable cuando se enchufa. Y todo cambió cuando tomó la pelota y encaró hacia la derecha, volvió, llegó hasta la puerta del área y descargó para Jordi Alba. El lateral recibió y detectó que Messi estaba libre y se la dejó en la zurda para que metiera uno de esos goles marca registrada. Fue el 12° de la temporada en 12 partidos. Fue el 1-1 parcial.

Pero también, según remarcó la cuenta oficial de la MLS, Messi se convirtió en el futbolista que más rápido consiguió (12 partidos) llegar a 25 contribuciones a gol (sean tantos o asistencias directas) en una misma temporada. Superó al mexicano Carlos Vela (necesitó 16 encuentros en 2019), al estadounidense Cobi Jones (18 en 1998), al colombiano Diego Serna (19 en 2001), al irlandés Robbie Keane (20 en 2013) y a la estrella local Landon Donovan (20 en 2008).

Hay una zanahoria que, solapadamente, también persigue Messi en este tramo final de su carrera. Y tiene nombre y apellido: Cristiano Ronaldo. El portugués siempre fue un combustible para ir en búsqueda de más. Y en esa, casi eterna, pelea por ser el máximo goleador de todos los tiempos ninguno de los dos afloja. CR7, de 39 años y que anunció que continuará una temporada más en el Al Nassr de Arabia Saudita, cerró su año con 893 goles en 1225 partidos. Messi, con el de este sábado, acumula 835 tantos en 1058 encuentros.

¿Un número más? En la tabla de máximos goleadores en clubes profesionales, el portugués acumula 765 contra 729 del argentino.

Enojo y cambio de camiseta

Hay otras constantes de este año que está próximo a cumplir la Pulga en Florida: sus enojos con los árbitros y la veneración de sus colegas. Y el empate 3-3 contra St. Louis por la fecha 17 de la MLS no fue la excepción.

Primero, cumplió con la promesa que le había hecho al capitán del conjunto visitante en la previa a la salida al campo de juego de entregarle su camiseta. Fue Roman Burki el que se llevó ese invaluable souvenir del Chase Stadium. Se trata de un arquero «top model» que quería tomarse revancha, aunque volvió a sufrir a la Pulga como cuando jugaba en el Borussia Dortmund y lo enfrentó en la Champions League.

El suizo, el año pasado fue elegido el mejor arquero de la MLS, pero no pudo con la calidad de Messi, a quien también se le acercó Nökkvi Thórisson para saludarlo. Seguramente en los vestuarios el islandés tuvo su recompensa.

Y una vez que se quedó en cuero, cuando pasó cerca de los árbitros, les hizo saber su descontento. «Muy malos, muy malos», fueron las palabras que pronunció la Pulga.

Lo próximo para Messi no estará lejos de su cotidianeidad. A partir del lunes se sumará a la concentración que la Selección Argentina realizará en Fort Lauderdale, con entrenamientos en el predio del Inter Miami. La Albiceleste jugará contra Ecuador y Guatemala, el 9 y 14 de junio próximos, en Chicago y Washington, respectivamente. El 20 de junio será el debut en la Copa América frente a Canadá.



Fuente Clarin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *