No tuvo Novak Djokovic ese debut aplastante de otros años en Roland Garros, pero igualmente logró el objetivo y mantiene su 100% de efectividad (20 victorias y 0 derrotas) en primeras rondas del Grand Slam parisino: se impuso 6-4, 7-6 (3) y 6-4 al francés Pierre-Hugues Herbert (142° del mundo) en dos horas y 31 minutos de juego.
Como pocas veces le sucedió en su carrera, llegó sin títulos hasta este tramo de la temporada y su flojo desempeño en la gira de polvo de ladrillo dejaba dudas, pero el número uno del mundo promete ir enderezando el rumbo donde tan cómodo se siente. Ya lo había dicho en el Media Day previo al inicio del torneo: «Sé de lo que soy capaz, especialmente en los Grand Slams, que es donde juego mi mejor tenis».
El número uno del mundo, triple campeón en el Bois de Boulogne (2016, 2021 y 2023) y defensor del título, quebró en el inicio del primer set y parecía que podía encaminarse hacia una cómoda victoria, pero tuvo que trabajar para ganarle a Herbert y a un público francés volcado lógicamente hacia el jugador local.
Especialmente durante el segundo parcial, Nole pasó dificultades. Tomó el saque de su rival en el primer game, pero rápidamente Herbert recuperó el quiebre y el partido caminó con suma paridad hasta un tiebreak que el serbio resolvió sin inconvenientes a partir de su frialdad y jerarquía para jugar los puntos más importantes.
El tercer set también fue igualado hasta que Djokovic pudo desequilibrar la balanza en el décimo juego y ponerle punto final a esta historia.
Su próximo rival será el español Roberto Carballés Baena, ubicado en el puesto 63 del ranking mundial, quien dejó en el camino al local Constant Lestienne (91°) en cuatro sets. Y luego podría aparecer en su camino un experimentado como Gael Monfils o el joven talentoso Lorenzo Musetti.