Hay una sensación, una percepción. Al menos desde la pandemia a esta parte: Boca perdió poder de gol. Gana, sí; sale campeón, sí; llega a la final de la Libertadores, sí; pero con lo mínimo. No sobra nada. Le falta gol, le falta fútbol. Las llegadas de Miguel Merentiel primero, a principios de 2023, y la de Edinson Cavani luego, a mediados del mismo año, buscaron paliar ese déficit. De los dos, la Bestia es el que pagó con creces su contratación: lleva 27 goles en 71 partidos, es decir, un 0,38 de promedio de gol.

Partidos como los del domingo, ante Atlético Tucumán (0-1), reavivan esas incertidumbres que tienen los hinchas fecha tras fecha. La estadística es contundente, aunque las causas del déficit pueden tener distintas interpretaciones. En esa década, que empezó en enero de 2021, Boca tiene el peor promedio de goles de la historia. Es cierto que aún faltan seis años más por delante, pero si no mejora, va camino a eso.

Boca juega en Primera desde 1913. Las cuatro primeras décadas del fútbol argentino fueron las de mejor promedio de gol. Y eso coincide con los números que consiguió el Xeneize: empezó con 1,81, pasó a 2,57 en la década del 20 (el más alto de todos), a 2,48 en los 30 y 2,19 en los 40. Nunca más pasó la barrera de los dos goles por partido. Pero nunca se alejó tanto como ahora. El promedio histórico del club es de 1,75, producto de 7917 goles en 4532 encuentros oficiales, sean del ámbito local como del internacional.

Los números siempre aportan curiosidades. En esta década, Boca jugó exactamente 200 partidos oficiales, desde el 1 de enero de 2021 hasta el domingo 12 de mayo, hizo 257 goles, y tiene un promedio de gol de 1,29. Por ahora, el más bajo de todas las décadas. En todo el recorrido, los años 80, en los que consiguió un solo título, el Metropolitano de 1981 de la mano de Diego Maradona y Miguel Angel Brindisi, está arriba del podio de la anemia goleadora con 1,44. La década pasada, 2011/2020, es la segunda peor con 1,49.


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Claro que no es este año (1,45) sino los tres anteriores: 2021 (1,27), 2022 (1,28) y 2023 (1,25). En contraposición, fue cuatro veces campeón: Copa Argentina 2021, Copa de la Liga 2022, Torneo de la Liga 2022 y Supercopa Argentina 2023. Si bien la Copa Maradona se definió en enero de 2021, gran parte de la competencia se jugó en 2020. En este periodo, los técnicos fueron Miguel Angel Russo, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra, Jorge Almirón y Diego Martínez.

Fue justamente la gestión anterior la que minimizó la falta de gol. Tras hilvanar una racha de cuatro partidos sin marcar, Almirón expresó: “Realmente no me preocupa eso, fuimos cambiando, buscando alternativas. Sé que el equipo va a estar fuerte. Nos costó por ahí generar tantas situaciones de gol, la toma de decisiones, el último pase y el buen centro. Jugamos apresurados. Pero el funcionamiento lo vamos a encontrar”.

Por su parte, a principios de año, Diego Martínez respaldó al uruguayo Cavani ante la sequía que acumulaba: «Es un profesional y uno de nuestros líderes del día a día. Estamos muy confiados de que además de todo lo que nos da desde el juego y dentro del campo, va a poder hacer lo que más le gusta que es anotar goles». El delantero después se destapó con un hat-trick ante Belgrano.

La vara, la comparación, para el hincha de Boca siempre es River. Y viceversa. Por eso, comparar las estadísticas históricas y la de los últimos 10 años entre ambos, ratifican la percepción ante la falta de gol. La media histórica de ambos son similares, aunque River está apenas unas décimas porcentuales por arriba: 1,81 de promedio de gol producto de 8591 goles en 4758 encuentros oficiales. Sin embargo, desde 2021 a la fecha, el Millonario está por arriba de la media: 1, 88 con 357 goles en 190 partidos. Exactamente 100 goles más que Boca.


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Otra curiosidad es que para River también la década del 80 fue la de menos goles, con 1,46. Y sin embargo, entre enero de 1981 y diciembre de 1990, el Millonario ganó seis títulos. En la serie documental El Fútbol es Historia, producido por Koala y dirigido por Christian Rémoli, el talentoso volante Alberto Márcico no dudó en afirmar que la década del 80 “fue la mejor época del fútbol argentino”. Basta recordar nombres y grandes equipos, repartidos entre Argentinos, Independiente, Estudiantes, Vélez, Ferro, Central y Newell’s. No fueron los dos más grandes justamente los protagonistas principales, a excepción del River del Bambino Veira campeón local, de la Libertadores y la Intercontinental.

En este contexto, no deja de ser un detalle que en 2023, a pesar de haber llegado a la final de la Libertadores, su actuación en el ámbito local no le alcanzó para jugarla este año y por eso se tuvo que conformar con la Sudamericana, en la que el choque del miércoles con Fortaleza será clave para ganar el grupo y lograr la clasificación a octavos de final. Además, fue semifinalista de la Copa de la Liga y en cuartos eliminó a River. Porque a pesar de la falta de gol, no deja de ser protagonista.



Fuente Clarin

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