La Colapintomanía no es fruto del habitual exitismo argentino. De hecho, está también fuera de las fronteras de la Argentina y su gestación se produjo en las pistas y en los paddocks que pisó Franco Colapinto desde que fue anunciado en agosto como piloto de la escudería Williams de Fórmula 1.
El piloto argentino tiene un magnetismo único y su paso en la previa del Gran Premio de la Ciudad de México va dejando una estela de fanáticos que buscan una foto o su autógrafo o periodistas que intentan sacarle alguna declaración. Y dicen quienes cubren habitualmente la F1, «desde Monza para acá esto fue así».
Este fin de semana Colapinto correrá su quinta carrera en la máxima categoría del automovilismo mundial y hasta ahora tiene a todos sorprendidos. Hasta el propio jefe del equipo británico, James Vowles se deshizo en elogios una vez más después de haber sumado puntos en Austin, el fin de semana pasado.
Pero la semana de competencia en México arrancó de una manera muy especial para Colapinto y todos los fanáticos del automovilismo argentino: el casco del piloto pilarense imitará el diseño del que lució Carlos Reutemann también en Williams.
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El emotivo homenaje de Franco Colapinto a Carlos Reutemann para el Gran Premio de México
En diálogo con Clarín, Colapinto reconoció estar «muy feliz por el pequeño homenaje que le hacemos al Lole. Es algo muy especial. Una oportunidad que me dieron los familiares del Lole para que los argentinos se puedan sentir todavía más cerca. Ese pequeño detalle representa un montón».
La develación del diseño del casco se hizo en conjunto con el anuncio de los nuevos colores que llevará el monoplaza de Williams en esta carrera: recuperará el amarillo que supo lucir la escudería británica en épocas del gloria, ahora de la mano de uno de los principales sponsors del piloto argentino, Mercado Libre.
Sin embargo, el propio Colapinto se encargó de recordar que fue «YPF la primera marca que entró y me bancó y gran parte de estar acá hoy se lo debo a ellos también».
Un año a puro vértigo
«La verdad es que un año pasaron un montón de cosas», recordó Colapinto. Es que hace poco más de un año el hoy piloto de Williams visitó la Argentina para anunciar que hacia fines de 2023 iba a estar subiéndose para probar un auto de Fórmula 2.
Y recordó que el año pasado «el momento más duro fue sin dudas cuando me accidenté con la bicicleta y me fracturé la clavícula. Pero bueno, hoy la actualidad es increíble».
Ante la consulta de cómo cree que le irá en las carreras que quedan, reconoció que «de las pistas que quedan la verdad es que no sé cuál es la que mejor se adapta a mi manejo y al Williams, pero la verdad es que son todas pistas que no conozco. Desde Monza fueron todos circuitos que no conozco. Fue complicado porque es todo adaptación. Sigo en eso, tratando de trabajar para llegar listo a las carreras que vienen. Fue todo nuevo, pistas nuevas, carrera sprint…».
También consideró que todavía está en una etapa de aprendizaje y que «lo más complicado de la adaptación fue la cantidad de botones que tengo en el volante y que vas ajustando en velocidad». Pero se mostró entusiasmado con lo que puede venir: «Estoy seguro de que voy a estar cometiendo errores como lo he estado haciendo en el pasado, pero también estaré haciendo cosas realmente buenas».
Sobre el final de la charla con Clarín se refirió a la constante comparación con Senna, por su parecido físico: «En Argentina hacen muchas comparaciones, pero la de Senna me encanta. La verdad es que es incomparable, pero si me parezco ojalá que sea por algo».
También se permitió una broma sobre un regalo que recibió del enviado por un pequeño fanático argentino: una caja con seis conitos de dulce de leche. «¡Uh, me los voy a comer esta noche! Si voy mal en la clasificación es porque estoy un poquito más gordo».
El Gran Premio de la Ciudad de México ya se palpita de una manera especial. Por el fanatismo del público mexicano y por la cantidad de argentinos que se espera que lleguen al circuito Hermanos Rodríguez para alentar a la nueva figura del deporte nacional y que tiene a todos maravillados en el circo de la Fórmula 1.