Jake Paul es un boxeador. Esa oración de estructura simple, útil para un ejercicio de análisis sintáctico en el segundo ciclo de la educación primaria, resulta urticante para muchos aficionados a este deporte. Pero esa cualidad, su juventud y su condición física son lo que convierte en una apuesta de riesgo la decisión de Mike Tyson de volver a subir a un ring, a los 58 años, el viernes en el AT&T Stadium de Arlington, siempre y cuando lo que suceda en ese entarimado sea lo que se promete: una pelea profesional..

Jake Paul es un influencer. Esa fue la catapulta que lo lanzó del anonimato al reconocimiento público del que hoy goza. Cuando todavía estaba cursando la escuela secundaria, en 2013, incursionó junto a su hermano Logan en la extinta plataforma Vime, que permitía publicar y reproducir en bucle videos de hasta seis segundos, y desde allí fue saltando a otras redes. Ese éxito lo llevó también a experimentar en la actuación: durante dos temporadas, entre 2016 y 2018, interpretó a Dirk Mann en la serie Bizaardvark, que se emitió por Disney Channel.

Por estos días, el canal de YouTube de Paul tiene 20,8 millones de suscriptores, su cuenta de Instagram es seguida por 27,1 millones de usuarios y la de TikTok, por 18,2 millones. Hace dos semanas, la revista Forbes lo incluyó en el 13° puesto de su ranking de creadores de contenidos, un mercado que, según esa publicación, mueve 250.000 millones de dólares por año. Durante los 12 meses analizados por la revista para confeccionar el escalafón, el muchacho nacido hace 27 años en Cleveland registró ganancias por 13,6 millones de dólares solamente por su labor en las plataformas digitales.

Jake Paul es un empresario. Al igual que otros influencers, como MrBeast, Khaby Lame o las hermanas Charli y Dixie D’Amelio, el Problem Child aprovechó el reconocimiento y los millones que le otorgaron las redes para ampliar sus horizontes. En los últimos tres años fundó Betr, una plataforma de apuestas deportivas que cuenta con siete millones de usuarios; Anti Fund, una inversora de riesgo que apuesta al desarrollo de startups; y W, una firma que comercializa productos de cuidado corporal.

Jake Paul es copropietario de W, una empresa que comercializa productos de cuidado corporal. Foto: Instagram @itscalledw.Jake Paul es copropietario de W, una empresa que comercializa productos de cuidado corporal. Foto: Instagram @itscalledw.

Pero no solo eso. Su penetración en el universo del boxeo transcurrió por dos carriles: el más conocido, como púgil, pero también como promotor. En septiembre de 2021, creó Most Valuable Promotions (MVP), que ya gestionó veladas potentes como la primera en el Madison Square Garden de Nueva York con un combate entre mujeres como pleito estelar: el que protagonizaron la puertorriqueña Amanda Serrano (la primera peleadora fichada por MVP) y la irlandesa Katie Taylor en abril de 2022 por el reinado indiscutido en la división ligero.

La cartelera del viernes en Arlington, que también incluirá la revancha entre Serrano y Taylor (la europea ganó la primera contienda), será organizada por MVP. Para este evento, la empresa del menor de los hermanos Paul unirá fuerzas con un gigante del streaming: Netflix transmitirá en directo la velada. Por primera vez, un espectáculo de boxeo será emitido en vivo por la plataforma de la ene roja, que le ofrecerá una audiencia potencial gigante, ya que cuenta con 282,7 millones de suscriptores (de acuerdo con el reporte del tercer trimestre de 2024 que compartió con sus inversores).

Pero Jake Paul también es un boxeador, aunque eso irrite a los puristas de esta disciplina. Lo es de acuerdo con los estándares normativos vigentes en estos días y lo es por la dedicación que ha puesto en conseguirlo, que le ha permitido lograr un progreso destacable en poco más de un lustro, aunque insuficiente para considerarlo un peleador de primer nivel en la categoría en la cual ha hecho toda su carrera, la de los cruceros (ante Tyson combatirá encuadrado en la división pesado).

En agosto de 2018, Jake Paul venció al youtuber Deji Olatunji en una exhibición en Manchester. Fue su primera experiencia en el boxeo.En agosto de 2018, Jake Paul venció al youtuber Deji Olatunji en una exhibición en Manchester. Fue su primera experiencia en el boxeo.

Su primer contacto con el pugilismo fue en agosto de 2018, cuando se midió con otro creador de contenidos, Deji Olatunji, en una pelea no oficial que reunió a 15.000 personas en el Manchester Arena y sedujo a otras 784.000, que pagaron para observarla a través de YouTube. Tras ello, gestionó una licencia profesional, concedida por la Comisión Atlética de Florida, y debutó como rentado el 30 de enero de 2020: con una técnica rudimentaria y una estrategia consistente en avanzar como un toro lanzando mandarriazos, noqueó en el primer asalto al influencer Ali Eson Gib, cuyos conocimientos sobre boxeo no superaban los que podría haber incorporado viendo un tutorial en TikTok.

Su segunda presentación, en noviembre de 2020, fue ante el exbasquetbolista Nate Robinson, a quien noqueó en el segundo round de un pleito en el Staples Center de Los Ángeles que fue parte de una cartelera que tuvo como atractivo principal la exhibición protagonizada por Mike Tyson y Roy Jones Jr. Tras ello, Paul se probó con (y derrotó a) peleadores de artes marciales mixtas que también estaban aterrizando en el pugilismo, como Ben Askren, Tyron Woodley y Anderson Silva.

El último escalón fue medirse con boxeadores hechos y derechos. En su primer intento, en febrero de 2023 en Diriyah (Arabia Saudita), perdió por puntos y en una ajustada decisión dividida ante el inglés Tommy Fury, uno de los hermanos del excampeón pesado Tyson Fury. Luego superó por la vía rápida al texano Andre August y al californiano Ryan Bourland, dos peleadores ignotos, pero con unos cuantos asaltos caminados sobre un cuadrilátero.

Transitando este camino, en el que fraguó un récord de 10 triunfos (siete antes del límite) y una derrota, Paul cambió su apodo: ahora es El Gallo (así, en castellano), un sobrenombre que le pusieron los fanáticos del boxeo en Puerto Rico, donde reside actualmente. Y también mostró una notable mejoría en sus habilidades a fuerza de constancia en el entrenamiento. Ningún analista serio lo colocaría en el top 10 de su división, pero ya no es el peleador callejero que enfrentó a Deji Olatunji hace seis años.

Jake Paul realizará ante Mike Tyson su 12ª pelea profesional. Foto: Netflix.Jake Paul realizará ante Mike Tyson su 12ª pelea profesional. Foto: Netflix.

Esa evolución, su juventud y su preparación lo convierten en un reto (e incluso un riesgo, si ambos asumen la pelea como tal) para Tyson, un hombre de 58 años que no combate profesionalmente desde hace poco más de 19 años y cuya condición física real es una incógnita, más allá de los videos, breves y editados, que fue compartiendo a través de las redes sociales durante este período de entrenamiento.

Paul, quien embolsará alrededor de 40 millones de dólares por el espectáculo del viernes, se comparó en estos días con Muhammad Ali (“fue el boxeador más odiado y más criticado antes de ser amado, yo soy el antihéroe y la gente me amará muy pronto”, sostuvo), pronosticó una victoria ante Tyson y retó a Saúl Canelo Álvarez. Durante el entrenamiento público del martes, que realizó con una gorra que semejaba un gallo, le consultaron si su próxima contienda sería con el mexicano. “Si él no es una fucking puta”, respondió.



Fuente Clarin

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