La Fórmula 2 ya forma parte del calendario de los argentinos, con Franco Colapinto representando al país en la segunda categoría de relevancia mundial detrás de la Fórmula 1, y este fin de semana hay acción en Montecarlo, en el tradicional GP de Mónaco donde Ayrton Senna fue rey y se convirtió en leyenda.
Este viernes, tras los primeros ensayos de Verstappen y compañía, el emblemático y fastuoso circuito callejero quedó a disposición de la Fórmula 2, con la clasificación a la carrera del sábado. Colapinto completó una buena actuación y quedó tercero de su grupo, lo que le permitirá salir desde la tercera fila, quinto en la general. Sin embargo, todas las miradas estuvieron puestas en una maniobra que evitó una tragedia.
El piloto francés de origen argelino, Isack Hadjar, volaba en busca de mejorar sus tiempos, acelerando su Red Bull en la entrada del túnel, uno de los sectores más emblemáticos y veloces del recorrido montado en el corazón del principado. Allí donde la luz del sol se apaga y el pedal se aprieta al máximo, contornando la novena curva, Hadjar se encontró de repente con el auto del japonés Ritomo Miyata, quien marchaba muy lento.
«Uuuuuuh», alcanzaron a decir los relatores de la TV, al ver la prodigiosa manera en que los reflejos de Hadjar le permitieron escapar de un choque podría haber terminado en tragedia, dada la diferencia de velocidades entre su auto y el del nipón.
«Lentísimo en el tunel, peligrosísimo…», habían advertido desde la transmisión, donde aclararon que había banderas anticipando la situación riesgosa. «Está ciego ahí, fue un milagro, no sé en qué podría haber terminado esto porque volaba para la izquierda», señalaron luego, a la vez que sugirieron un aplauso para la reacción del fráncés.