La uña de un dedo, la protuberancia de una rodilla o el cabello abultado. Cualquiera de estas características puede poner a un jugador en offside. La regla 11 no viene acompañada por una escuadra. Así sea un milímetro o un metro, un futbolista “estará en posición de fuera de juego si se encuentra más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario”. Entonces, más allá de las interpretaciones sobre la participación activa o pasiva de acuerdo las acciones propias del juego, da lo mismo la distancia. Y este fin de semana, hubo varios goles anulados en el fútbol argentino que volvieron a poner en tela de juicio a la International Board y al VAR y revivieron el debate sobre la necesidad de la Ley Wenger.

Edinson Cavani, Damián Fernández e Ignacio Pussetto se quedaron con el grito atragantado por culpa de posiciones adelantadas. En los dos primeros casos, las líneas que trazaron desde Ezeiza con el soporte Delta Cast, el sistema belga contratado por la AFA, dejó más dudas. Sobre todo, en el gol del uruguayo, que le hubiera permitido a Boca ponerse en ventaja ante Talleres.

“No soy partidario del VAR. Prefiero que le erren dentro de la cancha en una jugada rápida, a que desde una computadora alguien tome una decisión cuando no está en el lugar. No tenemos las herramientas de tecnología para tomar ciertas medidas. Vos no me podés poner en la TV una imagen con una línea trazada en diagonal, en la que la línea me pasa por abajo de la rodilla y me sale por la espalda. Son esas cosas que no dejan nada y hacen que el fútbol pierda la esencia, eso que despierta pasión”, dijo Cavani en el Canal de Boca.

El momento en que Equi Fernández toca la pelota para Edinson Cavani, la polémica de la noche en Boca vs Talleres. Foto: Captura TV.El momento en que Equi Fernández toca la pelota para Edinson Cavani, la polémica de la noche en Boca vs Talleres. Foto: Captura TV.

Y agregó: “Empiezan a jugar con los cuadros; un cuadro antes, otro después, las líneas están trazadas en una situación que no te da certeza. Le están quitando lo que realmente es el fútbol, lo han hecho aburrido”.

«Volvimos a ver la jugada. Es mínimo, una rodilla. Pero bueno, hay que confiar en el VAR y creer que fue así», dijo Diego Martínez, técnico de Boca. Cuando partió el pase de Equi Fernández, casi imperceptiblemente se observa que Cavani está delante de la línea de la pelota. Al menos, en las imágenes congeladas.

En Avellaneda también hubo jugadas controversiales. El gol de Damián Fernández fue anulado por la posición adelantada de Francisco Pizzini, quien asistió al zaguero con un cabezazo. El juez asistente Maximiliano Castelli levantó la bandera y Héctor Paletta, desde el VAR, avaló la decisión.

«No es tan preciso. Yo creo que es una gran jugada y, lamentablemente, nos anulan el gol que para mí era válido, pero bueno, ese es el análisis que puedo hacer”, se quejó Gustavo Quinteros. Nada dijo, claro, de la otra situación picante de la tarde, un penal de Elías Gómez sobre Santiago López que Darío Herrera no cobró. El pibe de Independiente declaró: “Para mí había sido penal, yo sentí el golpe, pero él me dijo que tocó primero la pelota”. Si bien es cierto que el lateral de Vélez llegó antes, también es real que se lo llevó puesto.

En Huracán-Instituto hubo otra acción para el análisis. Un centro de Héctor Fértoli que Walter Mazzantti intentó cabecear sin éxito terminó en la definición de Ignacio Pussetto. Advertido desde el VAR, Ariel Penel recurrió al monitor y coincidió con el criterio de Fernando Rapallini y anuló el gol por la influencia del delantero que buscó ganar en el juego aéreo. Bajo la actual reglamentación, no hay discusión. ¿Estaba lo suficientemente adelantado para confundir al arquero? Al final del partido, la tecnología volvió a acertar. Gracias al llamado desde la sala VOR en Ezeiza, se corrigió la grave omisión del árbitro, un penal de Miguel Brizuela a Pussetto que el propio “7” del Globo transformó en gol.

A todo esto, los audios del VAR brillan por su ausencia. Desde el River-Boca que no se emiten. Federico Beligoy, Director de Formación Arbitral, no dio explicaciones. ¿No querrá exponer más a sus subordinados?

Claro que el offside fue el principal eje de la polémica. En ese sentido, Arsene Wenger disparó una idea que puede hacer más laxa (y con sentido común) a la antigua regla. El ex técnico de Arsenal, actualmente Jefe de Desarrollo Mundial del Fútbol de la FIFA, insiste desde hace dos años que solo debería sancionarse el fuera de juego si el atacante supera completamente la posición del último defensor. Es decir, por un cuerpo.

Este método se está probando desde noviembre en los torneos juveniles de Italia y Suecia. Y en febrero habrá una reunión de la IFAB en la que se podría poner en vigencia. Algo tarde para reclamar tantos goles anulados.

El boicot inglés

A partir de groseros errores arbitrales, Wolverthampton tomó la iniciativa y pidió un plebiscito. “Numerosas consecuencias negativas no deseadas que están dañando la relación entre los aficionados y el fútbol y socavando el valor de la marca Premier League”, consignaron los dirigentes del conjunto del condado de las Tierras Medias Occidentales. El 6 de junio, se pondrá a votación la continuidad o no del VAR. Si 14 de los 20 clubes dan el okey, se abolirá la tecnología.

Gianni Infantino dijo en el 74° Congreso de la FIFA celebrado en Bangkok: «Tenemos intención de desarrollar y mejorar el VAR. 65 federaciones han implantado ya el VAR. Se ha creado una tecnología más básica, con menos cámaras y no se requiere oficiales de partido, por lo que será más fácil para todos. El sistema ya está a prueba».

El mandamás de la FIFA informó que habrá un Ojo de Halcón y los técnicos podrán pedir dos revisiones por partido.

En principio, se implementaría entregando una tarjeta al cuarto árbitro y explicitando qué acción desean chequear. Solo será posible en goles, penales, expulsiones o confusión de identidad, claro.





Fuente Clarin

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