El primer tiempo del partido entre Brasil y Colombia, que definía al rival de Uruguay (y también de Panamá) en los cuartos de final de la Copa América, tuvo de todo: dos goles -un golazo de Raphinha y el empate sobre la hora de Daniel Muñoz-, patadas por aquí y por allá y discusiones, pero también intensidad en el juego. E intervenciones del VAR comandado por el argentino Mauro Vigliano que generaron polémica.

A los 18 minutos del primer tiempo, cuando Brasil ya ganaba con un tiro libre al ángulo de Raphinha, Davinson Sánchez conectó de cabeza un centro de James Rodríguez y gritó el empate, pero el rudimentario VAR sudamericano, muy diferente del fuera de juego «semiautomático» que se ve en Europa, marcó offside.

Lo llamativo de esta jugada es que ya en el final de la primera mitad, cuando la transmisión oficial mostró la imagen que llevó a Vigliano y compañía a anular el tanto, se muestra una línea roja que toma como referencia el cuerpo de otro jugador, Jhon Córdoba, que estaba adelantado pero no juega la pelota. Sánchez, el que cabecea, parecía estar habilitado.

En primera instancia, Córdoba corre hacia el arco para intentar cabecear la pelota, pero no llega y tampoco interfiere en la visión del arquero ni perjudica a alguno de los defensores. Un error de criterio grosero, si es que eso fue lo que interpretaron para anular el gol. Será crucial oír los audios del VAR que suele difundir la Conmebol varias horas después de los partidos.

Luego, ya cerca del final del primer tiempo, hubo otra jugada discutida, aunque esta vez las protestas cambiaron de bando. ¿Fue penal contra Vinicius Jr.? El delantero del Real Madrid, que se perderá los cuartos de final por acumulación de tarjetas amarillas, se metió al área y fue derribado por Daniel Muñoz.

Inicialmente, el árbitro Jesús Valenzuela no sancionó la pena máxima y, tras unos segundos de deliberación, los jueces del VAR chequearon la acción pero tampoco decidieron llamarlo al monitor. Curiosamente, poco después llegó el empate de Colombia, justamente a través de Muñoz.

¿Pero fue penal sobre Vini? La sensación es que la imagen despierta tantas dudas que Vigliano eligió confiar en el instinto de su colega en campo, que no vio infracción y dio tiro de esquina para los brasileños.

En resumen, fueron dos polémicas bravas, de difícil resolución, pero que exponen la pobreza de la tecnología que se está empleando en la Copa América. En este caso fue en un partido que no terminó siendo definitorio pero la situación puede terminar en bochorno si se da en alguna de las instancias eliminatorias que se vienen en Estados Unidos.



Fuente Clarin

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