Franco Colapinto, el joven piloto argentino de Fórmula 1 que se abrió camino desde Pilar hasta las pistas más veloces del mundo, reveló una faceta poco conocida de su vida.
En una entrevista en el famoso programa español “El Hormiguero” de Antena 3, contó sobre su experiencia en el automovilismo y también sobre los desafíos personales que enfrentó cuando era apenas un adolescente viviendo solo en Europa.
Desde muy pequeño, Colapinto tenía claro su objetivo: “Era mi sueño desde muy chico; trabajamos mucho para eso. Mis mánagers me agarraron de pibe en la F4 en España y nuestro sueño en común fue llegar a la Fórmula 1”, contó.
Este sueño lo impulsó a prepararse física y mentalmente para enfrentar los desafíos de la máxima categoría del automovilismo. “Desde chico peleé y soñé con eso. Estaba preparado mental y físicamente por si se daba la oportunidad y llegó”, agregó el piloto.
Pero no todo fue fácil para Franco Colapinto. Con tan solo 14 años, se aventuró a viajar a Italia para seguir su sueño, enfrentándose a un país nuevo y a una vida independiente. “Fui a Italia de chico, sin saber el idioma. Fue un quilombo: me quería matar. Era una locura total, irte con 14 años a 12 mil kilómetros de distancia sin nadie de tu familia”, recordó Colapinto en la entrevista.
En esos tiempos, vivía en un departamento sobre una fábrica de chasis de karting y se enfrentaba a desafíos cotidianos que nunca había tenido que resolver.
La curiosa forma de cocinar arroz de Franco Colapinto: el truco de la pava eléctrica
Una de las anécdotas más sorprendentes que Colapinto compartió fue su particular método de cocinar arroz cuando vivía solo y apenas contaba con recursos. “Me llevaba arroz y lo cocinaba en la pava eléctrica porque estaba complicado de presupuesto y hay que solucionar el hambre”, contó entre risas el piloto.
Sin saber cocinar, Colapinto debió improvisar en más de una ocasión. Vivía con lo básico, y esto se reflejaba incluso en su alimentación: “Calentaba el agua en la pava eléctrica, hasta que hierva, metía el arroz y quedaba rico. Pero se pegaba mucho abajo”, recordó de forma cómica.