Los que dicen que el fútbol es como la vida pueden tomar la carrera como entrenador de Gustavo Costas para avalar la sentencia. El ídolo de Racing recibe honores por estas horas por su notable capacidad de dejar en ridículo a los equipos brasileños que se le ponen en el camino, pero antes tuvo que transitar por el oprobio y aprender de los golpes. Ahora los enfrenta y les gana de manera contundente de local, de visitante o en campo neutral.
Es una maravilla ver jugar a su Academia ante los conjuntos de Brasil porque se agranda y se empodera. Lo que consiguió es un hito: acumular cinco alegrías en fila ante brasileños (2-1 a Corinthians en la semi de la Copa Sudamericana, 3-1 a Cruzeiro en la final, 2-0 y 2-0 contra Botafogo en la Recopa y 3-0 ante Fortaleza). El anterior registro de cuatro victorias al hilo le pertenecía a Boca entre 2019 y 2020 (2-1, 1-0 2-0 ante Athletico Paranaense con Gustavo Alfaro en la Copa Libertadores 2019, y 1-0 contra Inter de Porto Alegre con Miguel Ángel Russo como DT en la edición de 2020).
Fue una fiesta la que vivió Racing el martes pasado en el estado de Ceará: el 3-0 ante Fortaleza se convirtió en la mayor goleada de un club argentino en Brasil por competiciones sudamericanas, alcanzando el 3-0 de River frente a Cruzeiro en 2015 y el 3-0 de San Lorenzo contra Paranaense en 2017, ambos por Libertadores.
La pregunta entonces aflora en charlas de café o en diálogos virtuales: ¿cómo hace Racing para ganarles tan fácil a los brasileños? Y la respuesta hay que buscarla en la historia de Costas como director técnico, que casi siempre sufrió cuando se midió contra equipos de Brasil. De recibir tantos golpes aprendió el técnico académico, cuya receta principal es no tener miedo y atacar con muchos futbolistas.
Fue un cachetazo histórico el que recibió Costas (en dupla con Humberto Maschio) la primera vez que chocó contra uno de Brasil: Palmeiras lo goleó 7-0 en el Parque Antárctica el 5 de agosto de 1999 por la Copa Mercosur. Al cabo, se convirtió en la derrota más abultada de un argentino en la tierra de los pentacampeones del mundo. Así, Costas pasó del peor al mejor de los registros en 26 años.
El DT de Racing padeció a los de Brasil en sus primeros cruces: a la goleada de Palmeiras le siguieron otra caída ante el mismo rival por 4-2, y dos traspiés frente a Cruzeiro, por 2-0 y 4-0. Las malas no quedarían ahí: ya en Alianza Lima de Perú cayó 2-1 y 3-1 contra San Pablo en la Libertadores 2004.
Esas seis caídas en fila tuvieron un denominador común: los planteos cautelosos. Y no le resultaron, claro: le convirtieron 22 goles y anotó apenas 4. Tal vez en esas jornadas de desconsuelo el técnico de 62 años encontró la fórmula para jugar contra los de Brasil.
Y vaya si aprendió. Porque lo que está logrando con Racing es poco común: los pone de rodillas y los abruma. Los ataca con muchos futbolistas acá, allá y en cualquier lado. Abundan las imágenes de Maximiliano Salas y de Adrián Martínez peleando con los zagueros rivales, más los laterales Gastón Martirena y Gabriel Rojas acoplándose, mientras acompañan Luciano Vietto, Juan Nardoni y Agustín Almendra (o Bruno Zuculini). También lastima la Academia con pelota parada y los centrales Santiago Sosa, Marco Di Cesare y Nazareno Colombo (o García Basso).
Los números en el fútbol suelen ser fríos, pero de sus lecturas se pueden sacar conclusiones. Y para decir que Racing ataca a los brasileños conviene revisar el apartado tiros al arco de las últimas cinco victorias. Se verá que el conjunto de Avellaneda pateó 71 veces, lo que arroja un promedio de 14 disparos. El pico más alto fue ante Fortaleza, con 24 intentos.
“¿El secreto para ganarle a tantos brasileños? Se lo tenés que preguntar a los jugadores. Nos plantamos de la misma manera y salimos a buscarlos. Nos pone contentos por lo que nos dan los futbolistas. Cuando es difícil sacan un plus”, dijo Costas. “Nos convertimos en un equipo copero. En los partidos importantes, en las finales, sobre todo contra brasileños, nos estamos imponiendo por la actitud y las ganas”, se sumó Santiago Sosa.
La estadística de Costas contra brasileños desde que regresó a Racing es muy positiva: ganó siete, empató uno y perdió dos. El registro anterior a su retorno, en tanto, fue demasiado negativo: se impuso en cuatro, igualó en seis y cayó en 16.
Convencerse a sí mismo de atacar para después trasladar el mensaje a los jugadores fue la receta que encontró Gustavo Costas para dejar en el camino a tanto brasileños. Y para hacer historia.
Racing recibe el domingo a Banfield con la necesidad de ganar para seguir con chances de meterse desde los ocho mejores del grupo. Y de cara a ese partido, Gustavo Costas recibió una buena noticia y dos malas: el defensor Agustín García Basso está recuperado y será titular, mientras que Richard Sánchez y Matías Zaracho serán baja por distintas lesiones.
García Basso este año jugó solamente ante Barracas Central y luego sufrió una fisura en el peroné de la pierna derecha. En Brasil estuvo en el banco y ahora reaparecerá desde el inicio.
En tanto, el paraguayo Sánchez, que aún no debutó, padece distensión en el sóleo derecho. Por su parte, Zaracho arrastra molestias musculares y volverá a quedar marginado.
El próximo partido de Racing por Libertadores será el jueves ante Bucaramanga a puertas cerradas por la sanción de Conmebol por uso excesivo de pirotecnia.