Algunos equipos tienen una mística contagiosa. Cuando el compromiso del grupo fecha a fecha es tal, en los clubes todos parecen estar consustanciados con el objetivo. Desde los jugadores, hasta el utilero, ponen lo mejor para ser parte del desempeño en la cancha. En el club Sportivo y Biblioteca Atenas de Río Cuarto –Atenas- pasó algo parecido, pero muy diferente.
Tras no conseguir clasificar en la primera o segunda posición del grupo B, su lote en el Torneo Federal A, el equipo de Córdoba fue por el camino de la revalida para intentar llegar a la Primera Nacional. El domingo 29 de septiembre, entonces, debía enfrentar a Juventud Unida de San Luis.
La expectativa en el club era notable. El Secretario Sergio Bustos, el tesorero Franco Panzolato y la kinesióloga Camila Basualdo Bustos, tenían el mismo pálpito y no dudaron en apostar para multiplicar los pesos puesto al resultado del partido. Pese a que Atenas cayó 3-0, todos ganaron: se dio la derrota que esperaban.
Incluso la misma apuesta se repitió en una computadora desde la casa del presidente del club, Federico Felippa, motivo por el que terminó demorado en una comisaría cercana. Después se supo: su hijo también había apostado en contra del club y fue uno de los que recibieron algo de los 4 mil millones de pesos que “pagó” ese partido.
Si ya es curioso que los apostadores vinculados a Atenas apostaran por una derrota, que algunas de sus combinadas hayan incluido goles antes de los 30 minutos o un resultado idéntico al final, es alarmante.
Pero la historia que tiene identificados a los directivos y tuvo demorado en una seccional policial al presidente durante algunas horas se conoció a partir de la sospecha de Lotería de Córdoba, primero, y a su determinación de denunciar lo que consideró un fenómeno inusual. Era un volumen de apuestas por encima del promedio para ese equipo o esa categoría, la tercera del fútbol argentino.
La primera alarma fue automática. El sistema le indicó a Lotería de Córdoba que en una de sus plataformas el partido “Atenas- Juventud Unida” había un volumen de apuestas inusual, mayor en comparación a otros partidos del mismo rango. La pesquisa interna explicó el fenómeno: siete cuentas –algunas estrenadas para la ocasión- volcaban una buena cantidad de pesos a la derrota del conjunto cordobés y además todos eran vecinos de Río Cuarto.
Los funcionarios de Lotería de Córdoba entendieron que se trataba de un fraude en su contra e hicieron la denuncia ante la Justicia, tal como indica el protocolo de de la Fiscalía de Ciberseguridad.
La causa recayó en la fiscalía de Cibercrimen que comenzó a investigar para dar con la identidad de los apostadores y su vínculo. Así llegaron al conocimiento que el hijo de Felippa, el presidente de Atenas, había apostado contra el equipo del club que preside su padre.
El martes, el fiscal Franco Pilnik estuvo a cargo de los allanamientos simultáneos en los domicilios de los dirigentes y secuestraron teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos, además de documentación de interés para la causa. Sin embargo, ninguno está imputado, al menos hasta el cierre de este artículo.
El partido que pagó 4 mil millones
A unos días del partido ante Juventud Unida por la revalida del Federal A y tras un campeonato ordinario, el entrenador Darío Bringas anunció su salida del equipo tras un año y medio al frente. ¿Que pasó? El entrenador apenas atinó a decir “ciclo cumplido”, sin mayores detalles. Su salida fue una más, junto a la de otros nueve futbolistas, entre ellos varios titulares.
Fue el propio Felippa quien anunció el reemplazo para Bringas y festejó que fuese “un hombre de la casa”: Juan Bazid preparó el equipo para el primero de los dos choques ante el equipo de San Luis.
El primer gol llegó a los 16 minutos y fue en contra, del brasileño Uirá Márques. A la media hora, el mismo jugador tomó la pelota con la mano en el área, pero el árbitro no vio la infracción y dejó seguir la jugada, que misteriosamente los defensores rechazaban sin potencia y siempre quedaba a tiro del rival, hasta que entró.
El tercer gol quedó en planilla para un delantero de Juventud Unida de 17 años que no lo gritó porque en rigor quien la metió fue, antes de los 5 minutos del segundo tiempo, el brasileño Márques, quien 10 días después terminó su contrato y se marchó de Río Cuarto.
Quién es Felippa, el presidente señalado
Federico Felippa maneja el club desde 2020, luego de un buen tiempo al frente de la Subcomisión de Fútbol. Antes de sentarse en la mesa chica de las decisiones del club, su lugar estaba en el paravalanchas, ya que según un informe de Cadena 3 de Córdoba, “durante años fue uno de los integrantes de la barra con más poder en la tribuna”.
Dos años atrás, fue el candidato por el oficialismo para presidir el comité ejecutivo de la Liga de Fútbol de Río Cuarto, pero perdió las elecciones a manos de Camilo Mañez, quien actualmente comanda la institución.
Las elecciones se aproximan en Atenas y lo tienen como candidato para ir por un nuevo mandato, sin embargo, y pese a que no había una oposición fuerte que le hiciera perder sufragios, en Río Cuarto algunos aseguran que declinará su candidatura.