Marcelo Moretti le cuenta a sus íntimos que se siente como Javier Milei. Asumió hace cuatro meses y se encontró con una situación dramática a nivel económico y financiero. De entrada, tuvo que conseguir 3.600.000 dólares para poner al día a los jugadores y levantar la inhibición de Yeison Gordillo. Y ahora, tras una semana convulsionada en la que protagonizó cruces mediáticos con el técnico saliente Ruben Darío Insua, el presidente de San Lorenzo se encontró con otra piedra en el camino.
Ayer se conocieron cuatro nuevas inhibiciones que lo pusieron contra la espada y pared. Si no logra levantarlas, no podrá incorporar jugadores para el mercado de pases invernal. “Lo tenemos controlado”, le dijo Moretti a Clarín.
Se trata de la segunda cuota de la ficha de Adam Bareiro, que la Comisión Directiva anterior acordó con Monterrey y oscila los 600 mil dólares; dos deudas relacionadas a Diego Rodríguez, una con el propio futbolista de 490 mil dólares y otra con Tijuana, que reclama 160 mil por el pase del volante uruguayo; y otra con Ferencváros de Hungría, que exige 140 mil dólares por haber liberado a Carlos Auzqui.
En total, el monto a cancelar es de 1.390.000 dólares, una suma importante que le resta margen de maniobra para reforzar el equipo que dirige Leandro Romagnoli.
Marcelo Moretti y Ruben Insua, antes de la tormenta. Foto: San Lorenzo“La vamos a levantar. Estamos trabajando en la estrategia. Ya empezamos las charlas para solucionar los problemas que nos dejó la anterior dirigencia. Queremos llegar a un acuerdo integral”, agregó el mandamás azulgrana.
San Lorenzo intentará acordar un pago inicial del 50 o el 40 por ciento y un plan de cuotas con Monterrey, Tijuana y Ferencváros. Con los futbolistas, la historia es diferente porque no tendrá tanto plazo. No obstante, hay buen diálogo con Pablo Boselli, apoderado del Torito Rodríguez, y especialmente con Juan Cruz Oller, representante de Auzqui, que se ocupará de la gestión.
Para Moretti será clave el próximo mercado de pases. Hay dos jugadores en carpeta: Héctor Tito Villalba (campeón con el Ciclón; ahora en Libertad) y Matías Reali (Independiente Rivadavia).
Leandro Romagnoli, la apuesta de Moretti para el San Lorenzo que se viene. Foto: AP Photo/Matilde Campodonico.Después, la idea del cuerpo técnico es darle rodaje a jugadores que llegaron con Insua y casi no tuvieron participación o lo hicieron en cuentagotas con el ex entrenador: Eric Remedi, Iván Tapia, Sebastián Blanco, Nicolás Carnicero Hernández y Diego Herazo.
“Intentamos ser ordenados. Acá trabajaban con 300 millones de pesos de descubierto por día, lo que le generaba al club intereses de 30 mil dólares mensuales. Los jugadores están al día, viajan en chárter, no tenemos cheques rechazados. La situación que encontramos es crítica. Estamos haciendo un milagro”, enfatizó Moretti.
Para colmo, Marcelo Tinelli le envió una carta documento al club porque Unión le exige que cancele una deuda por los hermanos Pittón y una financiera rosarina reclama un préstamo. Aunque todo estaba avalado por sus garantías personales cuando era vicepresidente, correspondería que se haga cargo San Lorenzo