Iban 22 minutos del segundo tiempo cuando Marcelo Gallardo llamó al “18” de River. Era su momento para ingresar al partido. Era el momento que Gonzalo Martínez había esperado durante su larga recuperación. Y un día el Pity volvió a jugar, después de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, grave lesión que había sufrido en un amistoso disputado en enero en Estados Unidos.
“La verdad que se extrañaba. Uno cuando le pasan estas cosas lo primero que quiere es volver a jugar, a compartir y pelear dentro de la cancha con los compañeros. Se hizo largo, pero estamos acá, que es lo más importante, y poder ayudar al equipo jugando al fútbol que es lo que más me gusta“, dijo el mediocampista ofensivo antes del partido.
“No fue fácil la recuperación, pero tengo un gran grupo que estuvo conmigo en todo momento. Siempre tuve mi cabeza positiva”, recalcó. “Sé que tengo mucho más para dar y estoy feliz de volver en estas instancias y ojalá ayudar al equipo“, aseguró.
¿Por qué demoró tanto su regreso a las canchas? “Hay que respetar tiempos y no apurar porque me hubiera perjudicado”, reflexionó el Pity.
Había recibido el alta médica justo antes de que River viajara a Belo Horizonte para el partido de ida en la semifinal de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro, pero no estuvo entre los convocados. Y este viernes arrancó en el banco contra Defensa y Justicia hasta que ingresó. Se mostró activo de entrada, se asoció bien con Lanzini y tuvo un tiro libre que se fue cerca de un palo.
Para River se viene el trascendental partido del martes a las 21.30, en el Monumental, donde deberá ir por la épica de una remontada del 0-3 en Belo Horizonte. Cuando en la transmisión oficial del partido de anoche le pidieron por un mensaje a los hinchas, les dijo: “Que se queden tranquilos que vamos a dar lo mejor para dar vuelta la serie”.