Darwin Núñez y una media docena de jugadores de Uruguay acabaron en las gradas del estadio Bank of America, de Charlotte, peleándose con hinchas colombianos tras la derrota 1-0 ante Colombia en la semifinal de la Copa América. Pero en la cancha también hubo acción.

Después de un partido muy físico, una gresca se desató detrás de la banca de Uruguay en los instantes posteriores a que el árbitro mexicano pitara el final.

Ante una concurrencia de 70.644 espectadores, con una amplia mayoría alentando a Colombia, un pequeño grupos de hinchas uruguayos acabaron trenzándose a golpes con los colombianos. En ese sector estaban algunos familiares de los futbolistas charrúas, hecho que motivó la reacción de Núñez y compañía.

Un video muestra cómo dos hinchas comienzan a golpearse a los puños y todo escala en forma exponencial cuando un tercero los empuja e involucra a más aficionados en el tumulto.

El central uruguayo José María Giménez relató que lo que provocó que los futbolistas encarasen a los aficionados fue tratar de proteger a sus familias.

“Esto es un desastre”, dijo Giménez. “Le hicieron una avalancha a toda nuestra familia de un cierto sector. Nuestras familias corrieron peligro. Tuvimos que correr como pedo (locos) a la tribuna a sacar a nuestros seres queridos con bebés recién nacidos. No había un solo policía».

“Ojalá que los están organizando esto tengan un poco más de cuidado con las familias, con la gente y con los alrededores de los estadios”, agregó. “Todos los partidos pasa lo mismo”.

Ignacio Alonso, el presidente de la Asociación Uruguay de Fútbol, indicó que los jugadores de la selección tuvieron «una reacción instintiva y natural» al ir a proteger a sus familiares.

«Debió haber existido un cordón, en un estadio que tenía el 90% de colombianos”, añadió.

Luis Suárez y su bronca con Miguel Borja

Dentro de la cancha, durante y después del partido, el clima también estuvo encendido. En el segundo tiempo, Luis Suárez ingresó como reemplazo en busca de un empate que nunca llegó, y en un momento se cruzó con Yerry Mina, que buscaba hacer tiempo para mantener la ventaja.

El Pistolero terminó de explotar cuando vio los festejos de los jugadores colombianos tras el 1-0 y la clasificación a la final. Fue Miguel Borja, delantero de River, el apuntado por el goleador que hoy se desempeña en el Inter Miami.

«Lo que más molesta es el baboseo, las cargadas», explicó Suárez más tranquilo tras salir del vestuario. En un video se observa cómo encara a Borja y lo toma del cuello para pedirle explicaciones. A favor de Lucho, no es la primera vez que el goleador colombiano, suplente ante Uruguay, protagoniza una situación de estas, y es algo que trajo también al fútbol argentino.

La CONMEBOL condenó los incidentes: “No hay lugar para la intolerancia y la violencia dentro y fuera de la cancha”.

Se precisaron más de 10 minutos para que la policía interviniera y restablecer el orden.

Aproximadamente un centenar de seguidores uruguayos y personal de la selección permanecieron en la cancha más de 20 minutos después de finalizado el partido, al tiempo que los hinchas colombianos se retiraban.

“No vi todo lo que pasó», dijo Marcelo Bielsa, el técnico argentino de Uruguay. «Creí que el incidente había terminado con una disputa que se dio en la mitad de la cancha apenas finalizado el encuentro».

“Después supe que hubo otro tipo de dificultades. Lamentable verdaderamente”, añadió. Fue el final de una noche que tuvo un partidazo y un episodio para el olvido.





Fuente Clarin

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