La decisión judicial emitida el miércoles por la jueza Eliana Gómez Moreira, tras una extensa audiencia que superó las 10 horas, marcó un hito en el caso de abuso sexual agravado que involucra a los jugadores de Vélez Abiel Osorio, José Florentín, Braian Cufré y Sebastián Sosa. Aunque cada uno enfrenta su propia situación legal, todos comparten el objetivo común de dejar atrás la celda en la que se encuentran desde el lunes en la Dirección de Investigaciones de la Policía de Tucumán.
La jueza determinó que Osorio, Florentín y Cufré obtengan la prisión domiciliaria por un período de 90 días, con la condición de fijar residencia en Tucumán y mantenerse a una distancia mínima de 400 metros de la víctima, así como abstenerse de cualquier contacto con ella. Mientras tanto, Sebastián Sosa, el cuarto implicado, fue liberado condicionalmente hasta la realización del juicio, pero no podrá salir del país.
Uno de los principales obstáculos que enfrentan los acusados es la exigencia de una caución de 50 millones de pesos para garantizar su arresto domiciliario. Sin embargo, este monto no parece ser un impedimento, ya que los jugadores están dispuestos a ofrecer el dinero necesario para agilizar los trámites.
Se espera que la transferencia de fondos se realice durante este viernes, con la esperanza de que para el fin de semana los tres jugadores bajo arresto domiciliario estén instalados en un departamento en Tucumán, mientras que Sosa regrese a Buenos Aires en libertad.
En cuanto al alojamiento en la capital provincial, Cufré y Osorio consideraron la posibilidad de alquilar la misma propiedad, dado que comparten el mismo abogado y no existen restricciones al respecto. Por otro lado, el abogado del paraguayo Florentín busca un lugar adecuado donde su cliente pueda alojar a su familia. A pesar de estar bajo arresto domiciliario, no hay límites en cuanto al número de personas que pueden acompañar a los jugadores en esta nueva situación.
Además del desafío de asegurar la caución, los jugadores enfrentan otra dificultad: la escasez de pulseras electrónicas para el monitoreo de sus movimientos. Esto los llevó a integrar una lista de espera, aunque se espera que esta situación se resuelva con la implementación de rondas policiales para supervisar su cumplimiento.
Por otro lado, los abogados de los jugadores han presentado una impugnación contra la decisión judicial, buscando una revisión de la medida. La Justicia tucumana está evaluando la fecha para una audiencia de impugnación, en la que un juez reconsiderará la decisión original y podría confirmarla o revocarla, lo que podría conducir a la liberación de los acusados.
En cuanto a la naturaleza de los cargos, Cufré y Florentín Bobadilla enfrentan acusaciones de abuso sexual agravado por la comisión del delito en grupo, con penas que oscilan entre 8 y 20 años de prisión. Osorio, por su parte, está acusado de abuso sexual simple con acceso carnal, con penas que van de 6 a 15 años. Sosa fue acusado de participación secundaria, lo que le permite permanecer en libertad condicional mientras continúa el proceso judicial.
El enojo del abogado de la víctima
Más allá de que los futbolistas de Vélez estarán privados de su libertad, la defensa de la joven de 24 años que denunció el abuso en el hotel Hilton de Tucumán el fin de semana en el que el Fortín enfrentó a Atlético, realizó una fuerte crítica contra la decisión de la Justicia de conceder la prisión domiciliaria.
Juan Andrés Robles ratificó este viernes que no están de acuerdo porque “carece de perspectiva de género del lado de la mujer”. Dijo que deberían estar en una cárcel común pero obtuvieron el privilegio “porque son futbolistas”.
«Es la sensación amarga que nos ha quedado, que no hay igualdad de trato. Si esto le hubiera pasado a cualquier ciudadano estarían completamente presos. Este tipo de injusticias, nosotras la tomamos como muy duras. Nuestra clienta está muy decepcionada por el fallo y nosotros en lo particular también», explicó en declaraciones a radio La Red de Buenos Aires.
«Este tipo de situaciones a nosotros nos hacen ver que hay un desequilibrio de partes. Que nos enfrentamos a gente muy poderosa, muy rica, y con muchos recursos. Y puede ser este tipo de situaciones que estamos viendo y estamos señalando, que haga que no se resuelva para todos de la misma forma», completó.