El Superclásico es el partido más observado por los hinchas -propios y neutrales- y también el más trabajado por los entrenadores. Habrán transitado días especiales Martín Demichelis y Diego Martínez, pensando y craneando una y otra vez las alternativas del duelo. Sin demasiado lugar para la sorpresa, los técnicos apostarán por los futbolistas que vienen teniendo más continuidad y por los esquemas más aceitados.

Boca deberá suplir a Cristian Medina y River esperará hasta último momento a Miguel Borja y a Paulo Díaz. Un juego interesante en la previa puede ser adivinar qué sector del campo de juego será el fundamental en el duelo del Mario Kempes. Y la clave del juego podría estar en los laterales…

Tanto River como Boca suelen acumular gente en el sector medio de la cancha. Ambos crecen desde la tenencia. Martínez generalmente apuesta por un cuadrado que lo componen Ezequiel y Guillermo Fernández en una línea, y Medina y Kevin Zenón más adelantados. Por delante de estos también se mueven los atacantes, Cavani y Merentiel (o Langoni).Así, las bandas del campo de juego quedan para los laterales: Luis Advíncula en la derecha y Lautaro Blanco en la izquierda. Una estadística sintomática: los defensores participaron en 8 de los 20 goles que marcó el equipo en la Copa de la Liga.

River fue rotando en su dibujo táctico y en los intérpretes y por eso Demichelis recibió críticas. En los últimos partido, el técnico cordobés afianzó un 4-3-1-2, con Claudio Echeverri como enlace. Borja será titular si se recupera y entre Facundo Colidio y Pablo Solari saldrá su acompañante para jugar centralizado y encima de algún zaguero rival.

El presente inmediato del ex Boca es mejor: anotó tres goles en la victoria frente a Instituto. En el mediocampo. Rodrigo Villagra es el tapón y Rodrigo Aliendro e Ignacio Fernández son los interiores.

Es posible que Micho adelante unos metros a Nacho para jugar cerca del Diablito y quedar emparejados con los Fernández de Boca. Un metros atrás, Villagra y Aliendro irán con Zenón y Jabes Saralegui, si es que asoma como sustituto de Medina. De esta manera, las bandas de ambos lados quedarán a disposición de los laterales, Enzo Díaz y Marcelo Herrera.

Entonces, en los duelos Díaz-Advíncula y Herrera-Blanco podría estar la clave del Superclásico. Puede suceder, en tanto, que alguno de los entrenadores decida cambiar algo desde lo táctico para no quedar mano a mano en toda la cancha. Una posibilidad es correr a la banda a algún atacante para que persiga las subidas de los laterales. Ambos pueden también armar un 4-4-2 y ser los mediocampistas los que queden cara a cara con los laterales.

Las alternativas sobran y la sorpresa suele ser un herramienta de la que se valen los entrenadores para los partidos grandes. En caso de no existir algo extraño, los duelos entre los laterales podrían marcar el rumbo de un nuevo Superclásico.



Fuente Clarin

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