“Ahora sos un piloto de Williams con puntos en la Fórmula 1. Eso no va a cambiar nunca, nadie te lo puede sacar. Bien hecho. Fue un fin de semana que ejecutaste a la perfección de principio a fin. Estoy orgulloso de vos”. Esas palabras de James Vowles para Franco Colapinto fueron el resumen perfecto de la inolvidable y emocionante jornada que vivió el pilarense en Bakú, donde terminó octavo en el Gran Premio de Azerbaiyán y se convirtió en el primer argentino en sumar puntos en una carrera de la categoría reina en más de cuatro décadas.

Fue apenas su segunda presentación en una prueba del Gran Circo y la primera en un escenario completamente desconocido para él. Tras el debut en Monza, con un gran 12° lugar, la cita en el durísimo trazado de la capital azerbaiyana se presentaba como un enorme desafío para el joven piloto pilarense. Pero pese a su inexperiencia en circuitos callejeros, él le encontró rápido la mano a las calles de Bakú, de las que se llevó unas valiosas cuatro unidades.

Así, ingresó al selecto grupo de argentinos que lograron puntear en la F1. El último, en Sudáfrica en 1982, había sido Carlos Reutemann, que consiguió en total 310 puntos a lo largo de su trayectoria en la máxima categoría. Antes, lo habían conseguido Juan Manuel Fangio (277), Froilán González (77), Roberto Mieres (13), Carlos Menditeguy (9), Onofre Marimón (8) y Oscar Galvez (2).

“Me siento muy feliz. Es un sueño hecho realidad. No esperaba tener puntos ya en mi segunda carrera. Es algo muy positivo. Estoy demostrando que puedo tener buenos resultados y les estoy devolviendo la confianza que tuvieron en mi al ponerme en esta butaca”, festejó Colapinto.

El argentino, que se sumó a Williams en la previa de Monza para ocupar por el resto de la temporada la butaca que tenía el estadounidense Logan Sargeant, cuenta con el poyo de todo el equipo. Y ayer, mientras realizaba su rutina de preparación para la carrera, quien le dio una motivadora charla fue Gaëtan Jego, el ingeniero que está en constante comunicación con él durante la competencia.

“Son 51 vueltas. Bakú puede ser muy complicado. Nunca es el final, así que lo que te pase… Si perdés ritmo en la largada o si ganas una posición, recordá que tenemos que mantenernos enfocados y todo puede pasar. Tenemos un auto rápido, estás manejando bien, aprendiste mucho de lo que tenés que hacer en la gestión del tiempo. Si aplicás todo… va a ser día de paga. Enfocate en todo lo que aprendiste y lo vas a estar haciendo genial”, le dijo Jego. Franco escuchó y le hizo caso.

Tuvo una largada impecable y logró conservar su posición de salida, la octava, porque aunque había terminado noveno en la clasificación, escaló un lugar en la grilla por una penalización que recibió Lewis Hamilton. Pero empezó a sufrir mucho con la degradación de los neumáticos, tuvo que pasar por boxes muy temprano (en la 11ª vuelta) y cayó al 15° puesto. Aunque al regresar a pista le costó al principio gestionar las gomas duras, finalmente pudo encontrar su mejor ritmo y fue recuperando terreno.

Manejó sereno sin tomar decisiones apresuradas. Tuvo dos grandes maniobras, en el giro 21 para adelantar a Pierre Gasly y en el 49 para dejar atrás a Nico Hulkenberg, justo antes de que el choque entre Carlos Sainz y Sergio Pérez le permitiera regresar al octavo lugar. Y como bonus logró contener a Hamilton, que corrió detrás suyo durante buena parte de la prueba, pero no logró pasarlo y finalizó noveno.

“Eso fue una locura. Lo veía atrás (al heptacampeón de Mercedes) y decía ‘Por lo menos voy a tratar de mantenerlo ahí’. Aunque no sumara puntos, eso ya era un logro”, contó después con una enorme sonrisa en charla con ESPN.

El propio Lewis reconoció la gran actuación del argentino. Tras bajarse del auto, se acercó, le tocó el hombro y le estrechó la mano, con un gesto que tuvo gusto a validación. Y aunque le costó un poco acordarse de su apellido, más tarde afirmó: “Es fantástico ver a jóvenes con talento salir adelante y conducir tan bien. No recuerdo el nombre del chico de Williams… Colapinto (repitió luego de que se lo recordaran). Hizo un gran trabajo”.

En el box de Williams, ese octavo puesto (sumado al séptimo de Albon) se celebró con muchas ganas. Es que fue la primera vez en la temporada que los dos autos de la escudería sumaron en un mismo Gran Premio.

“Fue una mitad de carrera complicada en cuanto a las gomas, creo que por mi falta de experiencia. Pero cuándo revivimos las delanteras, empezó a funcionar mucho mucho mejor y encontré un mejor ritmo. Es un resultado increíble”, analizó Colapinto.

“Pensábamos que iba a ser muy complicado terminar entre los diez primeros, pero tener a los dos autos dentro del top 8 es una locura. Muy feliz por el equipo porque hizo un tremendo trabajo este fin de semana, sobre todo para arreglar el auto que rompí en la primera práctica. Les estoy devolviendo la confianza que tuvieron en mí con buenos resultados. Esto es solo el comienzo para mí, pero es un gran comienzo y me ilusiona para lo que viene”, agregó.

En esa linda charla con Vowles por radio tras cruzar la meta, Colapinto reveló que tuvo una motivación extra para encarar Bakú.

“La semana pasada en la fábrica vi el cartel con el nombre de Alex y los puntos que tiene. Y me motivó, porque quería ver mi nombre también ahí”, contó.

Y aunque todavía no se había bajado del auto, se animó a redoblar la apuesta y afirmó: “Estoy muy feliz por estos puntos, por dárselos al equipo. Devolverles un poquito lo que me dieron y la confianza. Singapur va a ser otro desafío, pero estoy seguro que podemos hacer un buen trabajo allá también”.



Fuente Clarin

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