Córdoba ya espera el Superclásico y la provincia mediterránea recibirá la experiencia con un operativo de 1.800 efectivos, entre policías locales, de la Federal, agentes de tránsito, seguridad privada y Gendarmería. El núcleo de la logística es la ciudad anfitriona y todavía no está diagramado el plan de prevención y encapsulamiento que compromete a las provincias de Buenos Aires y Santa Fe. De todos modos, se espera que en los próximos días se sumen otros 200 efectivos de esas jurisdicciones.
La conferencia de prensa en la que se anunció el operativo de Córdoba para el Superclásico tuvo algo de jactanciosa. Que River-Boca se puede jugar con público en el Bernabéu o el Kempes. Pero al estadio cordobés se llega por tierra y por eso el Consejo de Seguridad Deportiva Provincial, (COSEDEPRO) sugirió dos rutas para que el grueso de los hinchas que lleguen desde Buenos Aires lo hagan de manera diferenciada, según el color de camiseta.
Los de River irán por la autopista Buenos Aires – Rosario -Córdoba y los de Boca lo harán por la Ruta Nacional 8 y la Provincial 36 vía Río Cuarto, con una hora y media más de viaje. En los primeros metros que los micros transiten suelo cordobés, encontrarán el primer retén hoy programado: un operativo inter-fuerzas de Policía Antinarcotráfico, efectivos de Córdoba, de la Federal, Tribuna Segura y Gendarmería.
Todas las estaciones de servicio que sigan contarán con consignas policiales, para evitar saqueos o destrozos. La barra del Millonario sabe de qué se trata: será el mismo operativo que ya «sufrió” en sus últimas dos veces en el Kempes.
¿Pero hasta llegar a Córdoba? Usualmente, los operativos son conjuntos e involucran al personal de fuerzas de cada jurisdicción, encapsulando a los micros de la barra brava. Consultado, el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires no tenía un operativo de Aprevide –las dos rutas nacen en territorio bonaerense- para acoplarse a un plan integral, pese a que formó parte del anuncio oficial.
Otro organismo aseguró estar aguardando una reunión de la Liga Profesional de Fútbol para completar el operativo, algo que la entidad con sede en Puerto Madero le desmintió a este diario. ¿Entonces?
“Esta mañana me comuniqué con Javier Alonso (el ministro de Seguridad bonaerense) para que nos colabore con las salidas de los colectivos desde las provincias. Lo mismo con (su par de Santa Fe, Pablo) Cococcioni. Tengo al jefe de la Policía cordobesa en contacto con los jefes de las otras dos Policías para intentar que cuando lleguen los hinchas a la provincia, hayan tenido uno o dos retenes antes”, aseguró a Clarín el ministro de Gobierno y Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros.
El funcionario aseguro que también dialogó con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien le garantizó “la presencia de Gendarmería en el trayecto de las tres provincias”, además de los que participarán en los anillos de seguridad del Kempes.
Por lo visto, el Superclásico es transversal a todas las fuerzas políticas en el itinerario de los hinchas de que viajan Córdoba a ver el partido y despierta el interés del Gobierno Nacional. “Boca y River es un evento nacional. Todos los ministros somos de signos políticos distintos y estamos todos a disposición. Córdoba está preparada para este tipo de eventos y apelamos a que la gente venga a una fiesta y no a un quilombo”, se jactó Quinteros con sabiduría cordobesa.
Una vez en la ciudad de Córdoba, los hinchas de River ocuparán el espacio reservado para el local y tendrá la platea Gasparini y una de las populares (la Willington). Boca tiene asignada la otra (la Artime) y la platea Ardiles. Con esta disposición tampoco habrá posibilidades de que los hinchas se crucen en las inmediaciones.
Por ello, el operativo para controlar las entradas comenzará en el tercer anillo dispuesto en el Kempes. Los socios tendrán que portar DNI físico, además del código QR que acredite la compra de las localidades. Sin esos requisitos, no superarán el primer filtro. Los que tengan entradas apócrifas tampoco, al igual que los fuegos de artificios.
El partido vale como final, aunque River y Boca tal vez ninguno llegue a jugarla. Esta Copa de la Liga los enfrenta en cuartos de final y será un acontecimiento que tiene todos los aspectos bajo la lupa. Hasta el pasto del Kempes es tela de juicio. Se lo vio deslucido, aunque las nuevas imágenes cenitales lo mostraban mejor.
El ingeniero agrónomo a cargo del campo de juego, Marcos Ibáñez, pronosticó que el domingo va a estar bien para jugar. Y no le va a errar, porque al margen del césped, un Superclásico tiene el atractivo suficiente que cualquier circo persigue y va más allá de la gramilla en que se claven estacas como tapones. Se trata de vender todas las entradas dónde sea: la Bombonera, el Monumental, en Mar del Plata, Mendoza, Córdoba o Madrid. Boca y River venderán cada uno sus 25 mil localidades a sus socios y, en caso de remanente, al público en general.