Luego de hacer historia en la icónica pista de Silverstone del GP de Gran Bretaña, la carrera con mayor tradición en el calendario, Franco Colapinto se ubicó en el puesto 18° de la Práctica 1, en su primera vez arriba de un auto de Fórmula 1 con una monoplaza de Williams.
Desde la escudería le dieron una devolución positiva al piloto argentino, el primero en 20 años en representar al país en la Fórmula 1. Después de las primeras vueltas, desde la radio escuchó la voz del ingeniero que le decía: «Lo estás haciendo bien hasta ahora«.
«Bien y limpio», le dijeron una vez que detuvo la marcha del Williams número 45 en la zona de boxes, con precisión milimétrica.
La respuesta de Colapinto una vez finalizada la práctica, también a través de la radio, fue de puro agradecimiento: «Estoy feliz. Pude disfrutar. Creo que gané confianza a medida que pasaban las vueltas. Gracias a todos ustedes, es un gran momento para mi carrera«.
Ya abajo de la monoplaza con la que hizo historia, Franco dijo unas palabras para las redes sociales de Williams: «Fue increíble. Primera práctica de F1 de mi vida terminada. Es un gran momento para mí. Disfruté cada vuelta, cada giro«, comentó el argentino.
«La primera práctica de F1 solo pasa una vez en la vida y sentí que hice lo mejor que pude. Sentí que había muchas cosas sobre la mesa y no puse maximizar algunos giros, algo que fui mejorando con el tiempo», agregó, y antes de disputar la qualy de la Fórmula 2 tan solo una hora después de la práctica, Franco volvió a agradecer el apoyo de la escudería.
«Estoy simplemente encantado por la oportunidad que Williams me dio y el apoyo que recibí del equipo. Fue de otro nivel. Estoy muy orgulloso de lo que logramos».
Además, hizo un guiño a lo que podría venirse en un futuro. «Necesito seguir trabajado. Quiero estar acá en un par de años y creo que este es el camino. Gracias Williams por la oportunidad y sigamos para adelante».
Fue de menor a mayor el trabajo de Colapinto, acatando las órdenes de su equipo, que le iban pidiendo que hiciera una vuelta rápida y otra más lenta, regulando en tramos y respetando el trabajo de sus colegas, algunos con varios años en la máxima categoría.
Los tiempos cronometrados fueron lo de menos: para el piloto argentino se trató de una experiencia de aprendizaje, para pulir movimientos propios de la Fórmula 1 como el ingreso a boxes, la lectura de sectores y los sorpassos a 200 y 300 kilómetros por hora.
Sin embargo, los cronómetros también le dieron motivos para sentirse orgulloso a Franco: cumplió 24 giros y marcó una vuelta rápida de 1:29.078, a 1.658 segundos de Lando Norris, el más rápido, y a sólo 0.429 segundos de Alexander Albon, piloto oficial de la escudería Williams junto a Logan Sargeant.
Tras su inolvidable experiencia en la Fórmula 1, Colapinto regresó a la Fórmula 2 con la clasificación a la carrera sprint del sábado y de la principal del día domingo. El argentino se adaptó rápidamente al MP Motorsport y terminó marcando el cuarto tiempo, a 343 milésimas del francés Isack Hadjar, el poleman del fin de semana.