El campeonato 2024 de la Fórmula 1, que al principio de la temporada parecía perfilarse para otra consagración apabullante de Max Verstappen, se transformó desde hace unos meses en una reñida lucha por el título. Y la victoria de Lando Norris en el Gran Premio de Singapur, con un dominio aplastante sobre el neerlandés de Red Bull, no hizo más que avivar más un mundial que está al rojo vivo.
El británico de McLaren sumó su tercer triunfo de este 2024 en una carrera que conquistó de punta a punta, sin sufrir demasiado. Porque si bien el vigente tricampeón lo escoltó durante la mayoría de las 62 vueltas, el ritmo y la velocidad que tuvo su coche hizo que Norris fuera inalcanzable. La clasificación final mostró que el ganador cruzó la meta 20s945 por delante de Verstappen y con casi 42 segundos de ventaja sobre su compañero Oscar Piastri, que completó el podio.
Con los 25 puntos que sumó, Lando llevó su cosecha personal a 279 y recortó aún más la diferencia que lo separa del vigente tricampeón, primero con 331, y que viene bajando sin parar desde hace cuatro fechas.
Verstappen tenía 78 unidades más que Norris hace poco más de un mes, tras la cita de Bélgica que ganó Lewis Hamilton y en la que el neerlandés fue cuarto y el británico, quinto. Pero en las siguientes carreras, mientras el McLaren fue mejorando su rendimiento, el Red Bull perdió fiabilidad y la brecha entre los dos coches se empezó a inclinar cada vez más a favor del de la escudería británica.
Desde entonces, Norris consiguió dos victorias (Países Bajos y ayer en Singapur), un tercer lugar (Monza) y un cuarto puesto (Bakú). Verstappen fue segundo en su casa y en Marina Bay; pero quedó sexto en el circuito italiano y quinto en el de Azerbaiyán. Y la ventaja que le había sacado al británico -que había llegado a ser de 84 poco después de que el de McLaren se transformara en su escolta, en España- es hoy de solo 52.
“Fue una carrera fantástica. El auto volaba. Quizás tomé demasiados riesgos a mitad de la carrera, pero los gestioné bien. Lo importante es que no sufrí demasiados daños, gané y conseguí un buen botín de puntos”, analizó Lando tras su festejo en el trazado callejero de Singapur.
“Creo que para un fin de semana en el que sabíamos que íbamos a tener dificultades, conseguir el segundo puesto es una buena actuación. Pero no estamos satisfechos”, afirmó Verstappen.
A ser consultado por esa distancia sobre su perseguidor inmediato que sigue achicándose, el neerlandés afirmó: “Es cierto que es más pequeña. Pero puede cambiar muy rápido. Tenemos que seguir intentándolo, mantenernos cerca e intentar dar la vuelta a las cosas”.
Max celebró además la oportuna aparición en el cierre de la noche de su amigo Daniel Ricciardo (RB), quien en el giro 60 le quitó el récord de vuelta a Norris y evitó que sumara un punto extra.
“Me ayudó mucho para el campeonato. Un punto aquí, un punto allá, todo cuenta”, reconoció.
Norris y McLaren no solo son una amenaza en el campeonato de pilotos. Con el gran andar de sus dos coches, la escudería británica se convirtió en Bakú en el nuevo líder del mundial de constructores, que Red Bull lideraba como comodidad desde principios de año. El equipo con base en Surrey manda con 516 unidades, seguido de la escudería de la bebida energética, con 475, y Ferrari, con 441.
Con seis carreras por disputarse -la próxima, el Gran Premio de Estados Unidos, se correrá en Austin en 20 de octubre-, el McLaren de Norris cada vez más firme y el Red Bull de Verstappen lejos de su mejor rendimiento, el escenario está armado para un cierre de campeonato muy peleado. De esos que hace algunos años no se veían en la categoría reina del automovilismo.