Takerufuji, un joven luchador de 24 años, entró en la historia del sumo tras ganar el domingo un gran torneo apenas un año y medio después de empezar a dedicarse a esta disciplina japonesa, en el ascenso más rápido de este deporte, batiendo un récord de más de 110 años.
Este coloso de 1,84m y 143 kg ganó el domingo la Copa del Emperador al término del torneo de primavera disputado en Osaka, venciendo en la final a Gonoyama, otra estrella ascendente del sumo.
El triunfo de Takerufuji es aún más sorprendente por la manera en cómo se dio, ya que tras lesionarse en un tobillo en la víspera, el luchador tuvo que regresar a vestuarios en silla de ruedas y someterse a exámenes médicos en un hospital.
«En ese momento abandoné cualquier esperanza de ganar el torneo«, comentó este lunes en una conferencia de prensa el luchador, que se entrena junto al gran campeón ‘yokozuna’ (rango más alto que reciben los luchadores de sumo) Terunofuji, quien se ausentó del torneo por una lesión.
Pero «el yokozuna vino y me dijo: ‘Sos capaz de hacerlo. No es el récord lo que cuenta, sino el recuerdo. No pasa nada si perdes, pero no volverás a tener una oportunidad así», explicó Takerufuji.
Desde sus primeros pasos en septiembre de 2022 sobre un ‘dohyo’, el ring de arcilla donde se llevan a cabo los combates, Mikiya Ishioka (el nombre real del luchador) ha pasado por las cinco divisiones inferiores a una velocidad que da vértigo, con solo 10 derrotas en 79 combates.
Su título en solo 10 torneos lo convirtió en el luchador más rápido en levantar una copa y el primero en hacerlo como debutante en la máxima categoría desde 1914.
El triunfo del joven originario de Aomori (al norte de Japón) fue tan rápido que según la prensa del país es el primer luchador que gana un gran torneo sin tener aún el pelo suficientemente largo para hacerse un ‘oicho’, el típico peinado de los practicantes de sumo.
Esta noticia es bienvenida en el mundo del sumo, regularmente sacudido por los escándalos. El exyokozuna Hakuho fue sancionado el mes pasado por los actos de violencia cometidos por uno de sus discípulos, también excluido de este deporte.
En julio de año pasado, otro antiguo sumotori denunció haber sufrido malos tratos durante ocho años.